El pequeño de los Land Rover crece, y se renueva totalmente desde el último restiling sin perder su personalidad como SUV o "todocaminos". Apenas unos centímetros y una rediseño de su exterior que está entre la nueva y moderna imagen de los renovados Discovery y Range Rover, y la personalidad del Freelander.
Exteriormente recuerda a sus hermanos mayores sobre todo de vista lateral, de frente el agresivo morro suaviza sus líneas y en la parte trasera la rueda de repuesto se introduce en el suelo del maletero con lo que los centímetros que esta ocupaba sobre el portón trasero, se dejan ahora para un maletero con más capacidad y mejor acceso.
En el interior encontramos un nuevo y elegante salpicadero, conservando una de las mejores cualidades de los vehículos de la marca que es el puesto de conducción, de excelente posición para conducir sobre todo fuera de carretera, donde este SUV guarda grandes cualidades, como su predecesor, con ahora nuevas asistencias electrónicas.
La gama de motores; dos, curiosamente colocados de forma transversal en un 4x4: un diesel de 2.2 litros y 160 CV y un gasolina de 3,2 litros con la nada despreciable cifra de 233 CV con 6 cilindros en línea. La mejora de potencia en ambos casos es sustancial, y en el del 3.2 de gasolina la reducción de consumo cifrada en un 10% sobre el modelo anterior.
Para el motor diesel el cambio previsto inicialmente es manual de 6 velocidades, el motor de gasolina disfruta de serie de cambio automático y secuencial de 6 marchas, el mismo que se podrá disponer en el diesel más adelante de forma opcional.
En cuanto a la tracción total, es donde encontramos la mayor novedad con la incorporación del sistema "Terrain Response" que incorporan sus hermanos mayores. Este sistema facilita la conducción fuera de carretera con una selección de programas para el control de tracción y diferenciales según el piso.
El Freelander recordemos que es un todo terreno ligero, sin grupo reductor pero con ángulos bastante buenos para atrevernos con obstáculos de cierta envergadura. Ahora con el nuevo sistema incorporado, nuestra despreocupación sobre los mandos puede ser mayor, o dicho de otra forma la acción sobre ellos puede ser más efectiva.
En nuestra toma de contacto, siempre con el motor diese manual, nos dimos cuenta de todo esto, a sumar que en carretera el coche se hace delicioso de conducir, sumamente manejable y con un motor que sube de vueltas lo que no es habitual en un diesel.
Pero nos quedamos con las ganas de probar el cambio automático junto al sistema de gestión 4x4, una mezcla que será mucho mayor efectiva sin lugar a dudas fuera de carretera y aún más confortable sobre ella.
La gama se combina con 4 acabados, desde 32.700 € del 2.2 Td4 manual en el acabado más básico, en el que casi todo es de opción, hasta los 48.500 el i6 3.2 en el acabado más alto, en el que encontramos un equipo de sonido al go superior con cargador de CD's, llantas de 18 pulgadas, tapicería en piel, asiento del conductor con reglaje eléctrico y faros bi-xenon. El resto de la gama media disfruta de climatizador, llantas de aleación, lava faros y faros anti-niebla, espejos plegables eléctricamente, volante con mandos del equipo de audio. Las opciones de personalización incluyen navegador - con nuevo software- en pantalla táctil, equipo de sonido de mayor calidad, teléfono con bluetooth, ventana de techo o faros direccionales entre otras cosas.
Com & Com
Exteriormente recuerda a sus hermanos mayores sobre todo de vista lateral, de frente el agresivo morro suaviza sus líneas y en la parte trasera la rueda de repuesto se introduce en el suelo del maletero con lo que los centímetros que esta ocupaba sobre el portón trasero, se dejan ahora para un maletero con más capacidad y mejor acceso.
En el interior encontramos un nuevo y elegante salpicadero, conservando una de las mejores cualidades de los vehículos de la marca que es el puesto de conducción, de excelente posición para conducir sobre todo fuera de carretera, donde este SUV guarda grandes cualidades, como su predecesor, con ahora nuevas asistencias electrónicas.
La gama de motores; dos, curiosamente colocados de forma transversal en un 4x4: un diesel de 2.2 litros y 160 CV y un gasolina de 3,2 litros con la nada despreciable cifra de 233 CV con 6 cilindros en línea. La mejora de potencia en ambos casos es sustancial, y en el del 3.2 de gasolina la reducción de consumo cifrada en un 10% sobre el modelo anterior.
Para el motor diesel el cambio previsto inicialmente es manual de 6 velocidades, el motor de gasolina disfruta de serie de cambio automático y secuencial de 6 marchas, el mismo que se podrá disponer en el diesel más adelante de forma opcional.
En cuanto a la tracción total, es donde encontramos la mayor novedad con la incorporación del sistema "Terrain Response" que incorporan sus hermanos mayores. Este sistema facilita la conducción fuera de carretera con una selección de programas para el control de tracción y diferenciales según el piso.
El Freelander recordemos que es un todo terreno ligero, sin grupo reductor pero con ángulos bastante buenos para atrevernos con obstáculos de cierta envergadura. Ahora con el nuevo sistema incorporado, nuestra despreocupación sobre los mandos puede ser mayor, o dicho de otra forma la acción sobre ellos puede ser más efectiva.
En nuestra toma de contacto, siempre con el motor diese manual, nos dimos cuenta de todo esto, a sumar que en carretera el coche se hace delicioso de conducir, sumamente manejable y con un motor que sube de vueltas lo que no es habitual en un diesel.
Pero nos quedamos con las ganas de probar el cambio automático junto al sistema de gestión 4x4, una mezcla que será mucho mayor efectiva sin lugar a dudas fuera de carretera y aún más confortable sobre ella.
La gama se combina con 4 acabados, desde 32.700 € del 2.2 Td4 manual en el acabado más básico, en el que casi todo es de opción, hasta los 48.500 el i6 3.2 en el acabado más alto, en el que encontramos un equipo de sonido al go superior con cargador de CD's, llantas de 18 pulgadas, tapicería en piel, asiento del conductor con reglaje eléctrico y faros bi-xenon. El resto de la gama media disfruta de climatizador, llantas de aleación, lava faros y faros anti-niebla, espejos plegables eléctricamente, volante con mandos del equipo de audio. Las opciones de personalización incluyen navegador - con nuevo software- en pantalla táctil, equipo de sonido de mayor calidad, teléfono con bluetooth, ventana de techo o faros direccionales entre otras cosas.
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