Después de una grave recesión se espera un cambio estructural en la industria del automóvil
- Un año especialmente difícil para el Salón Automóvil de Frankfurt, IAA
- Huellas profundas en el resultado de Bosch
- Reacción flexible a la recesión de la coyuntura
- La industria del automóvil se encuentra ante un importante empuje innovador
Frankfurt / Stuttgart (Alemania).– “Nunca hasta ahora, se había organizado un Salón Internacional del Automóvil de Francfort (IAA) en un año tan duro y difícil. Es verdad que las peores turbulencias coyunturales han pasado, pero también es verdad que los retos estructurales para la industria del automóvil se ven mucho más marcados”. De esta manera abrió Franz Fehrenbach, Presidente de la Alta Gerencia del grupo Bosch, la conferencia de prensa convocada con motivo del Salón Internacional del Automóvil (IAA) 2009. Fehrenbach ve, entre las tendencias centrales del mercado, el desplazamiento del crecimiento del automóvil hacia los países de economía emergente, el desarrollo de nuevos conceptos de accionamiento y unas normativas más estrictas en todo el mundo para la preservación del medio ambiente y la protección contra accidentes. “Este Salón del Automóvil se realiza en un momento en el que no sólo hay cambios profundos en la tecnología del automóvil, sino también en el propio sector”, dijo Fehrenbach. La industria del automóvil esta superando las consecuencias de la mayor recesión habida desde hace mucho tiempo, y se encuentra ante un gran empuje en materia de innovaciones. Este es un reto doble, especialmente para Bosch como proveedor líder, tanto en lo técnico como en lo económico.
El descenso coyuntural de la economía ha dejado unas huellas muy profundas en el resultado del grupo Bosch. Las ventas caerán en 2009, aproximadamente, en un 15 por ciento, alcanzando un total de 38.000 millones de euros. En el área de Técnica de Automoción, el retroceso de las ventas puede alcanzar, incluso, el 20 por ciento. Esto supondrá un resultado claramente negativo. Es de esperar que el grupo Bosch tenga, a finales de 2009, una plantilla global de unos 270.000 colaboradores, es decir, unos 10.000 colaboradores menos que a principios del año. El número de empleados en el área de Técnica de Automoción caerá de 168.000 a 160.000 mil personas. Con esto, la reducción del empleo prevista será inferior al porcentaje en el retroceso de las ventas.
Reacción flexible a la recesión de la coyuntura
Bosch ha reaccionado al retroceso de sus ventas con todas las medidas de flexibilización que tenía a su disposición para evitar una reducción de la plantilla. En estos momentos trabajan en la empresa unos 100.000 colaboradores afectados por una reducción de la jornada laboral. “Seguimos manteniendo esas medidas de flexibilidad, pero contando que este año habrá ya una mejora de la coyuntura”, recalcó Fehrenbach.
Se vislumbran las primeras señales de una recuperación. Fehrenbach ve en los últimos meses, partiendo de un nivel muy bajo, una ligera tendencia ascendente. Espera que las ventas del cuarto trimestre vuelvan a crecer, en comparación con el bajo cuarto trimestre del año anterior. También en el próximo año, un efecto básico debería seguir favoreciendo ese crecimiento. “Sin embargo, por muy grande que sea la euforia, es posible que tengamos que esperar a 2012 hasta que volvamos a alcanzar los niveles de 2007; es decir, los niveles anteriores a la recesión”, cree Fehrenbach. Así, que Bosch piensa que el año que viene seguirá sin poder aprovechar todas sus capacidades productivas.
Ahorrar y, al mismo tiempo, asegurar el futuro, eso es lo que Bosch está realizando actualmente en todas las áreas. Esto vale, sobre todo, para el área de I+D. En 2009, la empresa invertirá unos 3.000 millones de euros en investigación y desarrollo, sólo en el área de Técnica de Automoción. Aquí se demuestra –según Fehrenbach– la orientación a largo plazo de la empresa, lo que fortalecerá a Bosch también en los futuros proyectos de innovación.
En primer lugar, la protección del medio ambiente y de los recursos naturales
Para Bosch, las medidas primordiales se centran en la protección del medio ambiente y de los recursos naturales. A ello dedica esta empresa tecnológica la mitad de sus inversiones en investigación y desarrollo. Se trata de reducir el consumo del motor de combustión entre un 25 y un 30 por ciento, con lo que bajarán también las emisiones de CO2 de forma correspondiente. En combinación con otras técnicas complementarias de los constructores de automóviles, se fabricarán, dentro de unos pocos años, coches del segmento medio con un consumo de 3 litros por 100 km y con unas emisiones muy inferiores a los 99 gramos de CO2 por km.
Paralelamente, Bosch está trabajando a marchas forzadas en el desarrollo de accionamientos alternativos para vehículos híbridos y totalmente eléctricos, así como de baterías de iones de litio como colectores energéticos para estos vehículos. Unos 400 colaboradores están dedicados actualmente al desarrollo de nuevos conceptos para vehículos híbridos y eléctricos. Hasta finales de este año, ese número aumentará hasta los 500. Adicionalmente, en este momento trabajan más de 400 empleados a marchas forzadas en la ‘joint venture’ SB LiMotive (Samsung y Bosch) para preparar la fabricación en serie de las baterías para el accionamiento eléctrico. De hecho, se acaba de colocar la primera piedra para una nueva fábrica en Corea.