El artículo se hace eco también de una encuesta de la OCU realizada entre 2.200 conductores para medir su grado de satisfacción con los talleres: "Los aspectos peor valorados por los usuarios son la relación calidad-precio (creen que la reparación tiene un coste excesivo), la limpieza del coche después de la reparación, los horarios (en muchos casos no abren los sábados) y la tardanza en solucionar el problema. Por el contrario, el trato personal fue el aspecto mejor puntuado.
"Equivocarnos o no depende a veces de algo tan sencillo como fijarse en una chapa o saber detectar la falta de profesionalidad de quien nos atiende", señala la información. "Lo prioritario es buscar siempre la plaza azul del Ministerio de Industria, que ha de figurar en la puesta con las especialidades y con el número de registro industrial y de contraste". Una vez localizada la placa y cruzado el umbral del taller, la OCU aconseja tomar algunas medidas preventivas: "exigir un resguardo en el que figuren el número de kilómetros del coche y las tareas encomendadas al taller, dejando explícito y por escrito el parte de trabajo. Asimismo, la solicitud de un presupuesto previo es una medida que puede ahorrar disgustos, además de servir para comparar con otros talleres".
A continuación, el artículo explica a los consumidores las diferencias que hay entre los talleres oficiales y los independientes, sirviéndose de unas palabras del secretario general de la Confederación Española de Talleres (Cetraa), Armando Higueras: "los talleres de los constructores reparan casi exclusivamente los vehículos de sus marcas, pero los de la red de fabricantes pueden reparar todos los vehículos que integren ese componente, o hasta los que no lo incorporen".
El artículo también recoge unas palabras de la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción (Conepa) explicando qué información pública (tarifas y tablas de tiempos actualizadas) deben mostrar los talleres en sus instalaciones: "Esta información deberá estar expuesta de forma visible, al menos en castellano y en caracteres no inferiores a siete milímetros".