Las empresas de transporte de vehículos dejan de prestar desde hoy servicio a los fabricantes de automóviles que no estén dispuestos a negociar una subida de las tarifas, con el fin de compensar los efectos negativos derivados del incremento del precio del gasóleo.
Así lo ha explicado a EP el secretario general de la Asociación Nacional de Portavehículos (ANP), Manuel Tolón, quien indica que esta organización propone una subida de tarifas del 9 por ciento, coincidente con el incremento en el precio de los carburantes que refleja el Observatorio de Costes del Transporte del Ministerio de Fomento.
Asimismo, señala que algunas empresas han mostrado su disposición a negociar la subida de tarifas, como Mercedes-Benz, Volkswagen o PSA Peugeot-Citroën. Opel, del grupo General Motors, incluye en sus contratos una cláusula de revisión de tarifas en previsión de subidas del precio de los carburantes.
Según Tolón, algunos fabricantes de automóviles no han revisado las tarifas que pagan por el transporte de los coches en los dos últimos años. "No somos partidarios de ningún paro y nos encantaría que las marcas tuvieran voluntad de negociar", agrega.
El secretario general de la ANP recuerda que el gasóleo representa el 30 por ciento de los costes de las empresas portavehículos, por lo que el encarecimiento del carburante tiene una repercusión muy significativa sobre la rentabilidad de estas compañías.
La Asociación Nacional de Portavehículos cuenta actualmente con una veintena de empresas asociadas que disponen de una flota de unos 6.000 vehículos, 3.000 de ellos en propiedad y los otros 3.000 pertenecientes a compañías subcontratadas.
Las compañías de transporte de vehículos llevaron a cabo un paro indefinido durante las siete últimas semanas del año 2000 que supuso el desabastecimiento de los concesionarios de automóviles procedentes de las fábricas.
El conflicto, que afectó a las ventas de automóviles durante la recta final del año 2000 -las matriculaciones cayeron un 21 por ciento en diciembre-, concluyó con un acuerdo suscrito por las partes el 12 de enero de 2001.
Así lo ha explicado a EP el secretario general de la Asociación Nacional de Portavehículos (ANP), Manuel Tolón, quien indica que esta organización propone una subida de tarifas del 9 por ciento, coincidente con el incremento en el precio de los carburantes que refleja el Observatorio de Costes del Transporte del Ministerio de Fomento.
Asimismo, señala que algunas empresas han mostrado su disposición a negociar la subida de tarifas, como Mercedes-Benz, Volkswagen o PSA Peugeot-Citroën. Opel, del grupo General Motors, incluye en sus contratos una cláusula de revisión de tarifas en previsión de subidas del precio de los carburantes.
Según Tolón, algunos fabricantes de automóviles no han revisado las tarifas que pagan por el transporte de los coches en los dos últimos años. "No somos partidarios de ningún paro y nos encantaría que las marcas tuvieran voluntad de negociar", agrega.
El secretario general de la ANP recuerda que el gasóleo representa el 30 por ciento de los costes de las empresas portavehículos, por lo que el encarecimiento del carburante tiene una repercusión muy significativa sobre la rentabilidad de estas compañías.
La Asociación Nacional de Portavehículos cuenta actualmente con una veintena de empresas asociadas que disponen de una flota de unos 6.000 vehículos, 3.000 de ellos en propiedad y los otros 3.000 pertenecientes a compañías subcontratadas.
Las compañías de transporte de vehículos llevaron a cabo un paro indefinido durante las siete últimas semanas del año 2000 que supuso el desabastecimiento de los concesionarios de automóviles procedentes de las fábricas.
El conflicto, que afectó a las ventas de automóviles durante la recta final del año 2000 -las matriculaciones cayeron un 21 por ciento en diciembre-, concluyó con un acuerdo suscrito por las partes el 12 de enero de 2001.