Según un estudio “sobre Conducción y Fatiga” realizado por el RACE y ANFABRA (Asociación Nacional de Bebidas Refrescantes Analcohólicas) un 30% de los accidentes de tráfico tiene como causa principal la fatiga, generada por diversos factores: la falta de descanso, el consumo de alcohol, los atascos, las comidas copiosas o la deshidratación. La fatiga, como causa de accidentes, estaría por encima de factores como las condiciones metereológicas adversas o el estado de las carreteras.
Este porcentaje es similar al de otros países como Alemania o EE.UU y pone en relevancia la importancia de descansar correctamente antes de ponerse al volante. La mayoría de los encuestados consideran que la fatiga influye de forma importante o muy importante en la capacidad de reacción, aunque un alto porcentaje no parece reconocer sus síntomas. Entre estos se encontrarían la somnolencia, el picor de ojos o el nerviosismo.
Es significativo el gran número de conductores que, afirman haber sufrido síntomas de fatiga mientras conducían. De los 2.180 conductores consultados un 80% señala que ha tenido somnolencia mientras conducía con su vehículo, un 70% afirman haber notado falta de concentración y por último un 50% declaran haber notado picor de ojos, visión borrosa o parpadeo continuado. Otros síntomas, que también producen fatiga, tardan más en ser identificados: el 33% han percibido calambres musculares, el 18% ha tenido sensación de brazos y pies dormidos y el 10% indica haber tenido zumbido de oídos. Otra causa importante de la fatiga como es la deshidratación es prácticamente ignorada por los automovilistas.
No haber descansado lo necesario es un factor a tener en cuenta en la aparición e la fatiga. Para atenuar la misma se recomienda hacer paradas 15 y 30 minutos tras cada período de dos horas en los que se deben estirar las articulaciones, comer algo ligero, beber bebidas azucaradas. Uno de cada dos conductores ignoraría estas recomendaciones, puesto que no pararían lo suficiente. Preocupantemente uno de cada diez ni siquiera para o lo hace tras cuatro horas al volante. De los que paran un 86% aprovecha para beber agua, zumo o refrescos y un 59% caminan o se ejercitan un poco para afrontar los kilómetros restantes. De hecho, el 44% de los encuestados reconoce que cuando atisban síntomas de cansancio el parar y tomar una mebida refrescante les ayuda a despejarse.
En referencia a las bebidas espirituosas, un 57% responde que tomar algo de alcohol, como por ejemplo dos cervezas o una copa, tiene poco o ningún efecto sobre la conducción. Asimismo, un 54% desconoce que puede provocar somnolencia, un 44% que disminuye los reflejos, y un 54% de los encuestados que genera una falta sensación de euforia y disminuye la percepción del riesgo.