Alfa Romeo vuelve al Salón Internacional de París con un stand de fuerte impacto escenográfico, donde se alternan modelos de serie con versiones especiales para ensalzar –una vez más– la singularidad de la marca en el panorama automovilístico mundial.
Formas geométricas simples definen el diseño del área de exposición, donde volúmenes cerrados por un lado y contrapuestos por delante en “brise-soleil” de aluminio y cristal, representan elementos que definen el concepto de “villa” Alfa Romeo según los cánones de la arquitectura racionalista italiana. Además, el rigor y la esencialidad del proyecto traducido en las formas, en los colores y en los materiales contribuyen a crear el marco ideal para el diseño sinuoso y agresivo de los automóviles, convirtiéndolos en protagonistas absolutos: todo está dominado por el rojo y el negro, que desde siempre expresan la doble alma de la Casa, alianza entre pasión y tecnología.
Pero el verdadero corazón del stand, caracterizado por superficies horizontales contrapuestas a amplias vidrieras, es sin duda la zona destinada al fascinante Alfa 8C Competizione: se trata de un escaparate que custodia la última creación de la Casa Alfa Romeo como si fuera una joya, un objeto precioso digno de ser admirado y deseado.
Por último, detrás de esta sugerente vitrina se alza el edificio Alfa Romeo, donde se encuentran las oficinas, el Alfa Café y las zonas “lounge”, todo decorado con la misma lógica de distinción estilística y de tecnología de vanguardia.
En resumen, en el Salón de París, primicias mundiales y automóviles de producción actual conviven perfectamente, además de representar de perfectamente la combinación de “deportividad y elegancia” según Alfa Romeo, fruto de la tecnología más sofisticada y de un patrimonio único hecho de automóviles y de diseñadores, carreras y motores que han marcado el progreso tecnológico y los acontecimientos deportivos del siglo XX.
Alfa 8C Competizione
El protagonista absoluto del stand es el Alfa 8C Competizione, el exclusivo Gran Turismo que se producirá en un número limitado de ejemplares. Diseñado por Alfa Romeo, el nuevo automóvil es la mejor síntesis de los valores que desde siempre caracterizan la marca: tecnología y emoción. Por lo tanto, el Alfa 8C Competizione quiere jugar un papel protagonista reafirmando con fuerza la singularidad de Alfa Romeo en el mundo: es decir, la capacidad de combinar la emoción de la línea con el placer de conducción.
Alfa 159 y Alfa 159 Sportwagon
En primer lugar, por la pasarela francesa “desfilan” dos Alfa 159 (uno equipado con el 2.2 Selespeed y el otro, con el 1.9 JTD 16v) –que han conquistado recientemente las prestigiosas 5 estrellas Euro NCAP– y dos Alfa 159 Sportwagon (el primero con el 3.2 V6 Q4 de 260 CV y el segundo con el 2.4 JTDM de 200 CV).
Todos se caracterizan por una carrocería de color “Negro Océano” que expresa perfectamente la interpretación de Alfa Romeo de “deportividad clásica”, los cuatro ejemplares ofrecen un completísimo equipamiento según la versión: desde el elegante revestimiento de piel Frau® “plena flor” al climatizador de tres zonas, desde los asientos regulables eléctricamente al Cruise Control, desde los 7 airbags al sistema VDC con Hill Holder, desde los sensores de estacionamiento al radionavegador por mapas con teléfono y mandos vocales, y hasta el sofisticado sistema ”Blue&Me;®”.
Además, tres de estos automóviles adoptan el nuevo cambio de 6 marchas “Q-Tronic” que funciona en modalidad automática o secuencial, permitiendo disfrutar al máximo el potencial del propulsor 2.4 JTDM de 200 CV (en breve estará disponible también para el 1.9 JTDM de 150 CV).
Alfa Brera y Alfa Spider
Bajo los focos de la cita francesa, se exhiben también los otros dos automóviles de la nueva generación Alfa: por una parte, el Alfa Brera, el fascinante automóvil que transforma la tradicional alma del cupé en la más emocionante de la “deportividad absoluta”. Y por otra parte, el novedoso Alfa Spider que, a través de un complejo y refinado juego de alusiones, recuerda la gloriosa tradición de Alfa Romeo en este sector (desde el Giulietta Spider de los años 50 pasando por el Duetto, hasta el modelo de los años noventa).
En París, el público puede admirar el Alfa Spider en dos versiones (2.2 JTS de 185 CV y 3.2 V6 Q4 de 260 CV), ambas con el equipamiento más alto de la gama y dotadas de 7 airbags, VDC, ASR, climatizador automático dual, cortavientos, interiores de piel natural y llantas de aleación de 18”. Junto a estos dos automóviles, se encuentra el Alfa Brera, una versión Q4 de color negro y equipada con un propulsor 3.2 V6 JTS de 24 válvulas, una joya de la ingeniería motorística que desarrolla una potencia de 191 kW (260 CV) a 6.300 r.p.m., con un par máximo de 322 Nm (32,8 Kgm) a 4.500 r.p.m. El equipamiento de serie es realmente completo, como demuestran los contenidos dedicados específicamente a la seguridad: 7 airbags (incluido el airbag para las rodillas del conductor), VDC, ABS con EBD, discos de freno delanteros y traseros ventilados, MSR, Hill Holder, ASR y luces antiniebla. Además, entre la larga lista de los dispositivos utilizados para garantizar el máximo confort a bordo, cabe destacar: el climatizador automático dual, el autorradio con lector de CDs y cambiador de CDs, el sensor de estacionamiento, el equipo Hi-Fi Bose®, el Pack Visibility (sensor de lluvia, sensor crepuscular y sensor antiempañamiento), el radionavegador por mapas con teléfono y mandos vocales. Completan esta versión los interiores en piel natural y las llantas de aleación de 18”.
Alfa 147 en las versiones Q2, Black Line II y Collezione II
En un contexto de estilo y tecnología Alfa Romeo también se introduce el modelo 147 que en París se propone en tres versiones. Ante todo, el primer ejemplar expuesto en primicia mundial se caracteriza por el diferencial autobloqueante delantero (denominado Q2) que confirma todos los puntos fuertes de una tracción delantera, aumentando el placer y el control de conducción y asegurando algunas de las ventajas típicas de una tracción integral. El sistema se combina en exclusiva con la motorización JTDM de 150 CV. Se trata de una elección que tiene en cuenta el actual escenario tecnológico de los turbodiesel que desde 1997, año del debut del Alfa 156 JTD (primer automóvil del mundo que dispuso de la tecnología Common Rail), ha experimentado un fuerte aumento del par transmitido a las ruedas incluso en automóviles compactos. Por lo tanto, para garantizar el máximo control y motricidad en todas las condiciones de conducción, Alfa Romeo ha desarrollado el sofisticado sistema Q2. El Alfa 147 Q2 propone, en el exterior, ensanchamientos, calandra y tapa de espejos satinadas, alerón trasero, codo de escape cromado, geometría rebajada y la sigla específica Q2.
En el interior, en cambio, esta versión ofrece una caracterización deportiva como lo demuestran: la instrumentación con escala roja e iluminación blanca, el revestimiento de piel con costuras rojas para el volante y para el pomo del cambio y del freno de estacionamiento, los embellecedores del volante y de la consola central de color gris oscuro, la moldura de estribo específica Q2 y los pedales de aluminio. Completan el equipamiento del Alfa 147 Q2 los mandos de la radio en el volante, el Cruise Control, el sistema VDC y los 6 airbags. Además, el automóvil en exposición añade los asientos de piel de diseño deportivo con costuras rojas, equipo de sonido Bose®, navegador vía satélite y faros de xenón.
El segundo Alfa 147 se propone con el acabado Black Line. Equipado con el Twin Spark 1.6 de 120 CV, este “3 puertas” combina deportividad y estilo, como lo demuestra su particular “revestimiento bicolor”. De hecho, combina una carrocería “Rojo Alfa” con algunos elementos pintados en un refinado Negro brillante (techo, montante central, alerón trasero) y en la calandra, en los ensanchamientos y en las tapas de los espejos satinados. En el interior destaca un nuevo tejido deportivo bicolor (negro y gris) y los embellecedores del volante y de la consola central de color negro. Además, siempre bajo el lema de la deportividad, la nueva Serie Speciale Alfa 147 Black Line propone la geometría rebajada, el terminal de escape cromado y las llantas de aleación con orificios con tratamiento Crome Shadow de 17”, con neumáticos 215/45. Finalmente, el equipamiento de serie prevé ABS con EBD, 6 airbags, autorradio con lector de CDs, volante y pomo del cambio de piel y climatizador manual. A este equipamiento, el automóvil presente en el stand suma algunos opcionales como el VDC con ASR, el Cruise Control y la preinstalación iPod.
Por último, el tercer automóvil es un “5 puertas”, con el acabado “Collezione II” con carrocería negra metalizada con un elegante interior de piel bicolor (blanco/negro) y salpicadero bicolor negro. Equipado con el 1.9 JTDM de 150 CV, el compacto Alfa ofrece de serie los dispositivos más sofisticados en el campo de la seguridad: VDC, ASR, ABS con EBD y seis airbags. Completa el equipamiento el climatizador automático dual, nuevas llantas de aleación de 17’’ con radios, autorradio con lector de CDs, Cruise Control y elevalunas eléctricos traseros. El automóvil expuesto también está equipado con el navegador por mapas con teléfono manos libres integrado y los mandos de la radio y del teléfono en el volante, sensores de estacionamiento traseros, cambiador de CDs, equipo HI-FI Bose®, suspensiones rebajadas y filtro para partículas sólidas.
Alfa GT “Black Line”
También desfila en París el Alfa GT con una versión especial que ensalza todavía más el espíritu único del modelo. Nacido en colaboración con Bertone, el Alfa GT propone un estilo original, una gran riqueza de contenidos y unas prestaciones fascinantes: representa una concepción inédita de deportividad, en la que convergen confort y elegancia. En el stand se expone una versión “Black Line” caracterizada por una carrocería “Rojo Alfa”, interiores revestidos de piel negra con costuras rojas y equipada con el potente 2.0 JTS de 165 CV.
Destinado a una clientela deportiva, además del habitual equipamiento de serie, este automóvil se caracteriza por algunos elementos y contenidos exclusivos: llantas de aleación de 18” (diseño con orificios y tratamiento cromo), faros delanteros con marco negro, rejilla central pintada satinada y tapa de los espejos cromada. Además, en el interior destacan el salpicadero negro con tratamiento en color oscuro de la consola central y los asientos de piel negra con costuras y logotipo rojo y con asiento calado. Las alfombras, alfombrillas y los pomos del cambio y del freno de estacionamiento también son de color negro con costuras rojas. Por último, este original Alfa GT propone un equipamiento muy interesante con radionavegador por mapas con teléfono y mandos de voz y abono para los servicios infotelemáticos.
Alfa 8C Competizione, primicia mundial
Debuta en París la versión definitiva del fascinante Alfa 8C Competizione, Gran Turismo exclusivo que se producirá en edición limitada. Diseñado por Alfa Romeo, el automóvil deriva directamente del concepto que despertó admiración en el Salón de Frankfurt de 2003 y se ha valido del desarrollo de las mejores competencias técnico-industriales en el ámbito del Polo Deportivo Alfa-Maserati.
En particular, la cooperación entre las dos casas se ha desarrollado siguiendo un enfoque de integración entre las funciones de diseño de Alfa Romeo y la de producción de Maserati.
El 8C Competizione se inspira en el pasado glorioso de la marca diseñando en el futuro los valores de tecnología y de emoción. La inspiración en el pasado es evidente ya en el nombre, evocativo, que recuerda la gran tradición deportiva de Alfa Romeo. La sigla 8C en los años treinta y cuarenta distinguía a aquellos automóviles, de competición y de carretera, equipados con el potente “ocho cilindros” realizado por el famoso diseñador Vittorio Jano. En cambio, el término “Competizione” quiere ser ante todo un homenaje al “6C 2500 Competizione”, cupé deportivo conducido en el año 1950 por la pareja Fangio-Zanardi en la famosa Mille Miglia.
Por lo tanto, “8C Competizione” no es un nombre inventado, sino una marca distintiva de su propia historia deportiva; es más, de una auténtica leyenda nacida de las incontables victorias conquistadas en los circuitos de todo el mundo, siempre gracias a la calidad de los hombres y de su pasión agonística, la búsqueda de motores y tecnologías de vanguardia, el renovado gusto por el desafío.
Y es precisamente por este lazo con los valores de la historia Alfa Romeo que el término “Competizione” asume todavía más importancia; proyectado hacia el futuro representa el sentido de dinamismo constante que caracteriza a una marca en busca de la excelencia, del aumento de su competitividad y de la innovación tecnológica. Con esto queda explicado el papel del nuevo automóvil, que no es un punto de llegada, sino un punto de partida para reafirmar la singularidad de Alfa Romeo en el mundo: la capacidad de combinar la emoción de la línea con el placer de conducción.
Estilo y aerodinámica: tradición e innovación
La línea fascinante, obra del Centro Stile Alfa Romeo, hace único este biplaza en el panorama de los granturismos. Gracias al excelente trabajo de los diseñadores, las necesidades aerodinámicas y de prestaciones no han modificado el concepto original del automóvil. De hecho, el estilo mantiene la increíble pureza de las formas, inalteradas por elementos que pudieran perturbar su armonía.
Las soluciones adoptadas por el Alfa 8C para alcanzar los máximos niveles de eficacia aerodinámica no se limitan al diseño de las formas. El aire envuelve al automóvil y sigue su recorrido natural, sin que cantos e irregularidades lo obstaculicen. Todas las superficies y los perfiles de los montantes y de los cristales, junto con la forma y la posición de los espejos retrovisores, han sido optimizados tanto con cálculos computacionales como con pruebas en túnel y pruebas reales. Se ha dedicado mucha atención con el fin de crear un efecto “suelo” que ha permitido obtener un Cz (coeficiente de sustentación) negativo que, como en los automóviles de competición, contribuye a aumentar la estabilidad a velocidades elevadas.
Las dimensiones compactas sintetizan la agresividad de un automóvil pensado para garantizar la máxima eficacia de conducción.
Las superficies del automóvil están bien esculpidas y hábilmente modeladas. En concreto, la marca horizontal “hundida”, que parte a la altura de los pasos de rueda delanteros hacia el lateral, transmite un gran dinamismo. Las ruedas de grandes dimensiones y los potentes “músculos” de las aletas traseras acentúan la personalidad y la fuerza del modelo, sin por ello restar elegancia a las líneas que se deslizan suavemente, casi subrayando la belleza formal de cada uno de los elementos de los exteriores: el faro en forma de “gota” engarzado como una piedra preciosa en la aleta delantera, los faros traseros con leds, síntesis de tecnología y racionalidad, la esencial maneta de la puerta. Además, en el frontal encontramos los recursos característicos de Alfa Romeo, con una nueva interpretación de los “ensanchamientos” y del escudo.
La línea innovadora anticipa elementos y proporciones de los futuros automóviles Alfa Romeo, pero se completa con emociones y sugerencias del pasado: el 33 Coupé Stradale, el Giulia TZ y muchos otros protagonistas de la historia del automóvil. Por último, para ensalzar las formas del 8C Competizione, el Centro Stile Alfa Romeo ha desarrollado nuevos colores que, además de combinarse con la sinuosidad del automóvil, expresan modernidad y sugestión tecnológica.
Motor 8 cilindros 4.7: el “belcanto” italiano
El motor es el “corazón” latente de un Alfa Romeo. En este caso se trata de un inédito 8 cilindros en V de 90° y cilindrada de 4.691 cm3 que se ha diseñado con un objetivo preciso: garantizar prestaciones extraordinarias, pero sin renunciar a la fluidez de funcionamiento y al disfrute en cualquier situación, desde la pista hasta la conducción por el tráfico urbano.
Las máximas prestaciones del motor se resumen en una potencia máxima de 450 CV a 7.000 r.p.m., un par máximo de 470 Nm a 4.750 r.p.m. y un régimen máximo de 7.500 r.p.m.
La configuración de la fluidodinámica interna y del sistema de refrigeración de las culatas se ha centrado en obtener una elevada permeabilidad de los conductos, una eficaz refrigeración de la carga de admisión para maximizar el rendimiento volumétrico y la prestación del motor.
La armonización de la geometría de admisión y escape, junto con la adopción de variadores de fase de actuación continua en los ejes de levas de admisión, a la optimización de la cámara de combustión y al calibrado del motor permiten obtener el 80% de par a partir de 2.000 r.p.m. En las situaciones de conducción deportiva en recorridos mixtos, el motopropulsor se hace apreciar por los tiempos de respuesta excepcionalmente cortos, gracias a la elevada permeabilidad de la admisión y a la baja inercia del sistema volante-embrague bidisco.
El cigüeñal con los contrapesos a 90°, completamente equilibrado con una oportuna selección de bielas y pistones, asegura al motor un funcionamiento con bajas vibraciones.
El grupo bloque-bloque inferior es de aluminio con 5 soportes de banco para asegurar una elevada rigidez a la estructura y bajas pérdidas por fricción, y las culatas son de aleación de aluminio.
Todas las canalizaciones (agua, aceite, aire secundario) están realizadas directamente en las fusiones del motor, creando de este modo un sistema con elevada rigidez, dimensiones reducidas y garantías de montaje “seguro”, es decir, que goza de una alta fiabilidad.
La integración de los sistemas accesorios con las funciones principales del motor y el diseño de elevada rigidez de todos los elementos de amplia pared aseguran un bajo nivel de ruido ocasionado por el motor y una elevada fiabilidad de los componentes.
También el packaging longitudinal del motor ha sido objeto de especial atención, como demuestra la adopción de un accionamiento de la distribución de cadena única, que garantiza una excepcional fiabilidad de por vida.
Por último, se ha prestado una especial atención a la definición y entonación acústica de la admisión y del escape buscando un timbre que exaltase el carácter e hiciese inconfundible al automóvil. El resultado es un sonido característico y pleno, enfatizado por un sistema de admisión de elevada permeabilidad y por un sistema de escape con válvulas de actuación controlada electrónicamente que ensalza el sonido del automóvil respetando plenamente los vínculos homologativos y los aspectos medioambientales.
Transmisión, cambio robotizado y diferencial autobloqueante
Para el 8C Competizione los técnicos vuelven a proponer un esquema a menudo utilizado por la Casa: la arquitectura transaxle con cambio en el eje trasero, ya patrimonio de automóviles Alfa Romeo. Este esquema permite obtener un excelente comportamiento dinámico, ofreciendo además, la proverbial seguridad activa de Alfa Romeo.
El grupo motor – cambio se ha realizado según la arquitectura transaxle que permite una distribución de pesos muy eficaz para el manejo del automóvil. Gracias a las reducidas dimensiones axiales del motor y a la integración con los elementos del bastidor desde las primeras fases de diseño, todo el grupo motopropulsor se ha alojado en una posición particularmente retrasada, como es propio de una configuración deportiva.
El cambio de 6 velocidades, con selección computerizada de las marchas mediante las palancas detrás del volante, se ha desarrollado para garantizar cambios de marcha muy rápidos y puede utilizarse en las modalidades Manual-Normal, Manual-Sport, Automático-Normal, Automático-Sport, Ice. Por último, el diferencial autobloqueante permite gestionar con extraordinaria eficacia aceleraciones y estabilidad en cualquier situación.
Suspensiones, ruedas y sistema de frenos
Según la tradición Alfa Romeo, las soluciones técnicas derivan directamente del mundo de la competición. No son una excepción las suspensiones del nuevo modelo, que prevén un esquema de paralelogramo con portabujes y brazos de aluminio forjado, puntal adicional para el control de la convergencia. Para asegurar una frenada potente y eficaz incluso en el uso más extremo, el sistema de frenos propone discos perforados y ventilados con pinzas de freno de aluminio. Además, para “pegar” el automóvil al asfalto se han elegido neumáticos de 20” desarrollados específicamente para garantizar prestaciones excelentes: 245/35 en el eje delantero y 285/35 en el eje trasero, montados en llantas de orificios de aluminio con conformación por estirado para asegurar ligereza y la máxima eficacia en la ventilación de los frenos.
Por último, para garantizar una utilización siempre divertida y segura en cualquier condición de conducción, el 8C Competizione propone la última edición del VDC Alfa Romeo, un sistema evolucionado de control de estabilidad y tracción, para garantizar al conductor el máximo “feeling” con el automóvil.
Estructura rígida y ligera
Una estructura rígida y ligera es la norma para configurar un buen automóvil de elevadas prestaciones. Y es también el principio que inspira el 8C Competizione. En concreto, el bastidor compacto es de acero para obtener la máxima rigidez torsional para garantizar una conducción siempre precisa y segura, mientras que la carrocería es completamente de fibra de carbono. Esta elección está motivada por la necesidad de reducir al máximo los pesos pero también de optimizar el baricentro del automóvil ganando en agilidad y maniobrabilidad en los recorridos más difíciles.
Interiores: personalidad y tecnología
El rasgo característico está determinado por el gran uso de materiales compuestos para la realización del salpicadero y de los paneles interiores. Una elección técnica pero que refuerza el espíritu del automóvil y ensalza su personalidad. Como demuestra también la adopción de asientos anatómicos, realizados en fibra de carbono, que pueden regularse y personalizarse en función de las características físicas del conductor (una peculiaridad hasta ahora reservada a los coches de carreras).
Todo ha sido estudiado y realizado para garantizar la máxima ergonomía del conductor y de quien desee compartir las emociones: conducción distendida, instrumentación siempre visible e intuitiva, palancas del cambio robotizado fijas en la columna y de fácil acceso sin mover las manos del volante deportivo.
El cuidado y el detalle de los acabados permitirán obviamente la personalización, según el gusto del cliente, que podrá elegir entre diferentes interiores.
El placer absoluto de la conducción deportiva
Con sólo mirarlo ya le gusta: neumáticos anchos, geometría baja, estilo equilibradamente agresivo. En una palabra: belleza. Sólo con escuchar el motor emociona; un sonido mecánico, pleno, convincente. Ahora no hay más que sentarse al volante, poner la primera marcha y salir a probar el Alfa 8C Competizione. Pero queda una duda: cómo conducir un deportivo que bajo el capó esconde un 8 cilindros de 4.700 cm3 y que, al pisar el acelerador, descarga en el suelo 450 CV de potencia y 470 Nm de par. La inesperada respuesta es: con mucha facilidad, de una manera incluso más sencilla e instintiva de lo que estábamos acostumbrados con nuestro automóvil de todos los días. Siempre que se nos conceda el tiempo y el placer (porque de esto se trata) de familiarizarnos con mandos más directos y respuestas más inmediatas descubriendo, poco a poco, el alma del nuevo Alfa 8C Competizione: la que en recorridos mixtos o, mejor todavía, en la pista, donde la velocidad y las aceleraciones transversales son más difíciles, proporciona sensaciones que sólo un auténtico deportivo puede ofrecer.
En definitiva, el Alfa 8C Competizione declara “ser un Alfa” en todos los aspectos, confirmando un control y un placer de conducción sin compromisos. Desde siempre, el confort de marcha y el comportamiento dinámico son características peculiares de los automóviles Alfa Romeo, pero en el caso de este automóvil llegan a ser auténticos puntos fuertes.
Alfa 8C Competizione un nombre legendario para un automóvil único
El espíritu Alfa Romeo, desde sus orígenes, se ha alimentado de un instinto constante hacia la perfección técnica, proporcionando prestaciones cada vez más elevadas. Los protagonistas absolutos de esta búsqueda son los motores: el corazón latente de todo automóvil Alfa Romeo. Las excelentes escenografías de un progreso técnico y tecnológico realmente único han sido los trazados de competición de todo el mundo, en los que la bandera de Alfa Romeo ha conquistado su puesto más alto.
La clave de la evolución técnica de Alfa Romeo es el motor de 8 cilindros, elaborado en la primera mitad de los años veinte por un joven técnico con el nombre de Vittorio Jano, comprometido con la renovación del motor de 6 cilindros, tanto para responder a las necesidades de los compradores de los automóviles “de serie” como para contrastar de la mejor manera los asaltos de las casas rivales en las competiciones deportivas.
La primera prueba de un automóvil 8C tuvo lugar en 1923 con el P1, ya dotado de compresor y de doble encendido y, posteriormente, con el P2. El resultado no pudo ser mejor: en 1925 el Alfa Romeo P2 se adjudicó la victoria del primer Campeonato del Mundo. Los efectos positivos de estas innovaciones no se limitaban a los motores de los automóviles de producción, sino que la gloria de este resultado se introdujo en el escudo “Alfa Romeo – Milano” en forma de una corona de laurel que, a partir de este momento, caracterizó a todos los automóviles de la casa de Portello.
A principios de los años treinta, los potentes y fiables motores de 8 cilindros –a partir de entonces de aleación ligera– “sonaban” dulces bajo el capó de elegantes cabriolets y cupés (carrozados, entre otros, por los milaneses Zagato y Castagna) y rugían en el polvo de competiciones como la Mille Miglia y la Targa Florio, que enriquecieron un impresionante palmarés de victorias absolutas. Una mención particular merecen las increíbles victorias de 1931, 1932, 1933 y de 1934 en Le Mans del Alfa Romeo 8C (llamado posteriormente “Le Mans” en nombre de estas grandes victorias).
La culminación del nivel técnico alcanzado con los 8 cilindros es el motor del Alfa Romeo Tipo B, llamado también “P3” para destacar la continuación tecnológica con el P2. Campari, Nuvolari, Caracciola, Borzacchini, Marinoni, Guidotti, Fagioli son sólo algunos de los campeones que han unido sus éxitos al motor 8C en las metas de los más prestigiosos circuitos del mundo, tanto en la versión de 1932 como en la de 1934.
La continua evolución y la constante investigación técnica alcanzan su cumbre con el 8C 2900, líder indiscutible de las carreras de la segunda mitad de los años treinta, desde la 1000 Miglia hasta las 24 horas de Le Mans, conducido sin igual por el piloto Biondetti en un 8C de excepcional elegancia carrozado por Touring específicamente para esta competición. La longevidad de este motor es excepcional: también en 1947 el 8C 2900 B conquistó con Biondetti-Romano la 1000 Miglia, demostrando una vez más y por un recorrido extremamente difícil, que los motores Alfa Romeo estaban dotados de una potencia y de una fiabilidad fuera de serie.
La Segunda Guerra Mundial interrumpió, aunque sólo por poco tiempo, las victorias del 158. En 1946 nació el mítico 159 “Alfetta”, un concentrado de alta escuela motorística. Como decía Juan Manuel Fangio, conducir este 8 cilindros era como “tener entre las manos el arco de un Stradivarius”. El 158 primero y el 159 después, entregaron a la Marca los laureles de los primeros dos campeonatos mundiales de la Fórmula 1 moderna, en 1950 con Nino Farina y en 1951 con Fangio.
Después de las victorias en Fórmula 1, Alfa Romeo decidió retirarse de las competiciones para dedicarse completamente a la fuerte demanda de la última creación 1900 y, posteriormente, de la gama Giulietta. En 1967 regresaron los potentes 8 cilindros que equipaban los 33 de competición y que caracterizaban las formas fascinantes y deportivas del 33 en versión de carretera. Y también en esta ocasión el debut en competición fue apasionante, con el grado alto en el podio de Teodoro Zeccoli con motivo de la competición en subida de Fleron, Bélgica, en el 33/2 Sport Prototipo.
Otros 33, a lo largo de los años setenta, se adjudicaron importantes éxitos en las pistas y en los circuitos de todo el mundo. Dicha perfección de técnica se transmite a los automóviles de serie como el Montreal, automóvil de gran prestigio y de muy elevadas prestaciones, gracias al motor 8 cilindros derivado precisamente de los 33 de competición. En 1977 el motor de 8 cilindros se montó en una serie limitada del Alfetta GTV, realizada por Autodelta que, de este modo, continuaba la tradición deportiva dedicada a la producción de los motores.
Hoy, el corazón legendario de aquel motor vuelve a latir en el capó del nuevo Alfa 8C Competizione.
Alfa 147 Q2, primicia mundial
El Alfa 147 expuesto en París propone, en primicia mundial, el diferencial autobloqueante delantero (denominado Q2) que mantiene e implementa todos los puntos de fuerza de una tracción delantera, en materia de seguridad activa y de intuición en la conducción, aumentando el placer y el control de la conducción. Además, el novedoso sistema asegura algunas ventajas propias de una tracción integral, pero con un peso y un coste realmente inferiores.
El sistema Q2 se basa en la presencia de un diferencial de deslizamiento limitado, de tipo mecánico Torsen. En concreto, este diferencial tiene la tarea de repartir el par entre las ruedas motrices delanteras de manera dinámica y continua dependiendo de las condiciones de conducción y del firme. Además, combinado con la exclusiva suspensión delantera de paralelogramo, el sistema permite un tuning del automóvil especialmente eficaz.
Los ingenieros de Alfa Romeo, partieron de la excelente reputación que la tracción delantera cuenta entre los clientes (no es casualidad que sea la solución elegida por la mayoría de las casas automovilísticas). Basta con decir que, más allá de los beneficios generales de este tipo de arquitectura (peso, habitabilidad, etc.), en las situaciones límite, el comportamiento subvirador de una tracción delantera permite al conductor responder a las tensiones del vehículo de manera más intuitiva; de aquí surge la idea de que la tracción delantera sea “más sincera” que la tracción trasera.
Por consiguiente, se produce un considerable aumento de seguridad en la conducción. Por el contrario debe señalarse que la tracción delantera –en la medida que las ruedas de dirección son también motrices– puede hacer que el placer y el control de conducción en determinadas situaciones no sea total, dando lugar a problemas de tracción en las curvas, a un comportamiento subvirador al límite o a reacciones en la dirección.
Para hacer frente a estas desventajas, Alfa Romeo ha puesto a punto el sistema Q2 que hace suyos todos los puntos fuertes de la tracción delantera, aumentando considerablemente el agarre a la carretera, la tracción y la estabilidad en reducción y, al mismo tiempo, reduciendo el subviraje en aceleración, las intervenciones de los controles electrónicos y de las vibraciones en el volante. A continuación mostramos dos ejemplos prácticos que ponen de manifiesto el potencial técnico del sistema Q2.
Primer caso: automóvil en curvas
Recorriendo una curva en condiciones de poca adherencia (carretera mojada, nevada, barro, etc.) o conduciendo de forma deportiva, a menudo nos encontramos ante una situación de pérdida de adherencia de la rueda interior, debido al hecho de que el diferencial reparte el par a la rueda más “descargada” y lo resta a la exterior que, al recibir el peso añadido del balanceo del automóvil, podría sufrir un fricción to
Formas geométricas simples definen el diseño del área de exposición, donde volúmenes cerrados por un lado y contrapuestos por delante en “brise-soleil” de aluminio y cristal, representan elementos que definen el concepto de “villa” Alfa Romeo según los cánones de la arquitectura racionalista italiana. Además, el rigor y la esencialidad del proyecto traducido en las formas, en los colores y en los materiales contribuyen a crear el marco ideal para el diseño sinuoso y agresivo de los automóviles, convirtiéndolos en protagonistas absolutos: todo está dominado por el rojo y el negro, que desde siempre expresan la doble alma de la Casa, alianza entre pasión y tecnología.
Pero el verdadero corazón del stand, caracterizado por superficies horizontales contrapuestas a amplias vidrieras, es sin duda la zona destinada al fascinante Alfa 8C Competizione: se trata de un escaparate que custodia la última creación de la Casa Alfa Romeo como si fuera una joya, un objeto precioso digno de ser admirado y deseado.
Por último, detrás de esta sugerente vitrina se alza el edificio Alfa Romeo, donde se encuentran las oficinas, el Alfa Café y las zonas “lounge”, todo decorado con la misma lógica de distinción estilística y de tecnología de vanguardia.
En resumen, en el Salón de París, primicias mundiales y automóviles de producción actual conviven perfectamente, además de representar de perfectamente la combinación de “deportividad y elegancia” según Alfa Romeo, fruto de la tecnología más sofisticada y de un patrimonio único hecho de automóviles y de diseñadores, carreras y motores que han marcado el progreso tecnológico y los acontecimientos deportivos del siglo XX.
Alfa 8C Competizione
El protagonista absoluto del stand es el Alfa 8C Competizione, el exclusivo Gran Turismo que se producirá en un número limitado de ejemplares. Diseñado por Alfa Romeo, el nuevo automóvil es la mejor síntesis de los valores que desde siempre caracterizan la marca: tecnología y emoción. Por lo tanto, el Alfa 8C Competizione quiere jugar un papel protagonista reafirmando con fuerza la singularidad de Alfa Romeo en el mundo: es decir, la capacidad de combinar la emoción de la línea con el placer de conducción.
Alfa 159 y Alfa 159 Sportwagon
En primer lugar, por la pasarela francesa “desfilan” dos Alfa 159 (uno equipado con el 2.2 Selespeed y el otro, con el 1.9 JTD 16v) –que han conquistado recientemente las prestigiosas 5 estrellas Euro NCAP– y dos Alfa 159 Sportwagon (el primero con el 3.2 V6 Q4 de 260 CV y el segundo con el 2.4 JTDM de 200 CV).
Todos se caracterizan por una carrocería de color “Negro Océano” que expresa perfectamente la interpretación de Alfa Romeo de “deportividad clásica”, los cuatro ejemplares ofrecen un completísimo equipamiento según la versión: desde el elegante revestimiento de piel Frau® “plena flor” al climatizador de tres zonas, desde los asientos regulables eléctricamente al Cruise Control, desde los 7 airbags al sistema VDC con Hill Holder, desde los sensores de estacionamiento al radionavegador por mapas con teléfono y mandos vocales, y hasta el sofisticado sistema ”Blue&Me;®”.
Además, tres de estos automóviles adoptan el nuevo cambio de 6 marchas “Q-Tronic” que funciona en modalidad automática o secuencial, permitiendo disfrutar al máximo el potencial del propulsor 2.4 JTDM de 200 CV (en breve estará disponible también para el 1.9 JTDM de 150 CV).
Alfa Brera y Alfa Spider
Bajo los focos de la cita francesa, se exhiben también los otros dos automóviles de la nueva generación Alfa: por una parte, el Alfa Brera, el fascinante automóvil que transforma la tradicional alma del cupé en la más emocionante de la “deportividad absoluta”. Y por otra parte, el novedoso Alfa Spider que, a través de un complejo y refinado juego de alusiones, recuerda la gloriosa tradición de Alfa Romeo en este sector (desde el Giulietta Spider de los años 50 pasando por el Duetto, hasta el modelo de los años noventa).
En París, el público puede admirar el Alfa Spider en dos versiones (2.2 JTS de 185 CV y 3.2 V6 Q4 de 260 CV), ambas con el equipamiento más alto de la gama y dotadas de 7 airbags, VDC, ASR, climatizador automático dual, cortavientos, interiores de piel natural y llantas de aleación de 18”. Junto a estos dos automóviles, se encuentra el Alfa Brera, una versión Q4 de color negro y equipada con un propulsor 3.2 V6 JTS de 24 válvulas, una joya de la ingeniería motorística que desarrolla una potencia de 191 kW (260 CV) a 6.300 r.p.m., con un par máximo de 322 Nm (32,8 Kgm) a 4.500 r.p.m. El equipamiento de serie es realmente completo, como demuestran los contenidos dedicados específicamente a la seguridad: 7 airbags (incluido el airbag para las rodillas del conductor), VDC, ABS con EBD, discos de freno delanteros y traseros ventilados, MSR, Hill Holder, ASR y luces antiniebla. Además, entre la larga lista de los dispositivos utilizados para garantizar el máximo confort a bordo, cabe destacar: el climatizador automático dual, el autorradio con lector de CDs y cambiador de CDs, el sensor de estacionamiento, el equipo Hi-Fi Bose®, el Pack Visibility (sensor de lluvia, sensor crepuscular y sensor antiempañamiento), el radionavegador por mapas con teléfono y mandos vocales. Completan esta versión los interiores en piel natural y las llantas de aleación de 18”.
Alfa 147 en las versiones Q2, Black Line II y Collezione II
En un contexto de estilo y tecnología Alfa Romeo también se introduce el modelo 147 que en París se propone en tres versiones. Ante todo, el primer ejemplar expuesto en primicia mundial se caracteriza por el diferencial autobloqueante delantero (denominado Q2) que confirma todos los puntos fuertes de una tracción delantera, aumentando el placer y el control de conducción y asegurando algunas de las ventajas típicas de una tracción integral. El sistema se combina en exclusiva con la motorización JTDM de 150 CV. Se trata de una elección que tiene en cuenta el actual escenario tecnológico de los turbodiesel que desde 1997, año del debut del Alfa 156 JTD (primer automóvil del mundo que dispuso de la tecnología Common Rail), ha experimentado un fuerte aumento del par transmitido a las ruedas incluso en automóviles compactos. Por lo tanto, para garantizar el máximo control y motricidad en todas las condiciones de conducción, Alfa Romeo ha desarrollado el sofisticado sistema Q2. El Alfa 147 Q2 propone, en el exterior, ensanchamientos, calandra y tapa de espejos satinadas, alerón trasero, codo de escape cromado, geometría rebajada y la sigla específica Q2.
En el interior, en cambio, esta versión ofrece una caracterización deportiva como lo demuestran: la instrumentación con escala roja e iluminación blanca, el revestimiento de piel con costuras rojas para el volante y para el pomo del cambio y del freno de estacionamiento, los embellecedores del volante y de la consola central de color gris oscuro, la moldura de estribo específica Q2 y los pedales de aluminio. Completan el equipamiento del Alfa 147 Q2 los mandos de la radio en el volante, el Cruise Control, el sistema VDC y los 6 airbags. Además, el automóvil en exposición añade los asientos de piel de diseño deportivo con costuras rojas, equipo de sonido Bose®, navegador vía satélite y faros de xenón.
El segundo Alfa 147 se propone con el acabado Black Line. Equipado con el Twin Spark 1.6 de 120 CV, este “3 puertas” combina deportividad y estilo, como lo demuestra su particular “revestimiento bicolor”. De hecho, combina una carrocería “Rojo Alfa” con algunos elementos pintados en un refinado Negro brillante (techo, montante central, alerón trasero) y en la calandra, en los ensanchamientos y en las tapas de los espejos satinados. En el interior destaca un nuevo tejido deportivo bicolor (negro y gris) y los embellecedores del volante y de la consola central de color negro. Además, siempre bajo el lema de la deportividad, la nueva Serie Speciale Alfa 147 Black Line propone la geometría rebajada, el terminal de escape cromado y las llantas de aleación con orificios con tratamiento Crome Shadow de 17”, con neumáticos 215/45. Finalmente, el equipamiento de serie prevé ABS con EBD, 6 airbags, autorradio con lector de CDs, volante y pomo del cambio de piel y climatizador manual. A este equipamiento, el automóvil presente en el stand suma algunos opcionales como el VDC con ASR, el Cruise Control y la preinstalación iPod.
Por último, el tercer automóvil es un “5 puertas”, con el acabado “Collezione II” con carrocería negra metalizada con un elegante interior de piel bicolor (blanco/negro) y salpicadero bicolor negro. Equipado con el 1.9 JTDM de 150 CV, el compacto Alfa ofrece de serie los dispositivos más sofisticados en el campo de la seguridad: VDC, ASR, ABS con EBD y seis airbags. Completa el equipamiento el climatizador automático dual, nuevas llantas de aleación de 17’’ con radios, autorradio con lector de CDs, Cruise Control y elevalunas eléctricos traseros. El automóvil expuesto también está equipado con el navegador por mapas con teléfono manos libres integrado y los mandos de la radio y del teléfono en el volante, sensores de estacionamiento traseros, cambiador de CDs, equipo HI-FI Bose®, suspensiones rebajadas y filtro para partículas sólidas.
Alfa GT “Black Line”
También desfila en París el Alfa GT con una versión especial que ensalza todavía más el espíritu único del modelo. Nacido en colaboración con Bertone, el Alfa GT propone un estilo original, una gran riqueza de contenidos y unas prestaciones fascinantes: representa una concepción inédita de deportividad, en la que convergen confort y elegancia. En el stand se expone una versión “Black Line” caracterizada por una carrocería “Rojo Alfa”, interiores revestidos de piel negra con costuras rojas y equipada con el potente 2.0 JTS de 165 CV.
Destinado a una clientela deportiva, además del habitual equipamiento de serie, este automóvil se caracteriza por algunos elementos y contenidos exclusivos: llantas de aleación de 18” (diseño con orificios y tratamiento cromo), faros delanteros con marco negro, rejilla central pintada satinada y tapa de los espejos cromada. Además, en el interior destacan el salpicadero negro con tratamiento en color oscuro de la consola central y los asientos de piel negra con costuras y logotipo rojo y con asiento calado. Las alfombras, alfombrillas y los pomos del cambio y del freno de estacionamiento también son de color negro con costuras rojas. Por último, este original Alfa GT propone un equipamiento muy interesante con radionavegador por mapas con teléfono y mandos de voz y abono para los servicios infotelemáticos.
Alfa 8C Competizione, primicia mundial
Debuta en París la versión definitiva del fascinante Alfa 8C Competizione, Gran Turismo exclusivo que se producirá en edición limitada. Diseñado por Alfa Romeo, el automóvil deriva directamente del concepto que despertó admiración en el Salón de Frankfurt de 2003 y se ha valido del desarrollo de las mejores competencias técnico-industriales en el ámbito del Polo Deportivo Alfa-Maserati.
En particular, la cooperación entre las dos casas se ha desarrollado siguiendo un enfoque de integración entre las funciones de diseño de Alfa Romeo y la de producción de Maserati.
El 8C Competizione se inspira en el pasado glorioso de la marca diseñando en el futuro los valores de tecnología y de emoción. La inspiración en el pasado es evidente ya en el nombre, evocativo, que recuerda la gran tradición deportiva de Alfa Romeo. La sigla 8C en los años treinta y cuarenta distinguía a aquellos automóviles, de competición y de carretera, equipados con el potente “ocho cilindros” realizado por el famoso diseñador Vittorio Jano. En cambio, el término “Competizione” quiere ser ante todo un homenaje al “6C 2500 Competizione”, cupé deportivo conducido en el año 1950 por la pareja Fangio-Zanardi en la famosa Mille Miglia.
Por lo tanto, “8C Competizione” no es un nombre inventado, sino una marca distintiva de su propia historia deportiva; es más, de una auténtica leyenda nacida de las incontables victorias conquistadas en los circuitos de todo el mundo, siempre gracias a la calidad de los hombres y de su pasión agonística, la búsqueda de motores y tecnologías de vanguardia, el renovado gusto por el desafío.
Y es precisamente por este lazo con los valores de la historia Alfa Romeo que el término “Competizione” asume todavía más importancia; proyectado hacia el futuro representa el sentido de dinamismo constante que caracteriza a una marca en busca de la excelencia, del aumento de su competitividad y de la innovación tecnológica. Con esto queda explicado el papel del nuevo automóvil, que no es un punto de llegada, sino un punto de partida para reafirmar la singularidad de Alfa Romeo en el mundo: la capacidad de combinar la emoción de la línea con el placer de conducción.
Estilo y aerodinámica: tradición e innovación
La línea fascinante, obra del Centro Stile Alfa Romeo, hace único este biplaza en el panorama de los granturismos. Gracias al excelente trabajo de los diseñadores, las necesidades aerodinámicas y de prestaciones no han modificado el concepto original del automóvil. De hecho, el estilo mantiene la increíble pureza de las formas, inalteradas por elementos que pudieran perturbar su armonía.
Las soluciones adoptadas por el Alfa 8C para alcanzar los máximos niveles de eficacia aerodinámica no se limitan al diseño de las formas. El aire envuelve al automóvil y sigue su recorrido natural, sin que cantos e irregularidades lo obstaculicen. Todas las superficies y los perfiles de los montantes y de los cristales, junto con la forma y la posición de los espejos retrovisores, han sido optimizados tanto con cálculos computacionales como con pruebas en túnel y pruebas reales. Se ha dedicado mucha atención con el fin de crear un efecto “suelo” que ha permitido obtener un Cz (coeficiente de sustentación) negativo que, como en los automóviles de competición, contribuye a aumentar la estabilidad a velocidades elevadas.
Las dimensiones compactas sintetizan la agresividad de un automóvil pensado para garantizar la máxima eficacia de conducción.
Las superficies del automóvil están bien esculpidas y hábilmente modeladas. En concreto, la marca horizontal “hundida”, que parte a la altura de los pasos de rueda delanteros hacia el lateral, transmite un gran dinamismo. Las ruedas de grandes dimensiones y los potentes “músculos” de las aletas traseras acentúan la personalidad y la fuerza del modelo, sin por ello restar elegancia a las líneas que se deslizan suavemente, casi subrayando la belleza formal de cada uno de los elementos de los exteriores: el faro en forma de “gota” engarzado como una piedra preciosa en la aleta delantera, los faros traseros con leds, síntesis de tecnología y racionalidad, la esencial maneta de la puerta. Además, en el frontal encontramos los recursos característicos de Alfa Romeo, con una nueva interpretación de los “ensanchamientos” y del escudo.
La línea innovadora anticipa elementos y proporciones de los futuros automóviles Alfa Romeo, pero se completa con emociones y sugerencias del pasado: el 33 Coupé Stradale, el Giulia TZ y muchos otros protagonistas de la historia del automóvil. Por último, para ensalzar las formas del 8C Competizione, el Centro Stile Alfa Romeo ha desarrollado nuevos colores que, además de combinarse con la sinuosidad del automóvil, expresan modernidad y sugestión tecnológica.
Motor 8 cilindros 4.7: el “belcanto” italiano
El motor es el “corazón” latente de un Alfa Romeo. En este caso se trata de un inédito 8 cilindros en V de 90° y cilindrada de 4.691 cm3 que se ha diseñado con un objetivo preciso: garantizar prestaciones extraordinarias, pero sin renunciar a la fluidez de funcionamiento y al disfrute en cualquier situación, desde la pista hasta la conducción por el tráfico urbano.
Las máximas prestaciones del motor se resumen en una potencia máxima de 450 CV a 7.000 r.p.m., un par máximo de 470 Nm a 4.750 r.p.m. y un régimen máximo de 7.500 r.p.m.
La configuración de la fluidodinámica interna y del sistema de refrigeración de las culatas se ha centrado en obtener una elevada permeabilidad de los conductos, una eficaz refrigeración de la carga de admisión para maximizar el rendimiento volumétrico y la prestación del motor.
La armonización de la geometría de admisión y escape, junto con la adopción de variadores de fase de actuación continua en los ejes de levas de admisión, a la optimización de la cámara de combustión y al calibrado del motor permiten obtener el 80% de par a partir de 2.000 r.p.m. En las situaciones de conducción deportiva en recorridos mixtos, el motopropulsor se hace apreciar por los tiempos de respuesta excepcionalmente cortos, gracias a la elevada permeabilidad de la admisión y a la baja inercia del sistema volante-embrague bidisco.
El cigüeñal con los contrapesos a 90°, completamente equilibrado con una oportuna selección de bielas y pistones, asegura al motor un funcionamiento con bajas vibraciones.
El grupo bloque-bloque inferior es de aluminio con 5 soportes de banco para asegurar una elevada rigidez a la estructura y bajas pérdidas por fricción, y las culatas son de aleación de aluminio.
Todas las canalizaciones (agua, aceite, aire secundario) están realizadas directamente en las fusiones del motor, creando de este modo un sistema con elevada rigidez, dimensiones reducidas y garantías de montaje “seguro”, es decir, que goza de una alta fiabilidad.
La integración de los sistemas accesorios con las funciones principales del motor y el diseño de elevada rigidez de todos los elementos de amplia pared aseguran un bajo nivel de ruido ocasionado por el motor y una elevada fiabilidad de los componentes.
También el packaging longitudinal del motor ha sido objeto de especial atención, como demuestra la adopción de un accionamiento de la distribución de cadena única, que garantiza una excepcional fiabilidad de por vida.
Por último, se ha prestado una especial atención a la definición y entonación acústica de la admisión y del escape buscando un timbre que exaltase el carácter e hiciese inconfundible al automóvil. El resultado es un sonido característico y pleno, enfatizado por un sistema de admisión de elevada permeabilidad y por un sistema de escape con válvulas de actuación controlada electrónicamente que ensalza el sonido del automóvil respetando plenamente los vínculos homologativos y los aspectos medioambientales.
Transmisión, cambio robotizado y diferencial autobloqueante
Para el 8C Competizione los técnicos vuelven a proponer un esquema a menudo utilizado por la Casa: la arquitectura transaxle con cambio en el eje trasero, ya patrimonio de automóviles Alfa Romeo. Este esquema permite obtener un excelente comportamiento dinámico, ofreciendo además, la proverbial seguridad activa de Alfa Romeo.
El grupo motor – cambio se ha realizado según la arquitectura transaxle que permite una distribución de pesos muy eficaz para el manejo del automóvil. Gracias a las reducidas dimensiones axiales del motor y a la integración con los elementos del bastidor desde las primeras fases de diseño, todo el grupo motopropulsor se ha alojado en una posición particularmente retrasada, como es propio de una configuración deportiva.
El cambio de 6 velocidades, con selección computerizada de las marchas mediante las palancas detrás del volante, se ha desarrollado para garantizar cambios de marcha muy rápidos y puede utilizarse en las modalidades Manual-Normal, Manual-Sport, Automático-Normal, Automático-Sport, Ice. Por último, el diferencial autobloqueante permite gestionar con extraordinaria eficacia aceleraciones y estabilidad en cualquier situación.
Suspensiones, ruedas y sistema de frenos
Según la tradición Alfa Romeo, las soluciones técnicas derivan directamente del mundo de la competición. No son una excepción las suspensiones del nuevo modelo, que prevén un esquema de paralelogramo con portabujes y brazos de aluminio forjado, puntal adicional para el control de la convergencia. Para asegurar una frenada potente y eficaz incluso en el uso más extremo, el sistema de frenos propone discos perforados y ventilados con pinzas de freno de aluminio. Además, para “pegar” el automóvil al asfalto se han elegido neumáticos de 20” desarrollados específicamente para garantizar prestaciones excelentes: 245/35 en el eje delantero y 285/35 en el eje trasero, montados en llantas de orificios de aluminio con conformación por estirado para asegurar ligereza y la máxima eficacia en la ventilación de los frenos.
Por último, para garantizar una utilización siempre divertida y segura en cualquier condición de conducción, el 8C Competizione propone la última edición del VDC Alfa Romeo, un sistema evolucionado de control de estabilidad y tracción, para garantizar al conductor el máximo “feeling” con el automóvil.
Estructura rígida y ligera
Una estructura rígida y ligera es la norma para configurar un buen automóvil de elevadas prestaciones. Y es también el principio que inspira el 8C Competizione. En concreto, el bastidor compacto es de acero para obtener la máxima rigidez torsional para garantizar una conducción siempre precisa y segura, mientras que la carrocería es completamente de fibra de carbono. Esta elección está motivada por la necesidad de reducir al máximo los pesos pero también de optimizar el baricentro del automóvil ganando en agilidad y maniobrabilidad en los recorridos más difíciles.
Interiores: personalidad y tecnología
El rasgo característico está determinado por el gran uso de materiales compuestos para la realización del salpicadero y de los paneles interiores. Una elección técnica pero que refuerza el espíritu del automóvil y ensalza su personalidad. Como demuestra también la adopción de asientos anatómicos, realizados en fibra de carbono, que pueden regularse y personalizarse en función de las características físicas del conductor (una peculiaridad hasta ahora reservada a los coches de carreras).
Todo ha sido estudiado y realizado para garantizar la máxima ergonomía del conductor y de quien desee compartir las emociones: conducción distendida, instrumentación siempre visible e intuitiva, palancas del cambio robotizado fijas en la columna y de fácil acceso sin mover las manos del volante deportivo.
El cuidado y el detalle de los acabados permitirán obviamente la personalización, según el gusto del cliente, que podrá elegir entre diferentes interiores.
El placer absoluto de la conducción deportiva
Con sólo mirarlo ya le gusta: neumáticos anchos, geometría baja, estilo equilibradamente agresivo. En una palabra: belleza. Sólo con escuchar el motor emociona; un sonido mecánico, pleno, convincente. Ahora no hay más que sentarse al volante, poner la primera marcha y salir a probar el Alfa 8C Competizione. Pero queda una duda: cómo conducir un deportivo que bajo el capó esconde un 8 cilindros de 4.700 cm3 y que, al pisar el acelerador, descarga en el suelo 450 CV de potencia y 470 Nm de par. La inesperada respuesta es: con mucha facilidad, de una manera incluso más sencilla e instintiva de lo que estábamos acostumbrados con nuestro automóvil de todos los días. Siempre que se nos conceda el tiempo y el placer (porque de esto se trata) de familiarizarnos con mandos más directos y respuestas más inmediatas descubriendo, poco a poco, el alma del nuevo Alfa 8C Competizione: la que en recorridos mixtos o, mejor todavía, en la pista, donde la velocidad y las aceleraciones transversales son más difíciles, proporciona sensaciones que sólo un auténtico deportivo puede ofrecer.
En definitiva, el Alfa 8C Competizione declara “ser un Alfa” en todos los aspectos, confirmando un control y un placer de conducción sin compromisos. Desde siempre, el confort de marcha y el comportamiento dinámico son características peculiares de los automóviles Alfa Romeo, pero en el caso de este automóvil llegan a ser auténticos puntos fuertes.
Alfa 8C Competizione un nombre legendario para un automóvil único
El espíritu Alfa Romeo, desde sus orígenes, se ha alimentado de un instinto constante hacia la perfección técnica, proporcionando prestaciones cada vez más elevadas. Los protagonistas absolutos de esta búsqueda son los motores: el corazón latente de todo automóvil Alfa Romeo. Las excelentes escenografías de un progreso técnico y tecnológico realmente único han sido los trazados de competición de todo el mundo, en los que la bandera de Alfa Romeo ha conquistado su puesto más alto.
La clave de la evolución técnica de Alfa Romeo es el motor de 8 cilindros, elaborado en la primera mitad de los años veinte por un joven técnico con el nombre de Vittorio Jano, comprometido con la renovación del motor de 6 cilindros, tanto para responder a las necesidades de los compradores de los automóviles “de serie” como para contrastar de la mejor manera los asaltos de las casas rivales en las competiciones deportivas.
La primera prueba de un automóvil 8C tuvo lugar en 1923 con el P1, ya dotado de compresor y de doble encendido y, posteriormente, con el P2. El resultado no pudo ser mejor: en 1925 el Alfa Romeo P2 se adjudicó la victoria del primer Campeonato del Mundo. Los efectos positivos de estas innovaciones no se limitaban a los motores de los automóviles de producción, sino que la gloria de este resultado se introdujo en el escudo “Alfa Romeo – Milano” en forma de una corona de laurel que, a partir de este momento, caracterizó a todos los automóviles de la casa de Portello.
A principios de los años treinta, los potentes y fiables motores de 8 cilindros –a partir de entonces de aleación ligera– “sonaban” dulces bajo el capó de elegantes cabriolets y cupés (carrozados, entre otros, por los milaneses Zagato y Castagna) y rugían en el polvo de competiciones como la Mille Miglia y la Targa Florio, que enriquecieron un impresionante palmarés de victorias absolutas. Una mención particular merecen las increíbles victorias de 1931, 1932, 1933 y de 1934 en Le Mans del Alfa Romeo 8C (llamado posteriormente “Le Mans” en nombre de estas grandes victorias).
La culminación del nivel técnico alcanzado con los 8 cilindros es el motor del Alfa Romeo Tipo B, llamado también “P3” para destacar la continuación tecnológica con el P2. Campari, Nuvolari, Caracciola, Borzacchini, Marinoni, Guidotti, Fagioli son sólo algunos de los campeones que han unido sus éxitos al motor 8C en las metas de los más prestigiosos circuitos del mundo, tanto en la versión de 1932 como en la de 1934.
La continua evolución y la constante investigación técnica alcanzan su cumbre con el 8C 2900, líder indiscutible de las carreras de la segunda mitad de los años treinta, desde la 1000 Miglia hasta las 24 horas de Le Mans, conducido sin igual por el piloto Biondetti en un 8C de excepcional elegancia carrozado por Touring específicamente para esta competición. La longevidad de este motor es excepcional: también en 1947 el 8C 2900 B conquistó con Biondetti-Romano la 1000 Miglia, demostrando una vez más y por un recorrido extremamente difícil, que los motores Alfa Romeo estaban dotados de una potencia y de una fiabilidad fuera de serie.
La Segunda Guerra Mundial interrumpió, aunque sólo por poco tiempo, las victorias del 158. En 1946 nació el mítico 159 “Alfetta”, un concentrado de alta escuela motorística. Como decía Juan Manuel Fangio, conducir este 8 cilindros era como “tener entre las manos el arco de un Stradivarius”. El 158 primero y el 159 después, entregaron a la Marca los laureles de los primeros dos campeonatos mundiales de la Fórmula 1 moderna, en 1950 con Nino Farina y en 1951 con Fangio.
Después de las victorias en Fórmula 1, Alfa Romeo decidió retirarse de las competiciones para dedicarse completamente a la fuerte demanda de la última creación 1900 y, posteriormente, de la gama Giulietta. En 1967 regresaron los potentes 8 cilindros que equipaban los 33 de competición y que caracterizaban las formas fascinantes y deportivas del 33 en versión de carretera. Y también en esta ocasión el debut en competición fue apasionante, con el grado alto en el podio de Teodoro Zeccoli con motivo de la competición en subida de Fleron, Bélgica, en el 33/2 Sport Prototipo.
Otros 33, a lo largo de los años setenta, se adjudicaron importantes éxitos en las pistas y en los circuitos de todo el mundo. Dicha perfección de técnica se transmite a los automóviles de serie como el Montreal, automóvil de gran prestigio y de muy elevadas prestaciones, gracias al motor 8 cilindros derivado precisamente de los 33 de competición. En 1977 el motor de 8 cilindros se montó en una serie limitada del Alfetta GTV, realizada por Autodelta que, de este modo, continuaba la tradición deportiva dedicada a la producción de los motores.
Hoy, el corazón legendario de aquel motor vuelve a latir en el capó del nuevo Alfa 8C Competizione.
Alfa 147 Q2, primicia mundial
El Alfa 147 expuesto en París propone, en primicia mundial, el diferencial autobloqueante delantero (denominado Q2) que mantiene e implementa todos los puntos de fuerza de una tracción delantera, en materia de seguridad activa y de intuición en la conducción, aumentando el placer y el control de la conducción. Además, el novedoso sistema asegura algunas ventajas propias de una tracción integral, pero con un peso y un coste realmente inferiores.
El sistema Q2 se basa en la presencia de un diferencial de deslizamiento limitado, de tipo mecánico Torsen. En concreto, este diferencial tiene la tarea de repartir el par entre las ruedas motrices delanteras de manera dinámica y continua dependiendo de las condiciones de conducción y del firme. Además, combinado con la exclusiva suspensión delantera de paralelogramo, el sistema permite un tuning del automóvil especialmente eficaz.
Los ingenieros de Alfa Romeo, partieron de la excelente reputación que la tracción delantera cuenta entre los clientes (no es casualidad que sea la solución elegida por la mayoría de las casas automovilísticas). Basta con decir que, más allá de los beneficios generales de este tipo de arquitectura (peso, habitabilidad, etc.), en las situaciones límite, el comportamiento subvirador de una tracción delantera permite al conductor responder a las tensiones del vehículo de manera más intuitiva; de aquí surge la idea de que la tracción delantera sea “más sincera” que la tracción trasera.
Por consiguiente, se produce un considerable aumento de seguridad en la conducción. Por el contrario debe señalarse que la tracción delantera –en la medida que las ruedas de dirección son también motrices– puede hacer que el placer y el control de conducción en determinadas situaciones no sea total, dando lugar a problemas de tracción en las curvas, a un comportamiento subvirador al límite o a reacciones en la dirección.
Para hacer frente a estas desventajas, Alfa Romeo ha puesto a punto el sistema Q2 que hace suyos todos los puntos fuertes de la tracción delantera, aumentando considerablemente el agarre a la carretera, la tracción y la estabilidad en reducción y, al mismo tiempo, reduciendo el subviraje en aceleración, las intervenciones de los controles electrónicos y de las vibraciones en el volante. A continuación mostramos dos ejemplos prácticos que ponen de manifiesto el potencial técnico del sistema Q2.
Primer caso: automóvil en curvas
Recorriendo una curva en condiciones de poca adherencia (carretera mojada, nevada, barro, etc.) o conduciendo de forma deportiva, a menudo nos encontramos ante una situación de pérdida de adherencia de la rueda interior, debido al hecho de que el diferencial reparte el par a la rueda más “descargada” y lo resta a la exterior que, al recibir el peso añadido del balanceo del automóvil, podría sufrir un fricción to