El Ministerio de Hacienda se plantea subir los Impuestos Especiales que gravan los carburantes, para sumarse así al proceso de armonización fiscal que exige la UE antes de 2012. Y los conductores llevan tiempo plantando cara a la subida del combustible de la manera más sencilla: reduciendo su consumo. Pero es que, en los últimos meses, se han vivido imparables subidas en el precio de los carburantes.
La reciente escalada del precio de los combustibles está afectando muy seriamente al bolsillo de los automovilistas españoles. Los combustibles en España son hoy más caros que nunca, el precio medio del gasóleo sigue batiendo los récords, y también la gasolina mantiene la línea alcista. Además, los expertos en la materia anuncian que estas subidas van a continuar hasta el 2007.
La subida de los combustibles en España se produce, además, por una serie de factores que confluyen conjuntamente. El principal problema se encuentra en el encarecimiento del precio del petróleo, el proceso de armonización fiscal con la UE, y el gravamen de tres impuestos: el de Hidrocarburos -que establece el Estado-, el de Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos -compuesto por un tipo estatal igual para todos y por uno autonómico-, y el IVA -en carburante del 16 por ciento.
Indefensos ante todo, los automovilistas han reaccionado de la única manera posible: reduciendo el consumo de carburante, y pensándoselo dos veces antes de llenar el depósito. Pero además, y según datos del sector, la entrada en vigor del carné por puntos el pasado 1 de julio y una mayor vigilancia policial en las carreteras ha hecho que los conductores levantemos el pie del acelerador y disminuyamos la velocidad, lo que ha influido de manera muy importante en las cifras del consumo.
Se calcula que disminuir la velocidad de ciento cincuenta a ciento veinte kilómetros por hora puede suponer hasta un 40% disminución de consumo de carburante.
La reciente escalada del precio de los combustibles está afectando muy seriamente al bolsillo de los automovilistas españoles. Los combustibles en España son hoy más caros que nunca, el precio medio del gasóleo sigue batiendo los récords, y también la gasolina mantiene la línea alcista. Además, los expertos en la materia anuncian que estas subidas van a continuar hasta el 2007.
La subida de los combustibles en España se produce, además, por una serie de factores que confluyen conjuntamente. El principal problema se encuentra en el encarecimiento del precio del petróleo, el proceso de armonización fiscal con la UE, y el gravamen de tres impuestos: el de Hidrocarburos -que establece el Estado-, el de Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos -compuesto por un tipo estatal igual para todos y por uno autonómico-, y el IVA -en carburante del 16 por ciento.
Indefensos ante todo, los automovilistas han reaccionado de la única manera posible: reduciendo el consumo de carburante, y pensándoselo dos veces antes de llenar el depósito. Pero además, y según datos del sector, la entrada en vigor del carné por puntos el pasado 1 de julio y una mayor vigilancia policial en las carreteras ha hecho que los conductores levantemos el pie del acelerador y disminuyamos la velocidad, lo que ha influido de manera muy importante en las cifras del consumo.
Se calcula que disminuir la velocidad de ciento cincuenta a ciento veinte kilómetros por hora puede suponer hasta un 40% disminución de consumo de carburante.