La nueva normativa de la Agencia Nacional para la Seguridad del Tráfico (NHTSA) obligará a que todos los automóviles nuevos que se lancen a partir del año 2008 incorporen de serie algún tipo de sistema de control de la presión de los neumáticos.
Según las previsiones de la NHTSA, el coste suplementario que los fabricantes de automóviles tendrán que hacer frente para la instalación de estos sistemas de control de presión será de unos 50 a 70 dólares por vehículo.
Los sensores de control de presión tendrán que estar tarados para que avisen, como mínimo, cuando los neumáticos tengan una presión de inflado inferior en más de un 25% a la recomendada. La instalación comenzará a partir del próximo mes de septiembre y afectará a turismos, todoterrenonos, pick up y monovolúmenes.
Según las previsiones de la NHTSA, el coste suplementario que los fabricantes de automóviles tendrán que hacer frente para la instalación de estos sistemas de control de presión será de unos 50 a 70 dólares por vehículo.
Los sensores de control de presión tendrán que estar tarados para que avisen, como mínimo, cuando los neumáticos tengan una presión de inflado inferior en más de un 25% a la recomendada. La instalación comenzará a partir del próximo mes de septiembre y afectará a turismos, todoterrenonos, pick up y monovolúmenes.