Los ministros de Transporte, Telecomunicaciones y Energía de la UE han dado luz verde por unanimidad al proyecto europeo de navegación por satélite Galileo y han confirmado su puesta en marcha para 2008. De este modo, el Consejo ha considerado que se ha cumplido con los objetivos requeridos para iniciar la fase de despliegue en 2006, y ha confirmado que la UE participará en el financiamiento de las dos fases, aportando un tercio del coste total del proyecto, mientras que el sector privado se hará cargo de las restantes dos terceras partes.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Jacques Barrot, declaró en rueda de prensa que la puesta en marcha de Galileo es un acontecimiento histórico, "el proyecto europeo de tecnología más bello. Entramos en la recta final: el año que viene verán el lanzamiento los primeros satélites", apuntó.
El texto adoptado señala que la contribución financiera de la UE para el proyecto en su conjunto se definirá en las nuevas perspectivas financieras para el período 2007-2013, aún en negociación, aunque la cantidad sugerida por la Comisión Europea es de mil millones de euros. Al mismo tiempo, "ningún Estado miembro será obligado a contribuir con fondos nacionales adicionales", según explicaron fuentes comunitarias.
Cuatro fases de financiación
Se ha propuesto que la gestión de la financiación se desarrolle a lo largo de cuatro fases: definición del proyecto; desarrollo, de 2002 a 2005, coste de 1,1 mil millones de euros total; despliegue, de 2006 a 2008, (2,1 mil millones de euros, entre los que se incluye un tercio aportado por el sector público y dos tercios por el sector privado); operación y explotación a partir de 2008.
Así, los costes de explotación están estimados en 220 millones de euros anuales, con una contribución excepcional del sector público para los primeros años de 500 millones de euros. A continuación, el sector privado pasará a hacerse cargo de estos costes.
En cuanto a las condiciones que los ministros de los Veinticinco consideran "cumplidas" se encuentra la gestión para hacer compatible el sistema europeo con el americano GPS, mediante un acuerdo que se firmó con Estados Unidos el pasado 26 de junio.
Asimismo, está previsto que el proyecto proporcione una nueva generación de servicios universales en cuanto a transportes, medio ambiente, agricultura y pesca, y que se convierta en norma mundial en materia de navegación por satélite civil, lo que permitirá la interoperabilidad total entre los sistemas europeo y americano.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Jacques Barrot, declaró en rueda de prensa que la puesta en marcha de Galileo es un acontecimiento histórico, "el proyecto europeo de tecnología más bello. Entramos en la recta final: el año que viene verán el lanzamiento los primeros satélites", apuntó.
El texto adoptado señala que la contribución financiera de la UE para el proyecto en su conjunto se definirá en las nuevas perspectivas financieras para el período 2007-2013, aún en negociación, aunque la cantidad sugerida por la Comisión Europea es de mil millones de euros. Al mismo tiempo, "ningún Estado miembro será obligado a contribuir con fondos nacionales adicionales", según explicaron fuentes comunitarias.
Cuatro fases de financiación
Se ha propuesto que la gestión de la financiación se desarrolle a lo largo de cuatro fases: definición del proyecto; desarrollo, de 2002 a 2005, coste de 1,1 mil millones de euros total; despliegue, de 2006 a 2008, (2,1 mil millones de euros, entre los que se incluye un tercio aportado por el sector público y dos tercios por el sector privado); operación y explotación a partir de 2008.
Así, los costes de explotación están estimados en 220 millones de euros anuales, con una contribución excepcional del sector público para los primeros años de 500 millones de euros. A continuación, el sector privado pasará a hacerse cargo de estos costes.
En cuanto a las condiciones que los ministros de los Veinticinco consideran "cumplidas" se encuentra la gestión para hacer compatible el sistema europeo con el americano GPS, mediante un acuerdo que se firmó con Estados Unidos el pasado 26 de junio.
Asimismo, está previsto que el proyecto proporcione una nueva generación de servicios universales en cuanto a transportes, medio ambiente, agricultura y pesca, y que se convierta en norma mundial en materia de navegación por satélite civil, lo que permitirá la interoperabilidad total entre los sistemas europeo y americano.
