Según apuntaron fuentes del comité de empresa la fábrica catalana de la compañía automovilística está "parada" desde las 15 horas de ayer por la tarde, cuando se convocó una reunión de crisis y se decidió que, a partir de esta anoche, sólo acudirían a trabajar "unos 500 trabajadores" de los casi 3.000 que conforman el turno. Se trata de una parte de las secciones de chapa, pintura, algunos talleres y los trabajadores de la división de revisión final de vehículos. Lo mismo ocurre con el primer turno de esta mañana.
Fuentes de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) han asegurado que este lunes la actividad en el sector ha sido la normal de un día cualquiera. Hoy, según las mismas fuentes, se empezarán a dejar sentir las primeras consecuencias de estos paros en algunas factorías. Sin embargo, parece que los problemas se han adelantado.
Esta situación coincide en un momento de crecimiento de la producción automovilística española, debido al buen comportamiento de los mercados exteriores, principales clientes de las fábricas españolas de esta industria, que exporta un 83% de la producción. Los fabricantes automovilísticos estudian otros modos de transporte de los componentes, como el tren o el avión, pero con ello sólo cubren una parte de sus necesidades.
La entidad convocante del paro, Fenadismer, es de la misma opinión. Según la misma, algunas plantas de producción de automóviles españolas se verán obligadas a suprimir mañana martes algún turno de trabajo, por la escasez de suministro de piezas.
"De seguir así las cosas, algunas plantas se verán obligadas mañana a suprimir un puesto de trabajo", apuntaron, al tiempo, que resaltaron que si los paros continúan hasta el miércoles habrá "problemas generalizados" para todas las plantas españolas.
Por otro lado, desde la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) señalaron que todavía "es demasiado pronto" para evaluar las consecuencias de estos paros en el sector de distribución de vehículos.
Por su parte, el presidente de Renault España, Juan Antonio Fernández de Sevilla, admitió, la semana pasada, que el sector del automóvil es "francamente vulnerable" a una huelga de transportes, especialmente en el caso de los paros en la carretera, y advirtió de que a partir del tercer o cuarto día podría haber "riesgos importantes".
"Somos francamente vulnerables a la huelga de transporte como lo es éste o cualquier país, especialmente si es el transporte en carretera", comentó Fernández de Sevilla, al tiempo que reconoció que estos paros suponen "un peligro en stock" y aseguró que los productores intentarán acopiar todo lo que sea posible.
Finalmente, la factoría que posee la compañía automovilística Ford en Almussafes (Valencia) reconoció haber logrado mantener su "ritmo de producción normal" durante la primera jornada de paro. Sin embargo, fuentes de la empresa indicaron que no ven posible aguantar "hasta final de semana" en la misma situación, en caso de mantenerse el paro.