Los dos consorcios -uno de ellos con las españolas Hispasat y AENA- que optan al desarrollo y explotación del sistema europeo de navegación por satélite Galileo han presentado, como estaba previsto, su oferta conjunta a la empresa conjunta Galileo (GJU).
El portavoz de la GJU, Hans Peter Marchlewski, que una vez recibida la oferta ahora se analizará para ver si cumple las condiciones que se habían exigido. La decisión final la tomará el consejo de supervisión de Galileo el próximo 27 de junio en una reunión que se celebrará en Bruselas.
El pasado 1 de marzo, la GJU había decidido darse un plazo de tres meses para desarrollar negociaciones en paralelo con los dos consorcios antes de adoptar la decisión definitiva para poder 'valorar mejor' sus ofertas.
Eso supuso el segundo retraso en la decisión ya que el pasado mes de noviembre la empresa conjunta había retrasado la elección del consorcio al considerar que las ofertas eran muy similares y solicitó más información.
Los dos consorcios en liza son Eurely, en el que participan las españolas Hispasat y AENA, junto con Alcatel Participations o Fininmeccanica, e iNavSat, integrado por EADS SPACE, Inmarsat Ventures o Thales.
Posteriormente, ambos consorcios anunciaron su intención de fusionarse y presentar una oferta conjunta, lo que la GJU aceptó a finales de mayo y les dio como plazo hasta hoy para presentar el proyecto.Cuando se conocieron los planes de fusión de los dos consorcios, el Ejecutivo comunitario advirtió de que la GJU -creada por la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea- debería 'examinar estrictamente' si se cumplen una serie de condiciones básicas. Entre ellas, si existen suficientes garantías de financiación privada, si ofrece la posibilidad de entrar en nuevos mercados, si dispone de capacidad de investigación e innovación para generar ingresos y si se da un equilibrio entre financiación pública y privada, condiciones que ya se dan en ambos consorcios.
La fase de explotación del sistema Galileo debe comenzar en 2008 y, para ello, el contrato con el concesionario debe ser firmado antes de final de año por la Autoridad de Vigilancia, que aún no ha comenzado a funcionar.
Las fases de despliegue y explotación del sistema, que deben desarrollarse entre 2006 y 2007, cubrirán la fabricación y lanzamiento de satélites y la completa puesta en marcha del componente terrestre, con un coste de 2.100 millones de euros. La mayor parte, 1.400 millones de euros, deberá ser asumidos por el concesionario del sistema, frente a unos 700 millones que aportará la Comisión Europea.
La fase de explotación comercial se iniciará en 2008 y se espera que genere unos 100.000 empleos. Según los datos de la Comisión, el mercado mundial de los productos y servicios relacionados con la radionavegación por satélite se aproximará a los 300.000 millones de euros en 2020, con unos 3.000 millones de receptores en funcionamiento.
El proyecto Galileo cuenta con un presupuesto global de 3.200 millones de euros, será completamente civil y pretende competir con el estadounidense GPS, que es mayoritariamente de uso militar.
El portavoz de la GJU, Hans Peter Marchlewski, que una vez recibida la oferta ahora se analizará para ver si cumple las condiciones que se habían exigido. La decisión final la tomará el consejo de supervisión de Galileo el próximo 27 de junio en una reunión que se celebrará en Bruselas.
El pasado 1 de marzo, la GJU había decidido darse un plazo de tres meses para desarrollar negociaciones en paralelo con los dos consorcios antes de adoptar la decisión definitiva para poder 'valorar mejor' sus ofertas.
Eso supuso el segundo retraso en la decisión ya que el pasado mes de noviembre la empresa conjunta había retrasado la elección del consorcio al considerar que las ofertas eran muy similares y solicitó más información.
Los dos consorcios en liza son Eurely, en el que participan las españolas Hispasat y AENA, junto con Alcatel Participations o Fininmeccanica, e iNavSat, integrado por EADS SPACE, Inmarsat Ventures o Thales.
Posteriormente, ambos consorcios anunciaron su intención de fusionarse y presentar una oferta conjunta, lo que la GJU aceptó a finales de mayo y les dio como plazo hasta hoy para presentar el proyecto.Cuando se conocieron los planes de fusión de los dos consorcios, el Ejecutivo comunitario advirtió de que la GJU -creada por la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea- debería 'examinar estrictamente' si se cumplen una serie de condiciones básicas. Entre ellas, si existen suficientes garantías de financiación privada, si ofrece la posibilidad de entrar en nuevos mercados, si dispone de capacidad de investigación e innovación para generar ingresos y si se da un equilibrio entre financiación pública y privada, condiciones que ya se dan en ambos consorcios.
La fase de explotación del sistema Galileo debe comenzar en 2008 y, para ello, el contrato con el concesionario debe ser firmado antes de final de año por la Autoridad de Vigilancia, que aún no ha comenzado a funcionar.
Las fases de despliegue y explotación del sistema, que deben desarrollarse entre 2006 y 2007, cubrirán la fabricación y lanzamiento de satélites y la completa puesta en marcha del componente terrestre, con un coste de 2.100 millones de euros. La mayor parte, 1.400 millones de euros, deberá ser asumidos por el concesionario del sistema, frente a unos 700 millones que aportará la Comisión Europea.
La fase de explotación comercial se iniciará en 2008 y se espera que genere unos 100.000 empleos. Según los datos de la Comisión, el mercado mundial de los productos y servicios relacionados con la radionavegación por satélite se aproximará a los 300.000 millones de euros en 2020, con unos 3.000 millones de receptores en funcionamiento.
El proyecto Galileo cuenta con un presupuesto global de 3.200 millones de euros, será completamente civil y pretende competir con el estadounidense GPS, que es mayoritariamente de uso militar.