Goodyear y la NASA han reactivado su trabajo conjunto en el desarrollo de neumáticos para vehículos espaciales después de una larga tradición de colaboracionismo. Durante la década de los sesenta, la NASA financió a General Motors y Goodyear para que conjuntamente desarrollaran un vehículo capaz de rodar por la Luna. En 1970, el MET (Modularized Equipment Transport) del Apollo 14 pisaba la Luna calzado con neumáticos XLT de Goodyear.
Han pasado casi cuatro décadas desde el trabajo conjunto entre la NASA y Goodyear y ahora el fabricante vuelve a colaborar con la Agencia Estadounidense del Espacio y la Aeronáutica, en busca de un neumático que sea utilizado en la Luna y más adelante en las misiones que lleguen a Marte en el vehículo espacial “Chariot”.
Actualmente, uno de los objetivos primordiales de la NASA es el desarrollo del programa “Innovative Partnership Program”, que contempla el desarrollo de neumáticos sin aire que sirvan para los vehículos de expedición a la Luna y a Marte. Dave Glemming, principal investigador de Goodyear, hablaba así del origen de esta misión y del ambicioso proyecto: “cuando los ingenieros espaciales nos plantearon el proyecto de desarrollo de un neumático lunar, no nos amedrentamos, ya que la innovación y la tecnología son dos de los pilares del sistema de trabajo de Goodyear”.
El lugar de operaciones de la misión se encuentra en el centro de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías que Goodyear tiene en Akron (Ohio), donde están analizando la rueda utilizada en el Apolo. A partir de ella, pretenden desarrollar un nuevo neumático sin aire que casi 40 años después vuelva a pisar la Luna y tome contacto con la superficie de Marte. El nuevo neumático deberá soportar un peso diez veces mayor al de la primera misión lunar y tener una duración cien veces superior.
Al final, el fabricante estadounidense deberá entregar 12 neumáticos que serán montados en el “NASA Chariot roving”, el nuevo vehículo espacial que está desarrollando la NASA en el centro espacial Johnson Space Center de Texas. El objetivo a la largo plazo de esta misión para Goodyear consiste en aplicar en la Tierra alguna de las innovaciones que se empleen para los neumáticos de los coches del futuro.
Han pasado casi cuatro décadas desde el trabajo conjunto entre la NASA y Goodyear y ahora el fabricante vuelve a colaborar con la Agencia Estadounidense del Espacio y la Aeronáutica, en busca de un neumático que sea utilizado en la Luna y más adelante en las misiones que lleguen a Marte en el vehículo espacial “Chariot”.
Actualmente, uno de los objetivos primordiales de la NASA es el desarrollo del programa “Innovative Partnership Program”, que contempla el desarrollo de neumáticos sin aire que sirvan para los vehículos de expedición a la Luna y a Marte. Dave Glemming, principal investigador de Goodyear, hablaba así del origen de esta misión y del ambicioso proyecto: “cuando los ingenieros espaciales nos plantearon el proyecto de desarrollo de un neumático lunar, no nos amedrentamos, ya que la innovación y la tecnología son dos de los pilares del sistema de trabajo de Goodyear”.
El lugar de operaciones de la misión se encuentra en el centro de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías que Goodyear tiene en Akron (Ohio), donde están analizando la rueda utilizada en el Apolo. A partir de ella, pretenden desarrollar un nuevo neumático sin aire que casi 40 años después vuelva a pisar la Luna y tome contacto con la superficie de Marte. El nuevo neumático deberá soportar un peso diez veces mayor al de la primera misión lunar y tener una duración cien veces superior.
Al final, el fabricante estadounidense deberá entregar 12 neumáticos que serán montados en el “NASA Chariot roving”, el nuevo vehículo espacial que está desarrollando la NASA en el centro espacial Johnson Space Center de Texas. El objetivo a la largo plazo de esta misión para Goodyear consiste en aplicar en la Tierra alguna de las innovaciones que se empleen para los neumáticos de los coches del futuro.