La organización propone, además, la creación de una escala de ayudas que permitan la sustitución de vehículos antiguos por otros menos contaminantes con mayor bonificación cuando el vehículo nuevo o usado adquirido a cambio del achatarrado fuera de los menos emisores.
Ganvam también insta a que el comprador de un coche nuevo pueda deducirse directamente la subvención del importe del impuesto a pagar, tanto el IRPF como el impuesto sobre sociedades, con el fin de que estas medidas no deriven hacia los vendedores.
Por otro lado, Ganvam se mostró a favor de que la modificación del impuesto de matriculación, aprobada el pasado viernes por el Consejo de Ministros, no aumente la presión fiscal, aunque solicitó "una actuación decidida del Gobierno sobre el parque más envejecido y contaminante".
"Ganvam no se opone a ningún tipo de medidas que supongan una reducción del la contaminación del medio ambiente", añadió la organización, que considera que "la modificación fiscal no supondrá, en su conjunto, una nueva elevación de la presión fiscal del sector automovilístico, ni resulta discriminatoria de algunas marcas y modelos".
Desde Ganvam explicaron que el parque automovilístico español está compuesto por 21 millones de turismos, según datos de 2006. La Dirección General de Tráfico indica que de esta cifra, el 35% tienen más de 10 años desde que fueron matriculados, mientras que el 10% tiene más de 20 años de antigüedad.
Asimismo, resaltaron que los vehículos fabricados en la actualidad cuentan con tecnología que les permite reducir sus emisiones en comparación con los de mayor antigüedad. De esta manera, indicaron que un coche fabricado hace 35 años contamina los mismo que 100 vehículos producidos hoy en día.
Además, Ganvam criticó que la modificación del impuesto de matriculación no facilite el achatarramiento de los vehículos más emisores del parque, "que además son los que ofrecen, por ley natural, un mayor déficit de seguridad vial".
Para finalizar, la Asociación calificó como "poco oportuno" que este cambio del impuesto de matriculación se haya anunciado con cinco meses de antelación, ya que puede "distorsionar el mercado", al acelerar la compra de unos vehículos y la ralentización de otros.