El concejal socialista de Roda de Barà, José Luis Moreno, preguntaba en voz alta en el pleno de presupuestos por qué no había ninguna partida económica para el museo de coches antiguos, según publica El Diario de Tarragona. Incluso ironizó afirmando que se parecía al río Guadiana, que aparece y desaparece a lo largo de su ruta hacia el mar. El alcalde rodense, Pere Compte, admite que el museo no depende de una partida en el capítulo de inversiones, sino de un gesto de la Generalitat para poder desbloquear la situación.
El museo de coches antiguos ya está diseñado sobre el papel. El Ayuntamiento encargó en 2005 la redacción del proyecto ejecutivo a la Oficina Tècnica d'Arquitectura i Engineria de Barcelona y pagó por ello unos 120.000 euros. El resultado se mostró públicamente en el último encuentro de coches antiguos de Roda, celebrado el 20 de noviembre.
No obstante, de la teoría a la práctica de este proyecto hay un paso demasiado largo, puesto que la inversión para levantar el edificio ronda los 6 millones de euros, una cantidad impensable de asumir por un municipio como el de Roda de Barà, según señala el citado diario.
El Ayuntamiento agotó todas las vías de financiación pública. Llamó a todas las puertas posibles, desde la Generalitat hasta el 1% cultural del Estado. El museo de vehículos de época no se ajustaba a los requisitos y no había posibilidad de conceder dinero público.
Por ello, la única posibilidad es la financiación por la vía privada. El alcalde de Roda de Barà, Pere Compte, sabía cómo implicar el capital privado en el museo, pero para ello necesitaba un pequeño paso burocrático. El permiso necesario era el cambio de usos de unos terrenos previstos para equipamientos, tanto en la zona del Francaset, urbanización que nace al lado de la N-340, como en la calle Sínia, muy cerca del puerto deportivo en construcción.
Sin embargo, las propuestas han sido desechadas por la Generalitat, lo que cortó las alas al plan del alcalde. Sin embargo, una reunión más reciente con el director general de Urbanisme de la Generalitat, Joan Llort, abría una puerta a la esperanza. «Si podemos desbloquear esta situación, podremos iniciar los trámites del museo», dice Compte.
El museo de coches antiguos ya está diseñado sobre el papel. El Ayuntamiento encargó en 2005 la redacción del proyecto ejecutivo a la Oficina Tècnica d'Arquitectura i Engineria de Barcelona y pagó por ello unos 120.000 euros. El resultado se mostró públicamente en el último encuentro de coches antiguos de Roda, celebrado el 20 de noviembre.
No obstante, de la teoría a la práctica de este proyecto hay un paso demasiado largo, puesto que la inversión para levantar el edificio ronda los 6 millones de euros, una cantidad impensable de asumir por un municipio como el de Roda de Barà, según señala el citado diario.
El Ayuntamiento agotó todas las vías de financiación pública. Llamó a todas las puertas posibles, desde la Generalitat hasta el 1% cultural del Estado. El museo de vehículos de época no se ajustaba a los requisitos y no había posibilidad de conceder dinero público.
Por ello, la única posibilidad es la financiación por la vía privada. El alcalde de Roda de Barà, Pere Compte, sabía cómo implicar el capital privado en el museo, pero para ello necesitaba un pequeño paso burocrático. El permiso necesario era el cambio de usos de unos terrenos previstos para equipamientos, tanto en la zona del Francaset, urbanización que nace al lado de la N-340, como en la calle Sínia, muy cerca del puerto deportivo en construcción.
Sin embargo, las propuestas han sido desechadas por la Generalitat, lo que cortó las alas al plan del alcalde. Sin embargo, una reunión más reciente con el director general de Urbanisme de la Generalitat, Joan Llort, abría una puerta a la esperanza. «Si podemos desbloquear esta situación, podremos iniciar los trámites del museo», dice Compte.