Nuevo concepto de propulsión para un todoterreno
Porsche AG planea lanzar una cuarta versión del todo terreno deportivo Cayenne hacia el final de la década. Este vehículo será impulsado por una unidad híbrida (con motor de gasolina y motor eléctrico) que será desarrollada conjuntamente con el grupo Volkswagen.
Este concepto ecológico de propulsión estará basado en un sistema plenamente híbrido, lo que significa que el vehículo será impulsado tanto por un motor de combustión de gasolina como por un motor eléctrico capaz de funcionar tanto de manera independiente como a la vez en un proceso conjunto. Un segundo embrague entre las dos unidades permitirá al motor eléctrico funcionar totalmente por separado siempre que sea necesario. La unidad de gestión electrónica del vehículo, teniendo en cuenta la posición del acelerador, determinará el nivel de energía eléctrica que deberá ser suministrada por el acumulador, situado en la parte trasera del vehículo, al motor eléctrico para generar la potencia necesaria. Cuando el segundo embrague está cerrado, tanto el motor de combustión como el eléctrico son capaces de aportar su potencia a la transmisión. Una vez agotada la energía eléctrica disponible, el motor eléctrico se desactiva automáticamente y el vehículo utiliza únicamente el motor de combustión.
Estos tres modos diferentes de operación permiten el empleo exclusivo del motor eléctrico no sólo en pequeñas aceleraciones a velocidad moderada en los semáforos y en las maniobras de aparcamiento, sino también conduciendo en áreas residenciales a velocidades de hasta 30 kilómetros/h. Otra ventaja adicional consiste en que el motor eléctrico proporciona un efecto de freno adicional, la energía eléctrica generada en el proceso es almacenada en la batería y se mantiene disponible para su empleo posterior conduciendo en el modo eléctrico.
Porsche AG planea lanzar una cuarta versión del todo terreno deportivo Cayenne hacia el final de la década. Este vehículo será impulsado por una unidad híbrida (con motor de gasolina y motor eléctrico) que será desarrollada conjuntamente con el grupo Volkswagen.
Este concepto ecológico de propulsión estará basado en un sistema plenamente híbrido, lo que significa que el vehículo será impulsado tanto por un motor de combustión de gasolina como por un motor eléctrico capaz de funcionar tanto de manera independiente como a la vez en un proceso conjunto. Un segundo embrague entre las dos unidades permitirá al motor eléctrico funcionar totalmente por separado siempre que sea necesario. La unidad de gestión electrónica del vehículo, teniendo en cuenta la posición del acelerador, determinará el nivel de energía eléctrica que deberá ser suministrada por el acumulador, situado en la parte trasera del vehículo, al motor eléctrico para generar la potencia necesaria. Cuando el segundo embrague está cerrado, tanto el motor de combustión como el eléctrico son capaces de aportar su potencia a la transmisión. Una vez agotada la energía eléctrica disponible, el motor eléctrico se desactiva automáticamente y el vehículo utiliza únicamente el motor de combustión.
Estos tres modos diferentes de operación permiten el empleo exclusivo del motor eléctrico no sólo en pequeñas aceleraciones a velocidad moderada en los semáforos y en las maniobras de aparcamiento, sino también conduciendo en áreas residenciales a velocidades de hasta 30 kilómetros/h. Otra ventaja adicional consiste en que el motor eléctrico proporciona un efecto de freno adicional, la energía eléctrica generada en el proceso es almacenada en la batería y se mantiene disponible para su empleo posterior conduciendo en el modo eléctrico.
