El éxito del plan PIVE puesto en marcha hace unos meses por el Gobierno actual, está proximo a agotarse dos meses antes de lo previsto. La buena gestión del IDAE ha tenido un gran apoyo de fabricantes y concesionarios y ha provocado el agotamiento del presupuesto previsto, además ha facilitado que la cifra de ventas en 2012 supera las 700.000 unidades.
Esta cifra que hubiera sido muy inferior de no haberse puesto en marcha en el pasado mes de octubre. Además, las redes de distribución han mejorado ostensiblemente su situación, al verse incrementado entre septiembre y diciembre su tráfico de exposición más del 60%. Asimismo, la mejora en las ventas ha permitido romper la tendencia de destrucción de empleo.
El Plan PIVE ha brindado a los ciudadanos la oportunidad de sustituir un vehículo antiguo por uno nuevo, dotado de mayor equipamiento tecnológico, innovación y de seguridad y, lo que es muy importante, en las mejores condiciones económicas de la historia. El Plan PIVE puede ayudar de forma notable a mejorar el posicionamiento de España como un mercado eficiente y tecnológicamente avanzado.
Todos estos efectos positivos deberían mantenerse e incluso potenciarse puesto que se ha demostrado que este Plan genera crecimiento y confianza. Es bueno para la sociedad y economía española y, gracias al retorno fiscal, contribuye a luchar eficazmente contra el déficit público. Por ello, desde el sector del automóvil estamos convencidos de que un nuevo Plan PIVE significaría una inyección de confianza adicional para el consumo español y un apoyo significativo en la coyuntura económica más inmediata.