El Parlamento de Portugal ha aprobado una ley que obligará a colocar un chip en la matrícula de los automóviles y permitirá controlar las inspecciones técnicas, seguros y pago de impuestos del vehículo.
La ley fue aprobada por la mayoría absoluta del partido socialista, pero todas las formaciones de la oposición votaron en contra tras considerar que la instalación obligatoria del dispositivo electrónico podría violar la privacidad de los conductores, informa EFE.
El "chip" permitirá, además, el reconocimiento de vehículos accidentados o abandonados, e incluso podrá ser utilizado para el pago de peajes.
El coste de sus instalación, por cuenta de los propietarios de los vehículos, ascenderá a 10 euros.
Más control de las inspecciones
En lo que va de año, en el país vecino se han dado de baja cerca de un millón de matrículas, oficialmente en vigor, de vehículos, en su mayoría viejos, que llevaban varios años sin pasar las inspecciones técnicas, confirma la misma fuente. Y es que el Gobierno luso se ha marcado el objetivo de que se cumpla escrupulosamente con los calendarios y períodos de revisión de los vehículos.
Asimismo, pretende dar de baja los vehículos en desuso o que se conviertan en chatarra, algo que en infinidad de ocasiones no ocurría.
La ley fue aprobada por la mayoría absoluta del partido socialista, pero todas las formaciones de la oposición votaron en contra tras considerar que la instalación obligatoria del dispositivo electrónico podría violar la privacidad de los conductores, informa EFE.
El "chip" permitirá, además, el reconocimiento de vehículos accidentados o abandonados, e incluso podrá ser utilizado para el pago de peajes.
El coste de sus instalación, por cuenta de los propietarios de los vehículos, ascenderá a 10 euros.
Más control de las inspecciones
En lo que va de año, en el país vecino se han dado de baja cerca de un millón de matrículas, oficialmente en vigor, de vehículos, en su mayoría viejos, que llevaban varios años sin pasar las inspecciones técnicas, confirma la misma fuente. Y es que el Gobierno luso se ha marcado el objetivo de que se cumpla escrupulosamente con los calendarios y períodos de revisión de los vehículos.
Asimismo, pretende dar de baja los vehículos en desuso o que se conviertan en chatarra, algo que en infinidad de ocasiones no ocurría.