Según un reciente informe del club automovilístico alemán, el ADAC, recogido por El Mundo, la electrónica provoca más de un tercio de las averías de los coches atendidos en 2002.
Se trata de vehículos que se ponen a la venta con problemas de serie, esto es, sus averías responden a fallos de ingeriería. Tanto es así, que el pasado año, uno de cada 100 coches comercializados en nuestro país salió defectuoso de las cadenas de montaje. Exactamente, el Instituto Nacional de Consumo (INC) tramitó 12.877 reclamaciones sobre vehículos nuevos de los 1,38 millones de coches vendidos en 2003.
«Solicitar la devolución de un coche es un proceso bastante largo y complicado, aunque las nuevas tecnologías, como Internet, y la actual Ley de Garantías del consumo han incrementado la protección del consumidor», destacan los asesores jurídicos de la oganización de consumidores Facua consultados por rotativo madrileño.
Si hace 20 años, las principales causas para visitar el taller eran correas en mal estado, fallos del contacto del ruptor o el sistema de escape, hoy la electrónica acapara más de un tercio de los desperfectos de los coches. Y este porcentaje, lejos de estancarse, aumentará progresivamente en los próximos años, según el informe del ADAC, fruto de la sofisticación y la multiplicidad de las unidades electrónicas. El estudio del club alemán, referente a 2002, desvela que en el segmento de los utilitarios el Skoda Felicia, el Fiat Punto y el Renault Clio son los modelos menos fiables.
En el otro lado de la moneda, se sitúan el Ford Fiesta y el VW Polo. En el segmento de los compactos, el Mégane de Renault es el coche que presentó más problemas, después del Fiat Bravo, el Ford Escort y el Peugeot 306. En cambio, tres modelos japoneses -el Toyota Corolla, el Honda Civic y el Mazda 323- fueron los que menos pasaron por el taller. De las berlinas, el Renault Laguna y los modelos de Volvo, el S40 y el V40 resultaron los menos fiables. Por otro lado, el Toyota Avensis y el Mazda 626 sorprendieron por su eficacia, con un tercio menos de averías. En la clase media y en el segmento de lujo, las grandes berlinas alemanas -BMW Serie 7, Mercedes Clase E y Audi 6- registraron los mismos fallos en 2002. En cambio, los modelos de Volvo, el S70 y V70, y el desaparecido Opel Omega encabezan la lista de los modelos con mayor número de averías.
Para la elaboración de esta clasificación, el ADAC evaluó todos los modelos matriculados en 1997, 1998 y 1999, con más de 1.000 unidades vendidas.
Se trata de vehículos que se ponen a la venta con problemas de serie, esto es, sus averías responden a fallos de ingeriería. Tanto es así, que el pasado año, uno de cada 100 coches comercializados en nuestro país salió defectuoso de las cadenas de montaje. Exactamente, el Instituto Nacional de Consumo (INC) tramitó 12.877 reclamaciones sobre vehículos nuevos de los 1,38 millones de coches vendidos en 2003.
«Solicitar la devolución de un coche es un proceso bastante largo y complicado, aunque las nuevas tecnologías, como Internet, y la actual Ley de Garantías del consumo han incrementado la protección del consumidor», destacan los asesores jurídicos de la oganización de consumidores Facua consultados por rotativo madrileño.
Si hace 20 años, las principales causas para visitar el taller eran correas en mal estado, fallos del contacto del ruptor o el sistema de escape, hoy la electrónica acapara más de un tercio de los desperfectos de los coches. Y este porcentaje, lejos de estancarse, aumentará progresivamente en los próximos años, según el informe del ADAC, fruto de la sofisticación y la multiplicidad de las unidades electrónicas. El estudio del club alemán, referente a 2002, desvela que en el segmento de los utilitarios el Skoda Felicia, el Fiat Punto y el Renault Clio son los modelos menos fiables.
En el otro lado de la moneda, se sitúan el Ford Fiesta y el VW Polo. En el segmento de los compactos, el Mégane de Renault es el coche que presentó más problemas, después del Fiat Bravo, el Ford Escort y el Peugeot 306. En cambio, tres modelos japoneses -el Toyota Corolla, el Honda Civic y el Mazda 323- fueron los que menos pasaron por el taller. De las berlinas, el Renault Laguna y los modelos de Volvo, el S40 y el V40 resultaron los menos fiables. Por otro lado, el Toyota Avensis y el Mazda 626 sorprendieron por su eficacia, con un tercio menos de averías. En la clase media y en el segmento de lujo, las grandes berlinas alemanas -BMW Serie 7, Mercedes Clase E y Audi 6- registraron los mismos fallos en 2002. En cambio, los modelos de Volvo, el S70 y V70, y el desaparecido Opel Omega encabezan la lista de los modelos con mayor número de averías.
Para la elaboración de esta clasificación, el ADAC evaluó todos los modelos matriculados en 1997, 1998 y 1999, con más de 1.000 unidades vendidas.