La Factoría de Motores de Valladolid ha producido esta mañana el motor K9 número seis millones. Se trata de un motor K9 Euro 5 que será enviado a la Factoría de Palencia para ser montado en un Nuevo Renault Mégane.
A las 10:00h. salía de la cadena de montaje el motor K9 número seis millones; una cifra emblemática para la factoría. La planta de Motores compagina la producción K9 (de ciclo Diésel) con la fabricación de los modelos de gasolina: H4Jt (TCe 130) y K4 (16v), y acaba de recibir la adjudicación del H5.
El motor K9 comenzó a fabricarse en Valladolid en 2001, fecha desde la cual ha sufrido numerosas evoluciones para adaptarse a las más estrictas reglamentaciones existentes en materia de emisiones contaminantes, consiguiendo incluso adelantarse a las exigencias establecidas en cada momento. Prueba de ello es que tanto la factoría como la ingeniería trabajan ya bajo la norma EURO 6, que entrará en vigor en el año 2014.
La planta de Motores de Valladolid, con casi 2.000 personas en plantilla, fabrica el 40% del total de motores producidos a nivel mundial en el Grupo Renault. Exporta el 80 % de su producción, de ahí que distribuye sus productos a más de 20 factorías de las marcas Renault, Dacia, Nissan, Samsung y Suzuki. En concreto, el motor 6 millones que salía esta mañana de la cadena de producción irá a la factoría vecina de Palencia, para ser montado en un Nuevo Renault Mégane. Cabe destacar que el K9 es el motor más vendido de la gama mecánica del Grupo Renault.
Una factoría ejemplar por su respeto al Medio Ambiente
Producir de una forma limpia y sostenible constituye uno de los compromisos más firmes de Renault. Por ello, la Factoría de Motores, que acaba de cumplir el 10º Aniversario de su primera certificación medioambiental ISO 14000, desarrolla proyectos que contribuyen a la consecución de este compromiso. El caso más reciente es el que fue finalizado hace unos días; denominado “Vertido Cero”.
Este proyecto iniciado en 2007 permite, a través de tres evaporadores y un concentrador de residuos, separan el agua, los aceites y diversos contaminantes procedentes de las centrales de filtración y lavado, para su posterior reutilización y reciclado. Así, el agua se reutiliza en las citadas centrales y el residuo, que antes era de carácter peligroso desde el punto de vista medioambiental, ahora puede valorizarse como combustible en centrales térmicas.
Con este ambicioso proyecto, se ha conseguido una importante mejora medioambiental, pues este año se evitará el vertido de 11 millones de litros de aguas residuales.
