La vida media de los vehículos, aunque va descendiendo conforme mejora el nivel adquisitivo de los ciudadanos, oscila entre los diez y los doce años, por lo que es necesario, según la entidad, garantizar unos niveles mínimos de seguridad con el fin de reducir los accidentes.
Las campañas que realiza la Junta de Castilla y León se dirigen, principalmente, al transporte escolar, según Marcelo Llamazares, técnico de la ITV del Servicio de Industria de Zamora. Pero la propia concesionaria lleva a cabo campañas de información y recuerda a aquellas personas que han estado en sus estaciones con anterioridad "que deben pasar revisión a su vehículo e incluso cuál es la fecha de caducidad".
El control de las emisiones contaminantes, originadas por los vehículos a motor, ha ido ganando relevancia dentro del proceso de revisión que lleva a cabo el grupo, ya que "el grado de concienciación ecológica y medioambiental de los países desarrollados ha llevado a las distintas administraciones a buscar métodos que minimicen el impacto ambiental".
La ITV es obligatoria para los vehículos matriculados en España, según la ley vigente de 1981, y nació con el fin de "mejorar los niveles de seguridad vial".
Las diferentes estaciones repartidas por el territorio español tienen como misión detectar los posibles fallos que afecten a la seguridad y al medio ambiente y exigir al propietario su reparación, según la Junta de Castilla y León.
Este sector ha supuesto, según Itevelesa, un incremento de la seguridad vial, la reducción de emisiones contaminantes y del consumo de combustible y el incremento de la actividad industrial, al igualar los requisitos técnicos y de mantenimiento a los que se ven sometidas las empresas del sector.
Se trata, según la Junta, de prestar un servicio a los usuarios de vehículos, tanto a aquellos que están obligados por ley a pasar periódicamente una inspección como a aquellos que, sin estarlo, deseen conocer el estado en que se encuentran los sistemas que afectan a la seguridad de sus vehículos y al medio ambiente.