A principios del verano de 2006, Mazda emprendió un proceso de renovación y ampliación de la gama del Mazda3. Dicho proceso comenzó con un facelift general y, a finales de 2006, continuó con el lanzamiento del Mazda3 MPS, un deportivo de altas prestaciones que venía a convertirse en el buque insignia indiscutible de la gama. Ahora se incorpora el motor 2.0 CRTD de 143 CV, disponible en las carrocerías de cuatro y cinco puertas.
Este motor Mazda está pensado para atraer a clientes europeos que busquen una conducción deportiva con bajo consumo de combustible, y hará que el Mazda3 logre una mayor popularidad. Hasta diciembre de 2006, Mazda había vendido cerca de 275.000 unidades del Mazda3 en Europa, lo que convierte el modelo en el vehículo más vendido de Mazda Motor Europe. Claro que, el éxito de ventas del Mazda3 es un fenómeno de alcance mundial, y la producción de este compacto ya había roto la barrera de 1 millón de unidades a principios de septiembre de 2006, convirtiéndose en el modelo de Mazda que más rápidamente ha alcanzado ese volumen de fabricación.
El motor 2.0 CRTD supone una gran aportación a la gama Mazda3. Su potencia de 105 kW/143 CV a 3.500 rpm es excelente para un compacto, y su robusto par de 360 Nm (entre los más altos de su segmento, y cercano al del modelo MPS), disponible a tan sólo 2.000 rpm, aporta al ya de por sí ágil Mazda3 un carácter marcadamente deportivo. Su turbocompresor de geometría variable le proporciona una potencia y par máximos muy elevados en una amplia franja de velocidades. De hecho, gran parte del par se encuentra disponible desde tan sólo 1.500 rpm, lo que garantiza una reacción potente y rápida a los estímulos del acelerador, y hace que la conducción del Mazda3 2.0 CRTD resulte extremadamente divertida.
La tecnología common rail de alta presión garantiza una aceleración poderosa y lineal, y añade suavidad al funcionamiento del motor. Los ejes de la transmisión del nuevo modelo se han reforzado específicamente para adaptarse al elevado par del nuevo motor.
Deportivo y refinado, apenas consume 6,0 litros de combustible a los 100 km tanto en la versión Sportsedán como en la de cinco puertas (ciclo combinado). Estas cifras son posibles gracias a unos inyectores de combustible con seis orificios que optimizan la pulverización de la mezcla, controlando electrónicamente el volumen, la frecuencia y la temporización de la inyección (hasta 1.800 bar y hasta 6 inyecciones por ciclo), y al empleo de una relación de compresión baja, de 16,7:1. El resultado es una experiencia de conducción deportiva y un excelente confort a velocidades de autopista sin penalizar el consumo.
El motor también incorpora de serie el sistema de filtro de partículas de Mazda, totalmente exento de mantenimiento, que reduce las emisiones de partículas prácticamente a cero, garantizando así el cumplimiento de la normativa Euro IV y unos bajos costes de propiedad. El motor lleva asociada una transmisión manual de seis velocidades con cambios suaves y precisos, similar a la que se monta en el Mazda3 MPS. Esta caja de cambios, especialmente adaptada a la potencia y el desarrollo de par del motor turbodiésel 2.0 CRTD, es un elemento esencial de su naturaleza deportiva.
Exterior e interior: bajos niveles de sonoridad en el habitáculo y mayor confort de marcha
En la actualización a la que se sometió el Mazda3 en 2006, ya se introdujeron algunas pequeñas modificaciones de diseño que mejoraron todavía más el ya de por sí altísimo atractivo emocional del vehículo. Al mismo tiempo, se aprovechó para agregar nuevas funciones de confort, como el sistema avanzado de apertura y encendido sin llave y un sistema de sonido Bose® con siete altavoces. Durante el desarrollo del nuevo Mazda3 CRTD 143 CV, los ingenieros de Mazda prestaron especial atención al confort de marcha y dentro del habitáculo, lo que exigió reducir al mínimo absoluto los niveles de ruido, vibración y rumorosidad del motor. Así, se consiguió que un motor de alta gama como la unidad turbodiésel del Mazda3 garantizase diversión deportiva en estado puro sin molestias en el habitáculo.
El motor 2.0 CRTD del Mazda3 posee tecnología de inyección common rail de alta presión, que hace que el motor funcione con mayor suavidad y precisión, y que se suma a otras mejoras en las características NVH ya introducidas en el renovado Mazda3, como la reducción del ruido de rodadura de los neumáticos y un aislamiento acústico más eficaz. Para mayor confort, se ha introducido de serie el control de crucero (acabado Sportive), que hace más cómoda la conducción en desplazamientos largos.
Para transformar el poderoso par del motor 2.0 CRTD en una tracción segura y fiable, los ingenieros han aplicado refuerzos especiales en la carrocería, procedentes del Mazda3 MPS: por ejemplo, en la placa superior de la suspensión delantera, en la cubierta del motor y en el travesaño intermedio del túnel, que ahora es de mayor tamaño. La suspensión delantera MacPherson y la suspensión trasera multibrazo, que ya se adoptaron el verano pasado, se han afinado para ajustarlas mejor a este motor; para ello, se han incorporado barras estabilizadoras mayores y se han optimizado los amortiguadores y la resistencia de los muelles helicoidales, para un comportamiento Zoom-Zoom más ágil y un perfecto equilibrio entre confort y atributos deportivos.
En conjunto, todas estas novedades integradas en el chasis proporcionan un agarre superior a la carretera y una respuesta aún más lineal de la dirección asistida hidráulica, y hacen que el Mazda3 con el nuevo motor turbodiésel de 143 CV ofrezca una experiencia de conducción emocionante.
También se ha prestado un especial cuidado a la seguridad activa del Mazda3 CRTD 143 CV para garantizar una deceleración segura en cualquier situación. El vehículo cuenta con unos discos de freno más grandes (discos ventilados de 300 mm en las ruedas delanteras y discos macizos de 280 mm en las traseras), que se complementan con ABS, control de estabilidad (DSC) y tracción (TCS), distribución de la fuerza de frenado (EBD) y asistencia a la frenada, todo ello de serie. Entre otros elementos de seguridad activa, cabe destacar el encendido automático de faros y el sensor de lluvia (de serie en el acabado Sportive).
Este motor Mazda está pensado para atraer a clientes europeos que busquen una conducción deportiva con bajo consumo de combustible, y hará que el Mazda3 logre una mayor popularidad. Hasta diciembre de 2006, Mazda había vendido cerca de 275.000 unidades del Mazda3 en Europa, lo que convierte el modelo en el vehículo más vendido de Mazda Motor Europe. Claro que, el éxito de ventas del Mazda3 es un fenómeno de alcance mundial, y la producción de este compacto ya había roto la barrera de 1 millón de unidades a principios de septiembre de 2006, convirtiéndose en el modelo de Mazda que más rápidamente ha alcanzado ese volumen de fabricación.
El motor 2.0 CRTD supone una gran aportación a la gama Mazda3. Su potencia de 105 kW/143 CV a 3.500 rpm es excelente para un compacto, y su robusto par de 360 Nm (entre los más altos de su segmento, y cercano al del modelo MPS), disponible a tan sólo 2.000 rpm, aporta al ya de por sí ágil Mazda3 un carácter marcadamente deportivo. Su turbocompresor de geometría variable le proporciona una potencia y par máximos muy elevados en una amplia franja de velocidades. De hecho, gran parte del par se encuentra disponible desde tan sólo 1.500 rpm, lo que garantiza una reacción potente y rápida a los estímulos del acelerador, y hace que la conducción del Mazda3 2.0 CRTD resulte extremadamente divertida.
La tecnología common rail de alta presión garantiza una aceleración poderosa y lineal, y añade suavidad al funcionamiento del motor. Los ejes de la transmisión del nuevo modelo se han reforzado específicamente para adaptarse al elevado par del nuevo motor.
Deportivo y refinado, apenas consume 6,0 litros de combustible a los 100 km tanto en la versión Sportsedán como en la de cinco puertas (ciclo combinado). Estas cifras son posibles gracias a unos inyectores de combustible con seis orificios que optimizan la pulverización de la mezcla, controlando electrónicamente el volumen, la frecuencia y la temporización de la inyección (hasta 1.800 bar y hasta 6 inyecciones por ciclo), y al empleo de una relación de compresión baja, de 16,7:1. El resultado es una experiencia de conducción deportiva y un excelente confort a velocidades de autopista sin penalizar el consumo.
El motor también incorpora de serie el sistema de filtro de partículas de Mazda, totalmente exento de mantenimiento, que reduce las emisiones de partículas prácticamente a cero, garantizando así el cumplimiento de la normativa Euro IV y unos bajos costes de propiedad. El motor lleva asociada una transmisión manual de seis velocidades con cambios suaves y precisos, similar a la que se monta en el Mazda3 MPS. Esta caja de cambios, especialmente adaptada a la potencia y el desarrollo de par del motor turbodiésel 2.0 CRTD, es un elemento esencial de su naturaleza deportiva.
Exterior e interior: bajos niveles de sonoridad en el habitáculo y mayor confort de marcha
En la actualización a la que se sometió el Mazda3 en 2006, ya se introdujeron algunas pequeñas modificaciones de diseño que mejoraron todavía más el ya de por sí altísimo atractivo emocional del vehículo. Al mismo tiempo, se aprovechó para agregar nuevas funciones de confort, como el sistema avanzado de apertura y encendido sin llave y un sistema de sonido Bose® con siete altavoces. Durante el desarrollo del nuevo Mazda3 CRTD 143 CV, los ingenieros de Mazda prestaron especial atención al confort de marcha y dentro del habitáculo, lo que exigió reducir al mínimo absoluto los niveles de ruido, vibración y rumorosidad del motor. Así, se consiguió que un motor de alta gama como la unidad turbodiésel del Mazda3 garantizase diversión deportiva en estado puro sin molestias en el habitáculo.
El motor 2.0 CRTD del Mazda3 posee tecnología de inyección common rail de alta presión, que hace que el motor funcione con mayor suavidad y precisión, y que se suma a otras mejoras en las características NVH ya introducidas en el renovado Mazda3, como la reducción del ruido de rodadura de los neumáticos y un aislamiento acústico más eficaz. Para mayor confort, se ha introducido de serie el control de crucero (acabado Sportive), que hace más cómoda la conducción en desplazamientos largos.
Para transformar el poderoso par del motor 2.0 CRTD en una tracción segura y fiable, los ingenieros han aplicado refuerzos especiales en la carrocería, procedentes del Mazda3 MPS: por ejemplo, en la placa superior de la suspensión delantera, en la cubierta del motor y en el travesaño intermedio del túnel, que ahora es de mayor tamaño. La suspensión delantera MacPherson y la suspensión trasera multibrazo, que ya se adoptaron el verano pasado, se han afinado para ajustarlas mejor a este motor; para ello, se han incorporado barras estabilizadoras mayores y se han optimizado los amortiguadores y la resistencia de los muelles helicoidales, para un comportamiento Zoom-Zoom más ágil y un perfecto equilibrio entre confort y atributos deportivos.
En conjunto, todas estas novedades integradas en el chasis proporcionan un agarre superior a la carretera y una respuesta aún más lineal de la dirección asistida hidráulica, y hacen que el Mazda3 con el nuevo motor turbodiésel de 143 CV ofrezca una experiencia de conducción emocionante.
También se ha prestado un especial cuidado a la seguridad activa del Mazda3 CRTD 143 CV para garantizar una deceleración segura en cualquier situación. El vehículo cuenta con unos discos de freno más grandes (discos ventilados de 300 mm en las ruedas delanteras y discos macizos de 280 mm en las traseras), que se complementan con ABS, control de estabilidad (DSC) y tracción (TCS), distribución de la fuerza de frenado (EBD) y asistencia a la frenada, todo ello de serie. Entre otros elementos de seguridad activa, cabe destacar el encendido automático de faros y el sensor de lluvia (de serie en el acabado Sportive).