La Expedición Touareg de Volkswagen Individual se ha inscrito en el ‘Libro Guinness de los Records’, como el vehículo que ha alcanzado la mayor altitud del planeta. El 29 de enero de 2005, batallando contra vientos helados y la falta de oxigeno, la expedición atravesó el paisaje lunar de los ‘Ojos del Salado’ (Chile), el volcán más alto del mundo, en un Touareg Expedition estándar para conseguir el récord de altitud para vehículos. El altímetro y el sistema GPS marcaban una altitud de 6.080 metros.
Éste es el punto más elevado de la superficie de la tierra al que puede acceder un vehículo de forma segura. El 16 de febrero se confirmó desde Londres: la marca fue oficialmente reconocida en el Libro Guinness. El Touareg demostró así la máxima robustez en las condiciones más extremas.
La ruta del equipo, compuesto por ocho personas y encabezado por Rainer Zietlow, les llevó primero a través del desierto de Atacama, una de las regiones más secas del mundo. El campamento base estaba localizado a 4.400 metros por encima del nivel del mar, cerca del lago salado de la Laguna Santa Rosa. Desde ese punto la ruta continuó a través de un terreno pedregoso con una pendiente del ochenta por ciento, campos de nieve y suave arena volcánica. Al volante del Touareg estaba Ronald Normann, ganador en repetidas ocasiones de la competición European Truck Trail. El remolque hidraúlico, equipamiento de serie del Touareg Expedition, fue de gran ayuda para que el equipo pudiera superar los obstáculos más grandes.
También unos faros adicionales en el techo, ruedas de recambio y el equipo de rescate con el que fue equipado este Touareg Expedition, fueron aliados claves en esta aventura. Mientras el aire se hacía más denso a 5.000 metros por encima del nivel del mar, se procuró oxígeno a la tripulación.
El Instituto de Cartografía en la Universidad de Dresden ayudó a escoger la ruta a la cima, tras un reciente viaje de cuatro semanas a través de dicha región que tuvo lugar con objeto de desarrollar nuevos mapas. El conocimiento adquirido en esta expedición ayudará a los científicos a hacer verificaciones sobre su trabajo.
Aún así, el aspecto científico más importante de esta expedición, siempre en peligro de sufrir terremotos y erupciones volcánicas fue la instalación de una estación sismológica, gestionada por el Centro de Investigación Geológica de Postdam. Esta estación hará posible el registro de erupciones directamente sobre los focos de posibles terremotos, lo que supone un gran avance en la investigación sobre los mismos.
Éste es el punto más elevado de la superficie de la tierra al que puede acceder un vehículo de forma segura. El 16 de febrero se confirmó desde Londres: la marca fue oficialmente reconocida en el Libro Guinness. El Touareg demostró así la máxima robustez en las condiciones más extremas.
La ruta del equipo, compuesto por ocho personas y encabezado por Rainer Zietlow, les llevó primero a través del desierto de Atacama, una de las regiones más secas del mundo. El campamento base estaba localizado a 4.400 metros por encima del nivel del mar, cerca del lago salado de la Laguna Santa Rosa. Desde ese punto la ruta continuó a través de un terreno pedregoso con una pendiente del ochenta por ciento, campos de nieve y suave arena volcánica. Al volante del Touareg estaba Ronald Normann, ganador en repetidas ocasiones de la competición European Truck Trail. El remolque hidraúlico, equipamiento de serie del Touareg Expedition, fue de gran ayuda para que el equipo pudiera superar los obstáculos más grandes.
También unos faros adicionales en el techo, ruedas de recambio y el equipo de rescate con el que fue equipado este Touareg Expedition, fueron aliados claves en esta aventura. Mientras el aire se hacía más denso a 5.000 metros por encima del nivel del mar, se procuró oxígeno a la tripulación.
El Instituto de Cartografía en la Universidad de Dresden ayudó a escoger la ruta a la cima, tras un reciente viaje de cuatro semanas a través de dicha región que tuvo lugar con objeto de desarrollar nuevos mapas. El conocimiento adquirido en esta expedición ayudará a los científicos a hacer verificaciones sobre su trabajo.
Aún así, el aspecto científico más importante de esta expedición, siempre en peligro de sufrir terremotos y erupciones volcánicas fue la instalación de una estación sismológica, gestionada por el Centro de Investigación Geológica de Postdam. Esta estación hará posible el registro de erupciones directamente sobre los focos de posibles terremotos, lo que supone un gran avance en la investigación sobre los mismos.
