La diferencia entre comprar un vehículo en uno u otro país de la Unión Europea es hoy menor que hace seis meses. Así lo ha puesto de manifiesto la Comisión Europea, que ha aprovechado para valorar positivamente la influencia del nuevo Reglamento de Distribución de vehículos en la convergencia de precios de los automóviles en el entorno comunitario. El ejecutivo de la UE considera, no obstante, que persisten demasiadas e inexplicables situaciones con respecto a algunos modelos concretos.
Los precios más bajos, sin considerar los impuestos, se encuentran en Finlandia, mientras que Alemania continúa siendo el país más caro donde adquirir un coche. Las diferencias medias han bajado del 6,9 por ciento al 6,4 por ciento. La UE cree que la integración de los diez nuevos países miembros ha sido decisiva en la tendencia a la confluencia de los precios.
Para Neelie Kroes, la comisaria europea de la Dirección IV de la Competencia, la armonización en los precios de los vehículos debería acelerarse con el marco jurídico actual, el Reglamento de Distribución y Posventa de Vehículos 1400/2002: "Estoy segura de que la aplicacion rigurosa de las reglas en pro de la competencia contribuirán a la convergencia y pondrán trabas a las importaciones paralelas en el seno de la UE", ha declarado. Kroes espera que en octubre, cuando se dé libertad a los distribuidores de vehículos para asentarse en cualquier país de la UE, los niveles de precios se reduzcan de forma más acelerada.
La UE analiza en su informe semestral casi dos mil precios. En los diez modelos más vendidos en Europa, es el Opel Astra el que registra mayor diferencia de precios entre los países. El ahorro al adquirir uno de estos vehículos puede llegar a 3.700 euros si un consumidor alemán lo compra en Dinamrca en lugar de en su país.
Junto a Alemania, Austria se encuentra a la cabeza de los estados más caros, mientras que Grecia acompaña a Finlandia en el listado de los más baratos de la zona euro. Fuera de ella, Estonia es el país donde comprar un coche resulta más asequible.
En relación a fines de 2003, los precios de los coches han crecido un 0,5 por ciento en toda la UE y un 0,9 por ciento en la zona euro, mientras que la inflacción ha aumentado un 2,4 por ciento en el mismo período.
Los precios más bajos, sin considerar los impuestos, se encuentran en Finlandia, mientras que Alemania continúa siendo el país más caro donde adquirir un coche. Las diferencias medias han bajado del 6,9 por ciento al 6,4 por ciento. La UE cree que la integración de los diez nuevos países miembros ha sido decisiva en la tendencia a la confluencia de los precios.
Para Neelie Kroes, la comisaria europea de la Dirección IV de la Competencia, la armonización en los precios de los vehículos debería acelerarse con el marco jurídico actual, el Reglamento de Distribución y Posventa de Vehículos 1400/2002: "Estoy segura de que la aplicacion rigurosa de las reglas en pro de la competencia contribuirán a la convergencia y pondrán trabas a las importaciones paralelas en el seno de la UE", ha declarado. Kroes espera que en octubre, cuando se dé libertad a los distribuidores de vehículos para asentarse en cualquier país de la UE, los niveles de precios se reduzcan de forma más acelerada.
La UE analiza en su informe semestral casi dos mil precios. En los diez modelos más vendidos en Europa, es el Opel Astra el que registra mayor diferencia de precios entre los países. El ahorro al adquirir uno de estos vehículos puede llegar a 3.700 euros si un consumidor alemán lo compra en Dinamrca en lugar de en su país.
Junto a Alemania, Austria se encuentra a la cabeza de los estados más caros, mientras que Grecia acompaña a Finlandia en el listado de los más baratos de la zona euro. Fuera de ella, Estonia es el país donde comprar un coche resulta más asequible.
En relación a fines de 2003, los precios de los coches han crecido un 0,5 por ciento en toda la UE y un 0,9 por ciento en la zona euro, mientras que la inflacción ha aumentado un 2,4 por ciento en el mismo período.