Porsche AG ha dado un paso importante para reducir las emisiones de CO2 de sus vehículos en un margen significativo. La compañía ha anunciado en el Salón del Automóvil de Ginebra (del 5 al 18 de marzo de 2007) que todos los modelos Porsche cumplirán desde comienzos del próximo año con la estricta normativa EU5 sobre emisiones contaminantes, aplicable a partir de septiembre de 2009, e incluso irán más lejos, porque también estarán por debajo de los límites definidos actualmente en la directiva EU6, que no tiene previsto entrar en vigor hasta septiembre de 2014.
Un hecho importante a destacar es que todos los motores Porsche ya están listos para funcionar con un aditivo de etanol en el combustible. Esto es aplicable tanto en los vehículos deportivos de Porsche, diseñados para admitir un 10% de etanol, como para el todoterreno Cayenne, que puede utilizar una mezcla de carburante con un 25% de etanol. Al estar considerado el etanol como un biocombustible que se extrae de la materia prima regenerada, su utilización mejora el balance general de emisión de CO2 en todo el proceso de producción y consumo de combustible, en unas cifras que se corresponden con el 10% ó el 25%, respectivamente, según el modelo. El Centro de Desarrollo de Porsche está también trabajando en los llamados Flexi Fuel Vehicle (FFV), que son capaces de moverse, bien sólo con gasolina, o bien con una mezcla de hasta el 85% de etanol.
En sus esfuerzos para minimizar el consumo de combustible y las emisiones contaminantes, Porsche está dando la máxima prioridad al lanzamiento de un motor híbrido que la compañía desarrolla de forma conjunta con el Grupo Volkswagen y que se prevé llegue al mercado en una nueva variante del Cayenne, antes del final de esta década. Este concepto de conducción alternativa reducirá el consumo de carburante en otro 30%, con lo que el Cayenne logrará un consumo inferior a los 9 litros por cada 100 kilómetros.
Porsche planea comercializar en el futuro el llamado “full hybrid”, que combina el uso de un motor de combustión de gasolina con otro eléctrico. Los beneficios de este sistema son que ambos propulsores pueden funcionar de forma conjunta o independiente, lo que permite tres modos de operar diferentes. En este proceso, el motor eléctrico aporta la fuerza necesaria, no sólo para arrancar a baja velocidad o en maniobras, sino también conduciendo, por ejemplo, en zonas residenciales.
Aparte de los esfuerzos que se están haciendo para reducir el consumo de combustible a través de la tecnología de aligerar peso y del uso de sistemas innovadores, como el VarioCam Plus de gestión de apertura de válvulas o la inyección directa de gasolina, las medidas planificadas sirven para reducir significativamente las emisiones de CO2 y también para disminuir el óxido nítrico en las emisiones de escape, con lo que se cumplen las normativas EU5 y EU6 incluso antes de su entrada en vigor.
Un hecho importante a destacar es que todos los motores Porsche ya están listos para funcionar con un aditivo de etanol en el combustible. Esto es aplicable tanto en los vehículos deportivos de Porsche, diseñados para admitir un 10% de etanol, como para el todoterreno Cayenne, que puede utilizar una mezcla de carburante con un 25% de etanol. Al estar considerado el etanol como un biocombustible que se extrae de la materia prima regenerada, su utilización mejora el balance general de emisión de CO2 en todo el proceso de producción y consumo de combustible, en unas cifras que se corresponden con el 10% ó el 25%, respectivamente, según el modelo. El Centro de Desarrollo de Porsche está también trabajando en los llamados Flexi Fuel Vehicle (FFV), que son capaces de moverse, bien sólo con gasolina, o bien con una mezcla de hasta el 85% de etanol.
En sus esfuerzos para minimizar el consumo de combustible y las emisiones contaminantes, Porsche está dando la máxima prioridad al lanzamiento de un motor híbrido que la compañía desarrolla de forma conjunta con el Grupo Volkswagen y que se prevé llegue al mercado en una nueva variante del Cayenne, antes del final de esta década. Este concepto de conducción alternativa reducirá el consumo de carburante en otro 30%, con lo que el Cayenne logrará un consumo inferior a los 9 litros por cada 100 kilómetros.
Porsche planea comercializar en el futuro el llamado “full hybrid”, que combina el uso de un motor de combustión de gasolina con otro eléctrico. Los beneficios de este sistema son que ambos propulsores pueden funcionar de forma conjunta o independiente, lo que permite tres modos de operar diferentes. En este proceso, el motor eléctrico aporta la fuerza necesaria, no sólo para arrancar a baja velocidad o en maniobras, sino también conduciendo, por ejemplo, en zonas residenciales.
Aparte de los esfuerzos que se están haciendo para reducir el consumo de combustible a través de la tecnología de aligerar peso y del uso de sistemas innovadores, como el VarioCam Plus de gestión de apertura de válvulas o la inyección directa de gasolina, las medidas planificadas sirven para reducir significativamente las emisiones de CO2 y también para disminuir el óxido nítrico en las emisiones de escape, con lo que se cumplen las normativas EU5 y EU6 incluso antes de su entrada en vigor.