Las ayudas directas a la compra de vehículos, puestas en marcha por algunos países europeos, están provocando un aumento en la demanda de los productos de Renault, lo que exige un ajuste temporal al alza en la producción de las factorías españolas y minimiza la aplicación del Expediente de Regulación de Empleo, en vigor hasta el 31 de mayo.
Desde principios de año, países como Alemania, Francia e Italia, entre otros, comenzaron a incentivar la compra de vehículos nuevos y poco contaminantes. Estas ayudas, que van desde los 1.000 euros en Francia a los 2.500 euros en Alemania, han provocado una reactivación en las ventas, sobre todo en el segmento I. En concreto, benefician a vehículos como Nuevo Renault Modus, Grand Modus, Nuevo Renault Twingo, Nuevo Renault Clio, Dacia Sandero y también Nuevo Renault Mégane, que se encuentra en pleno lanzamiento.
Aplicación del expediente
Estas ayudas europeas están evitando que las fábricas españolas de Renault tengan que parar para ajustar su producción a la demanda comercial. Desde la puesta en marcha del expediente, en vigencia hasta el 31 de mayo, se han aplicado un máximo de 8 días en la línea del motor K9 en la factoría vallisoletana de Motores y un día en la línea de montaje de la caja de velocidades TL4 de la factoría de Sevilla.
Ajuste de cadencia a la demanda comercial
Este repunte puntual en las ventas exige a Renault un ajuste al alza de la producción en sus fábricas españolas. Tanto Carrocería Montaje de Valladolid como la factoría palentina subirán cadencias en 50 y 40 vehículos al día respectivamente. Así, Carrocería Montaje fabricará 430 vehículos diarios y Palencia 920, a partir de mediados de abril. Consecuencia directa de estas ayudas a la compra de vehículos está siendo, también, el aumento en la demanda de motores y cajas de velocidades que se fabrican en Valladolid y Sevilla. Para afrontar estos pedidos, las factorías de Renault en España tendrán que trabajar algunos sábados a partir de abril.
Más medidas de flexibilidad
Las ayudas directas a la compra, en vigor en ocho países europeos y a estudio en otros ocho, han provocado cambios sustanciales en el mercado. Sin embargo, cuando estos incentivos terminen, si la crisis no ha finalizado, es muy probable que el mercado registre una caída importante con respecto a 2008. Será en este momento cuando se necesiten todas las medidas de flexibilidad posibles para adecuar la producción a la demanda del mercado, teniendo en cuenta que la estrategia de Renault se basa en la gestión rigurosa de los stocks y la fabricación bajo pedido.
