La Guardia Civil, en el marco de la Operación "Guadalmar", ha desmantelado una red internacional de tráfico de hachís en Málaga al descubrirse un taller de reparación de vehículos empleado para ocultar la droga y prepararla para enviarla al Reino Unido, deteniéndose a sus dos cabecillas. En el Operativo la Guardia Civil se ha intervenido 1.060 kilos de hachís, ocultos en una cabina de pintura de vehículos, 12 coches, 3 motocicletas y 1 embarcación.
Asimismo, se han requisado numerosos equipos para preparar la droga y empaquetarla al vacío, así como numerosos efectos que están siendo analizados por la Guardia Civil. La actuación de la Guardia Civil se inicia al tenerse sospechas de que en el Polígono Villa-Rosas, de Málaga capital, podría existir una nave industrial dedica al almacenaje y envasado de hachís para enviarlo a Europa.
A raíz de esta información la Guardia Civil monta un dispositivo de control en el referido polígono hasta dar con el taller en el que, supuestamente, podría esconderse la droga. Por tal motivo, y cuando se vigilaba un taller abandonado de vehículos, los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Guardia Civil (EDOA) de Sevilla y Málaga, que eran los encargados del operativo, detectan un vehículo sospechoso en sus inmediaciones. En concreto un Audi A-3. En sus proximidades otro coche más, un BMW 330 que, con placas falsas, se introdujo en el taller mientras el primero le daba cobertura y seguridad.
El BMW entró en la nave y salió a los pocos minutos, destacándose que accedió al taller muy cargado y saliendo vacío, de ahí que se sospechase que acababa de hacer una "entrega" de hachís. La Guardia Civil accede al referido taller y en su interior se encuentran unos fardos de hachís. Se detecta en las inmediaciones un coche más que era utilizado para darles cobertura a los integrantes de la red. Asimismo, en una batida en la zona se logra dar con otro vehículo de la organización que lo tenía preparado para transportar la droga.
Le habían quitado los asientos traseros para que pudiesen cargar el mayor número de fardos. En la nave la Guardia Civil ha localizado 32 fardos de hachís y algunas pastillas sueltas. La droga estaba preparada para hacerles plastificados al vacío con máquinas especiales y enviarla al Reino Unido. La Guardia Civil ha detenido a S.J.P., de 28 años, y a C.P.G.C. de 25, ambos de nacionalidad inglesa y asentados en la Costa del Sol.
A estas dos personas se les ha intervenido una nave, 1 lancha, 1 BMW X-5 sustraído en Madrid, otro 330, también sustraído y 1 Opel Kadet con matrículas falsas. Del mismo modo, se ha intervenido 1 Audi A-3, 1 furgoneta Fiat, 1 Opel Corsa, 1 BMW 325, 1 Fiat Regata, 1 BMW 328, 1 Volkswagen Golf, 1 BMW, 1 coche de época (Westfield Sport), 2 Harley Davidson y 1 Kawasaki ZZR. Los detenidos se hacían con la droga tras alijarla por distintas playas de la provincia de Málaga y Cádiz, transportándola luego en vehículos hasta el interior del taller.
Para el transporte utilizaban coches de alta gama, por lo general sustraídos en Madrid y a los que les preparaban sus habitáculos para que cogiera el mayor número de fardos de hachís. En el interior del taller la droga la guardaban dentro de una cabina de pintura de coches. Los fardos los preparaban y adaptaban una vez recubiertos con plásticos al vacío. Las partidas de hachís eran enviadas desde la Costa del Sol hasta distintos puntos del Reino Unido para su comercialización.
Asimismo, se han requisado numerosos equipos para preparar la droga y empaquetarla al vacío, así como numerosos efectos que están siendo analizados por la Guardia Civil. La actuación de la Guardia Civil se inicia al tenerse sospechas de que en el Polígono Villa-Rosas, de Málaga capital, podría existir una nave industrial dedica al almacenaje y envasado de hachís para enviarlo a Europa.
A raíz de esta información la Guardia Civil monta un dispositivo de control en el referido polígono hasta dar con el taller en el que, supuestamente, podría esconderse la droga. Por tal motivo, y cuando se vigilaba un taller abandonado de vehículos, los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Guardia Civil (EDOA) de Sevilla y Málaga, que eran los encargados del operativo, detectan un vehículo sospechoso en sus inmediaciones. En concreto un Audi A-3. En sus proximidades otro coche más, un BMW 330 que, con placas falsas, se introdujo en el taller mientras el primero le daba cobertura y seguridad.
El BMW entró en la nave y salió a los pocos minutos, destacándose que accedió al taller muy cargado y saliendo vacío, de ahí que se sospechase que acababa de hacer una "entrega" de hachís. La Guardia Civil accede al referido taller y en su interior se encuentran unos fardos de hachís. Se detecta en las inmediaciones un coche más que era utilizado para darles cobertura a los integrantes de la red. Asimismo, en una batida en la zona se logra dar con otro vehículo de la organización que lo tenía preparado para transportar la droga.
Le habían quitado los asientos traseros para que pudiesen cargar el mayor número de fardos. En la nave la Guardia Civil ha localizado 32 fardos de hachís y algunas pastillas sueltas. La droga estaba preparada para hacerles plastificados al vacío con máquinas especiales y enviarla al Reino Unido. La Guardia Civil ha detenido a S.J.P., de 28 años, y a C.P.G.C. de 25, ambos de nacionalidad inglesa y asentados en la Costa del Sol.
A estas dos personas se les ha intervenido una nave, 1 lancha, 1 BMW X-5 sustraído en Madrid, otro 330, también sustraído y 1 Opel Kadet con matrículas falsas. Del mismo modo, se ha intervenido 1 Audi A-3, 1 furgoneta Fiat, 1 Opel Corsa, 1 BMW 325, 1 Fiat Regata, 1 BMW 328, 1 Volkswagen Golf, 1 BMW, 1 coche de época (Westfield Sport), 2 Harley Davidson y 1 Kawasaki ZZR. Los detenidos se hacían con la droga tras alijarla por distintas playas de la provincia de Málaga y Cádiz, transportándola luego en vehículos hasta el interior del taller.
Para el transporte utilizaban coches de alta gama, por lo general sustraídos en Madrid y a los que les preparaban sus habitáculos para que cogiera el mayor número de fardos de hachís. En el interior del taller la droga la guardaban dentro de una cabina de pintura de coches. Los fardos los preparaban y adaptaban una vez recubiertos con plásticos al vacío. Las partidas de hachís eran enviadas desde la Costa del Sol hasta distintos puntos del Reino Unido para su comercialización.