Toyota Motor Corporation ha anunciado que ha desarrollado un simulador de conducción excepcional para analizar con eficacia las características de conducción del conductor medio, y ayudar así en el desarrollo y la comprobación de la tecnología de seguridad activa para reducir los accidentes.
El simulador de conducción, que se encuentra en el Centro técnico Higashifuji de TMC, en Susono City, Prefectura de Shizuoka (Japón), utiliza vídeo, un simulador de aceleración y otras tecnologías para que los investigadores e ingenieros de automoción lleven a cabo pruebas de conducción que resultarían demasiado peligrosas en el mundo real, o que requieren unas condiciones de conducción muy específicas.
El sistema, que proporciona uno de los entornos de conducción simulados más realistas del mundo, está diseñado para ofrecer una experiencia de conducción lo más real posible, de forma que se puedan evaluar con precisión las características de la conducción.
En este sistema de realidad virtual, resulta clave el uso de un vehículo auténtico colocado sobre una plataforma alojada dentro de una cúpula de 7,1 metros de diámetro, el techo de la cual sirve de gran pantalla de vídeo cóncava de 360 grados. Cuando el conductor maneja el vehículo, un dispositivo de inclinación, un aparato de vibración y otros mecanismos manipulan la cúpula –que tiene un excepcional alcance longitudinal de movimiento de 35 metros y un alcance lateral de movimiento de 20 metros– mediante un preciso control informático. El resultado es una fiel simulación de la sensación real de conducir un coche, incluidas las sensaciones de velocidad, aceleración y confort de conducción en giros y otras maniobras. Además, mediante efectos de sonido, se consigue una experiencia aún más realista.
Partiendo del concepto de Gestión integral de la seguridad, que determina la dirección del desarrollo de vehículos y tecnologías de seguridad de la empresa, TMC tiene previsto utilizar el simulador de conducción para avanzar en I+D, no sólo en cuanto a sistemas de seguridad dentro del vehículo, sino también en lo que se refiere a sistemas que favorezcan las conductas seguras al volante e integren los coches con las infraestructuras viarias.
El simulador de conducción se empleará principalmente para:
1. El análisis de las características de la conducción y el desarrollo de tecnologías de seguridad activa. Llevar a cabo un análisis de las características de la conducción en circunstancias como percepción reducida del entorno (dormirse al volante y sopor), falta de atención al peligro (mirar de un lado a otro y no comprobar que la carretera es segura) o merma de facultades (embriaguez, fatiga o enfermedad), así como desarrollar una tecnología de seguridad activa para reducir de forma eficaz el número de accidentes.
2. Verificar la eficacia de la tecnología de seguridad activa. A partir de lo anterior, evaluar la eficacia y la sostenibilidad de integrar sistemas de aviso al conductor y control del vehículo para reducir el número de accidentes, a fin de verificar los efectos de la tecnología de seguridad activa.
El simulador de conducción, que se encuentra en el Centro técnico Higashifuji de TMC, en Susono City, Prefectura de Shizuoka (Japón), utiliza vídeo, un simulador de aceleración y otras tecnologías para que los investigadores e ingenieros de automoción lleven a cabo pruebas de conducción que resultarían demasiado peligrosas en el mundo real, o que requieren unas condiciones de conducción muy específicas.
El sistema, que proporciona uno de los entornos de conducción simulados más realistas del mundo, está diseñado para ofrecer una experiencia de conducción lo más real posible, de forma que se puedan evaluar con precisión las características de la conducción.
En este sistema de realidad virtual, resulta clave el uso de un vehículo auténtico colocado sobre una plataforma alojada dentro de una cúpula de 7,1 metros de diámetro, el techo de la cual sirve de gran pantalla de vídeo cóncava de 360 grados. Cuando el conductor maneja el vehículo, un dispositivo de inclinación, un aparato de vibración y otros mecanismos manipulan la cúpula –que tiene un excepcional alcance longitudinal de movimiento de 35 metros y un alcance lateral de movimiento de 20 metros– mediante un preciso control informático. El resultado es una fiel simulación de la sensación real de conducir un coche, incluidas las sensaciones de velocidad, aceleración y confort de conducción en giros y otras maniobras. Además, mediante efectos de sonido, se consigue una experiencia aún más realista.
Partiendo del concepto de Gestión integral de la seguridad, que determina la dirección del desarrollo de vehículos y tecnologías de seguridad de la empresa, TMC tiene previsto utilizar el simulador de conducción para avanzar en I+D, no sólo en cuanto a sistemas de seguridad dentro del vehículo, sino también en lo que se refiere a sistemas que favorezcan las conductas seguras al volante e integren los coches con las infraestructuras viarias.
El simulador de conducción se empleará principalmente para:
1. El análisis de las características de la conducción y el desarrollo de tecnologías de seguridad activa. Llevar a cabo un análisis de las características de la conducción en circunstancias como percepción reducida del entorno (dormirse al volante y sopor), falta de atención al peligro (mirar de un lado a otro y no comprobar que la carretera es segura) o merma de facultades (embriaguez, fatiga o enfermedad), así como desarrollar una tecnología de seguridad activa para reducir de forma eficaz el número de accidentes.
2. Verificar la eficacia de la tecnología de seguridad activa. A partir de lo anterior, evaluar la eficacia y la sostenibilidad de integrar sistemas de aviso al conductor y control del vehículo para reducir el número de accidentes, a fin de verificar los efectos de la tecnología de seguridad activa.