Porsche AG y su Centro Clásico de Clientes han ofrecido este año a los visitantes de la Techno-Classica de Essen una panorámica entre bastidores. El Departamento de Clásicos de la compañía, que tiene su cuartel general en las instalaciones principales de Stuttgart-Zuffenhausen, estuvo presente en la feria de coches de época más importante del mundo, del 27 al 30 de marzo de 2008. Bajo los focos, se pudieron contemplar su gama de productos y servicios, conectados con la reparación, mantenimiento, cuidado, restauración y provisión de piezas de recambio originales para los modelos clásicos de Porsche.
En el stand de Porsche del pabellón 3 se hizo especial énfasis en las explicaciones detalladas proporcionadas por los propios especialistas en restauración de Porsche. Los expertos estaban satisfechos de contestar a las preguntas de los visitantes, que iban desde la disponibilidad de recambios para los vehículos clásicos de la marca, hasta asuntos relacionados con el mantenimiento y servicio de estos coches. También los conductores que disfrutan trabajando ellos mismos en sus automóviles clásicos estuvieron bien servidos, pues había gran cantidad de libros en el stand, tanto manuales para los propietarios, como catálogos de piezas y CDs con instrucciones para reparación. Junto a todo esto hubo, además, un “taller en vivo” en el que los especialistas de Porsche mostraron sus habilidades a los expertos y aficionados, dando la oportunidad de ver en directo trabajos de restauración originales.
Igual que en el Centro Clásico de Clientes, el espacio de exhibición de aproximadamente 800 metros cuadrados albergó a ocho clubes Porsche que llevaron varios vehículos privados. Los coleccionistas y quienes buscaban recuerdos para adquirir tuvieron ocasión de contemplar la gama de productos de Porsche Design Driver’s Selection.
Los amantes de Porsche disfrutaron especialmente con las distintas exhibiciones: por ejemplo, el actual 911 Turbo de Porsche Exclusive colocado junto a otro 911 Turbo de 1974 propiedad de Ferry Porsche. La máxima atracción para los seguidores del automovilismo de competición fue el ganador de las 24 Horas de Le Mans de 1971. El Porsche 917 de “cola corta”, que corría con el número 22, estableció las bases de la construcción ligera, al ser un prototipo hecho con un chasis de estructura de tubos de magnesio. Esto vehículo ganó la segunda de las 16 victorias cosechadas hasta la fecha en Le Mans, conducido por Helmut Marko y Gijs van Lennep, y logró los todavía imbatidos records de distancia (5.335,313 km) y de velocidad media (222,304 km/h).
En el stand de Porsche del pabellón 3 se hizo especial énfasis en las explicaciones detalladas proporcionadas por los propios especialistas en restauración de Porsche. Los expertos estaban satisfechos de contestar a las preguntas de los visitantes, que iban desde la disponibilidad de recambios para los vehículos clásicos de la marca, hasta asuntos relacionados con el mantenimiento y servicio de estos coches. También los conductores que disfrutan trabajando ellos mismos en sus automóviles clásicos estuvieron bien servidos, pues había gran cantidad de libros en el stand, tanto manuales para los propietarios, como catálogos de piezas y CDs con instrucciones para reparación. Junto a todo esto hubo, además, un “taller en vivo” en el que los especialistas de Porsche mostraron sus habilidades a los expertos y aficionados, dando la oportunidad de ver en directo trabajos de restauración originales.
Igual que en el Centro Clásico de Clientes, el espacio de exhibición de aproximadamente 800 metros cuadrados albergó a ocho clubes Porsche que llevaron varios vehículos privados. Los coleccionistas y quienes buscaban recuerdos para adquirir tuvieron ocasión de contemplar la gama de productos de Porsche Design Driver’s Selection.
Los amantes de Porsche disfrutaron especialmente con las distintas exhibiciones: por ejemplo, el actual 911 Turbo de Porsche Exclusive colocado junto a otro 911 Turbo de 1974 propiedad de Ferry Porsche. La máxima atracción para los seguidores del automovilismo de competición fue el ganador de las 24 Horas de Le Mans de 1971. El Porsche 917 de “cola corta”, que corría con el número 22, estableció las bases de la construcción ligera, al ser un prototipo hecho con un chasis de estructura de tubos de magnesio. Esto vehículo ganó la segunda de las 16 victorias cosechadas hasta la fecha en Le Mans, conducido por Helmut Marko y Gijs van Lennep, y logró los todavía imbatidos records de distancia (5.335,313 km) y de velocidad media (222,304 km/h).
