Las pruebas de choque, o “crash-test”, realizadas por los clubes automovilísticos pertenecientes al consorcio EuroNCAP cumplen dos décadas de vida, período en el que han contribuido a que los fabricantes hayan ido incorporando de serie en sus vehículos más y más desarrollos encaminados para mejorar la integridad de los viajeros en caso de accidente.
Como ejemplo, recoge Europa Press, mientras que “en 1987 sólo el 4% de los compradores de la marca Mercedes-Benz y el 1% de los compradores de la firma BMW incluyeron como opción en sus vehículos el airbag del conductor”, en el año 1995, “el 83% de los coches nuevos contaban con airbag de conductor y actualmente casi todos los automóviles nuevos tienen airbags de conductor y copiloto”.
Para el RACE (Real Automóvil Club de España) éstas han contribuido notablemente a la reducción de la siniestralidad, ya que el número de accidentados por cada mil millones de kilómetros recorridos ha bajado desde 72 personas en 1970 a 15 personas en 2002.
Como ejemplo, recoge Europa Press, mientras que “en 1987 sólo el 4% de los compradores de la marca Mercedes-Benz y el 1% de los compradores de la firma BMW incluyeron como opción en sus vehículos el airbag del conductor”, en el año 1995, “el 83% de los coches nuevos contaban con airbag de conductor y actualmente casi todos los automóviles nuevos tienen airbags de conductor y copiloto”.
Para el RACE (Real Automóvil Club de España) éstas han contribuido notablemente a la reducción de la siniestralidad, ya que el número de accidentados por cada mil millones de kilómetros recorridos ha bajado desde 72 personas en 1970 a 15 personas en 2002.