Un 8,8 por ciento de incremento en la recaudación fiscal durante el pasado año, o lo que es lo mismo, unos ingresos totales de más de 23.000 millones de euros por parte de las arcas del estado, son el resultado de las actividades del sector en 2004.
El IVA por adquisición de vehículos recaudó un total de 3.335 millones de euros, un 18,8 por ciento más que en 2003, mientras que los impuestos de matriculación, con un incremento del 9,7 por ciento, alcanzaron los 1.289 millones de euros, cifras superadas por la partida de carburantes, cuya recaudación, con un aumento del 6 por ciento, se situó en 16.000 millones de euros.
Desde ANFAC, Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, ven con preocupación la tendencia alcista de la fiscalidad al uso del vehículo mientras que los impuestos a la compra se mantienen.. Los fabricantes se muestran partidarios del traslado de parte de la fiscalidad a la compra al uso que no suponga el aumento de la presión fiscal a los automovilistas.
Del mismo modo, y desde un punto de vista más global, los fabricantes abogan por la reinversión en el sector del automóvil, y en los conductores, de los recursos generados, de forma que la competitividad de todo un sector no se vea perjudicada frente a otras economías. En este sentido, apuntan la necesidad de reinvertir lo generado en infraestructuras, formación, costes energéticos y medios de transporte, situación urgente en el caso del ferrocarril.
El IVA por adquisición de vehículos recaudó un total de 3.335 millones de euros, un 18,8 por ciento más que en 2003, mientras que los impuestos de matriculación, con un incremento del 9,7 por ciento, alcanzaron los 1.289 millones de euros, cifras superadas por la partida de carburantes, cuya recaudación, con un aumento del 6 por ciento, se situó en 16.000 millones de euros.
Desde ANFAC, Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, ven con preocupación la tendencia alcista de la fiscalidad al uso del vehículo mientras que los impuestos a la compra se mantienen.. Los fabricantes se muestran partidarios del traslado de parte de la fiscalidad a la compra al uso que no suponga el aumento de la presión fiscal a los automovilistas.
Del mismo modo, y desde un punto de vista más global, los fabricantes abogan por la reinversión en el sector del automóvil, y en los conductores, de los recursos generados, de forma que la competitividad de todo un sector no se vea perjudicada frente a otras economías. En este sentido, apuntan la necesidad de reinvertir lo generado en infraestructuras, formación, costes energéticos y medios de transporte, situación urgente en el caso del ferrocarril.