El proyecto de reglamento de la Comisión a debate obligaría a los fabricantes a reducir las emisiones a 130 gramos por kilómetro en 2012, pero no incluye ninguna meta más a largo plazo.
Algunos Estados miembros apoyan la propuesta de la presidencia para 2020, mientras que otros prefieren evitar hacer referencia a una cifra concreta, al considerar que no existe una "base científica sólida" para determinarla.
Los ministros de Medio Ambiente de los Veintisiete discutirán este jueves la cifra y el resto de problemas pendientes en el reglamento para reducir las emisiones de C02 de los coches. No se espera que se llegue todavía a un acuerdo porque las posturas están todavía muy alejadas.
Aún no hay consenso en la fecha a partir de la cual hay que aplicar el límite de 130 gramos por kilómetro, ya que algunos países piden que se atrase de 2012 a 2015 para dar más tiempo a la industria a adaptarse.
También hay discrepancias sobre el importe de la multa que se aplicará a los fabricantes que sobrepasen estos límites. Bruselas pide que las sanciones sean de 20 euros por cada gramo por kilómetro que un fabricante supere el límite en 2012 y que aumenten progresivamente hasta 95 euros en 2015, mientras que varias delegaciones creen que este importe es excesivamente alto.
Tampoco hay acuerdo sobre cómo repartir la carga entre los fabricantes, una cuestión que enfrenta a Francia e Italia, cuya producción es fundamentalmente de vehículos de tamaño mediano y medio, contra Alemania, que fabrica sobre todo coches de gran tamaño que contaminan más. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, se han comprometido a alcanzar un compromiso, aunque de momento no hay resultados.