Cincuenta y cinco socios de FACUA han logrado la devolución de su dinero o un vehículo nuevo gracias a un protocolo de mediación con el fabricante sin precedentes en el sector automovilístico en Europa. La Federación, que actualmente tramita más de cien casos, recibe quejas a diario relativas a vehículos vendidos entre 2001 y 2004.
La Federación de Consumidores en Acción (FACUA) y el fabricante automovilístico Peugeot han establecido un protocolo de mediación para resolver las reclamaciones de afectados por defectos de fabricación en el vehículo Peugeot 307. Más de 1.200 propietarios de vehículos Peugeot 307 comprados entre 2001 y 2004 en todas las provincias de España han contactado con FACUA para poner de manifiesto defectos de fabricación similares que se reiteraban tras pasar por los talleres oficiales de la marca. De ellos, 228 conductores se han asociado a la Federación para buscar solución a sus problemas, de los que cincuenta y cinco han recuperado su dinero o un vehículo nuevo.
El número de quejas recibidas tan sólo en FACUA alcanza ya el 0,8% de las 156.000 unidades vendidas en España desde que el vehículo salió al mercado. La inmensa mayoría de los afectados ha dado a conocer su situación a la Federación a través de la página web FACUA.org/307defectos, que ha recibido más de 100.000 visitas desde su creación, en diciembre de 2002.
Comprados entre 2001 y 2004
La llamada a revisión realizada por Peugeot en julio de 2002 sobre las 32.000 unidades vendidas hasta la fecha para intentar solventar los problemas de su sistema eléctrico no fue la última. En enero de 2004, la firma ha vuelto a realizar una llamada para "prevenir un posible disfuncionamiento que podría afectar a la conformidad de la caja de servicios auxiliares inteligente [denominada BSI] y al regulador de tensión". La BSI es, según la información que Peugeot facilita en la publicidad del 307, una "Caja de Servicio Inteligente" que "centraliza y gobierna las funciones del coche: motorización, transmisión, estabilidad, equipamientos de confort, seguridad activa y pasiva".
Actualmente, gracias a un acto de mediación colectiva sin precedentes en Europa en el sector automovilístico, treinta y tres socios de FACUA han recuperado la totalidad del dinero que abonaron por sus vehículos o una parte proporcional en función de su kilometraje. Otros doce conductores han aceptado la sustitución de su 307 por otro vehículo nuevo. Asimismo, ochenta casos se cerraron provisionalmente tras la reparación de los automóviles, de los cuales quince han sido reabiertos al volver a aparecer los defectos (uno de ellos ya ha sido recomprado).
La mesa de mediación entre FACUA y Peugeot fue creada en enero de 2003 cuando poco más de un centenar de conductores habían contactado con la Federación y ésta puso en marcha una plataforma nacional de afectados. Ambas partes han establecido un protocolo de actuaciones para solucionar cada caso que se inicia con una evaluación del estado del automóvil en un concesionario Peugeot. Si el usuario no acepta el criterio del fabricante sobre la existencia o no de defectos y la viabilidad de una nueva reparación, la recompra o su sustitución, el vehículo pasa por un peritaje independiente. Posteriormente, FACUA analiza el historial de reparaciones del coche y los resultados del peritaje para resolver qué solución procede exigir a la marca.
Fallos eléctricos y vibraciones
Los defectos que coinciden en la práctica totalidad de las reclamaciones se catalogan en dos grupos. El primero está relacionado con disfunciones en los equipos eléctricos de vehículos, que provocan apagones que los dejan sin iluminación externa e interna o la falta de respuesta de diversos componentes que dependen del sistema electrónico, entre ellos la parada del motor. También son muchos los casos de vibraciones que se acusan de forma considerable cuando los automóviles superan los 110 kilómetros por hora, aspecto que afecta gravemente a la estabilidad del volante y los espejos retrovisores, además de defectos de calidad en numerosos componentes.
La Federación de Consumidores en Acción (FACUA) y el fabricante automovilístico Peugeot han establecido un protocolo de mediación para resolver las reclamaciones de afectados por defectos de fabricación en el vehículo Peugeot 307. Más de 1.200 propietarios de vehículos Peugeot 307 comprados entre 2001 y 2004 en todas las provincias de España han contactado con FACUA para poner de manifiesto defectos de fabricación similares que se reiteraban tras pasar por los talleres oficiales de la marca. De ellos, 228 conductores se han asociado a la Federación para buscar solución a sus problemas, de los que cincuenta y cinco han recuperado su dinero o un vehículo nuevo.
El número de quejas recibidas tan sólo en FACUA alcanza ya el 0,8% de las 156.000 unidades vendidas en España desde que el vehículo salió al mercado. La inmensa mayoría de los afectados ha dado a conocer su situación a la Federación a través de la página web FACUA.org/307defectos, que ha recibido más de 100.000 visitas desde su creación, en diciembre de 2002.
Comprados entre 2001 y 2004
La llamada a revisión realizada por Peugeot en julio de 2002 sobre las 32.000 unidades vendidas hasta la fecha para intentar solventar los problemas de su sistema eléctrico no fue la última. En enero de 2004, la firma ha vuelto a realizar una llamada para "prevenir un posible disfuncionamiento que podría afectar a la conformidad de la caja de servicios auxiliares inteligente [denominada BSI] y al regulador de tensión". La BSI es, según la información que Peugeot facilita en la publicidad del 307, una "Caja de Servicio Inteligente" que "centraliza y gobierna las funciones del coche: motorización, transmisión, estabilidad, equipamientos de confort, seguridad activa y pasiva".
Actualmente, gracias a un acto de mediación colectiva sin precedentes en Europa en el sector automovilístico, treinta y tres socios de FACUA han recuperado la totalidad del dinero que abonaron por sus vehículos o una parte proporcional en función de su kilometraje. Otros doce conductores han aceptado la sustitución de su 307 por otro vehículo nuevo. Asimismo, ochenta casos se cerraron provisionalmente tras la reparación de los automóviles, de los cuales quince han sido reabiertos al volver a aparecer los defectos (uno de ellos ya ha sido recomprado).
La mesa de mediación entre FACUA y Peugeot fue creada en enero de 2003 cuando poco más de un centenar de conductores habían contactado con la Federación y ésta puso en marcha una plataforma nacional de afectados. Ambas partes han establecido un protocolo de actuaciones para solucionar cada caso que se inicia con una evaluación del estado del automóvil en un concesionario Peugeot. Si el usuario no acepta el criterio del fabricante sobre la existencia o no de defectos y la viabilidad de una nueva reparación, la recompra o su sustitución, el vehículo pasa por un peritaje independiente. Posteriormente, FACUA analiza el historial de reparaciones del coche y los resultados del peritaje para resolver qué solución procede exigir a la marca.
Fallos eléctricos y vibraciones
Los defectos que coinciden en la práctica totalidad de las reclamaciones se catalogan en dos grupos. El primero está relacionado con disfunciones en los equipos eléctricos de vehículos, que provocan apagones que los dejan sin iluminación externa e interna o la falta de respuesta de diversos componentes que dependen del sistema electrónico, entre ellos la parada del motor. También son muchos los casos de vibraciones que se acusan de forma considerable cuando los automóviles superan los 110 kilómetros por hora, aspecto que afecta gravemente a la estabilidad del volante y los espejos retrovisores, además de defectos de calidad en numerosos componentes.