"La opinión generalizada es que se trata de un segmento de venta improbable al margen del Plan Prever. "Es inasumible adoptarlos como vehículos de ocasión con un año de garantía ya que se trata de coches con muchos problemas técnicos y escasas prestaciones», explica Julia Fernández desde el concesionario de Ford.
En Toyota, Jorge Cordón advierte del peligro que supone que este tipo de turismos sigan en circulación por sus carencias técnicas y su falta de elementos de seguridad. Su vaticinio es que, una vez que no vayan al desguace, todos esos automóviles conformarán un mercado paralelo de segunda y hasta tercera mano especialmente orientado para inmigrantes y usuarios con menos recursos económicos.
Una opinión similar comparte desde el concesionario de KIA Pedro Herce - "todos esos turismos viejos van a acabar en venta en el solar de los Golem", pronostica- y adelanta que de esta forma el parque móvil riojano «se avejentará aún mucho más".
El jefe de ventas de Peugeot, Hugo Lafuente, recuerda que los coches acogidos al Plan Prever suponen en torno al 20% de las ventas, y abunda en la contradicción que supone "dejar de dar una ayuda por la retirada de coches deteriorados y muy contaminantes mientras que, por otro lado, se bonifica la matriculación de nuevos modelos con pocas emisiones a la atmósfera".
En sintonía con esta apreciación, el responsables del concesionario Citröen, Francisco Achiaga, cree que la intención del Gobierno de mejorar la calidad ambiental de los automóviles queda descompensada al permitir la permanencia en el mercado de coches que generan muchísima polución. "El final del Plan Prever ralentizará la renovación del parque móvil", sentencia.