Se desprende del útimo informe EuroRAP
El EuroRAP, estudio que analiza y valora el estado de las carreteras europeas, ha analizado la accidentalidad de los años 2001, 2002 y 2003 en 1.091 tramos de vías, lo que supone controlar el 84 % de los tramos de la red de carreteras del Estado. El estudio concluye que España es el peor de los 12 países europeos recogidos en esta edición del EuroRAP. Con 28 muertos por cada 10.000 coches en un mismo kilómetro, España sobrepasa la media europea, situada en 13 muertes. En el informe se han señalado hasta 33 tramos calificados de negros, acumulando más de cuatro accidentes graves en sólo tres años. De esos 33 puntos, un total de 7 están en Barcelona, mientras que Madrid tiene 6, en Valencia hay 4 y en Zaragoza, 3. La carretera más peligrosa de España es la N-340, en Villareal con tres de los tramos más peligrosos del país. Por regiones, las que más riesgo acumulan son Galicia, Asturias y Aragón. Donde menos peligro hay es en Navarra, País Vasco y Madrid. A pesar de las malas cifras, se aprecia una evolución positiva con respecto a pasados informes.
El EuroRAP, estudio que analiza y valora el estado de las carreteras europeas, ha analizado la accidentalidad de los años 2001, 2002 y 2003 en 1.091 tramos de vías, lo que supone controlar el 84 % de los tramos de la red de carreteras del Estado. El estudio concluye que España es el peor de los 12 países europeos recogidos en esta edición del EuroRAP. Con 28 muertos por cada 10.000 coches en un mismo kilómetro, España sobrepasa la media europea, situada en 13 muertes. En el informe se han señalado hasta 33 tramos calificados de negros, acumulando más de cuatro accidentes graves en sólo tres años. De esos 33 puntos, un total de 7 están en Barcelona, mientras que Madrid tiene 6, en Valencia hay 4 y en Zaragoza, 3. La carretera más peligrosa de España es la N-340, en Villareal con tres de los tramos más peligrosos del país. Por regiones, las que más riesgo acumulan son Galicia, Asturias y Aragón. Donde menos peligro hay es en Navarra, País Vasco y Madrid. A pesar de las malas cifras, se aprecia una evolución positiva con respecto a pasados informes.