La finalización de los trabajos de construcción del nuevo Museo de Porsche está a la vista. Actualmente, más de 40 compañías diferentes, con unos 250 trabajadores y especialistas, desempeñan su labor en la Porscheplatz. “Los trabajos van de acuerdo con lo planificado. Con el permiso de la meteorología, el museo debería estar completado a final de año”, manifestaba Anton Hunger, director de Comunicación de Porsche AG.
La construcción de acero, con 5.600 metros cuadrados interiores de espacio de exhibición, fue instalada con éxito en otoño de 2007, sobre tres placas de hormigón armado con acero reforzado. Inmediatamente después de esta operación, comenzó la tarea en las actuales áreas de exhibición. Esto incluye techos de acero reforzado entre el suelo y las escaleras y rampas de generosas dimensiones.
Los sistemas de servicio para la edificación fueron instalados siguiendo un ingenioso plan logístico y, al mismo tiempo, se realizaron las paredes y techos, así como la cobertura de los suelos. Mientras se estaba con la parte del cableado y conductos para la calefacción, ventilación y servicios sanitarios en la zona oeste del edificio, la llamada construcción seca y el recubrimiento del suelo se iba realizando por la parte este. “El hecho de que se fueran solapando trabajos obligaba a grandes exigencias con las compañías involucradas, pues se requería una coordinación precisa y cumplir con las fechas de terminación”, explicaba Armin Wagner, director del proyecto de construcción. Los trabajos sobre las planchas de metal y cristales de las fachadas también se han llevado a cabo con rapidez en el nuevo Museo Porsche. Aunque todavía oculta detrás del alto andamio, la arquitectura va tomando una forma sólida gradualmente.
Tan pronto como los visitantes entren en el vestíbulo, la primera impresión será de fascinación, la misma que la marca Porsche transmite. Además del punto de información, restaurante, cafetería y tienda del museo, tendrán la oportunidad de echar un vistazo al taller de vehículos históricos de Porsche. No sólo los clientes de ese tipo de vehículos recibirán aquí la atención de un experto, sino que habrá también más de 300 automóviles en pleno proceso de preparación para ser expuestos en las continuas giras mundiales del “museo rodante”. Debido a que todos los automóviles pasarán algún periodo fuera del museo, el aspecto de la exposición en la Porscheplatz, con alrededor de 80 “joyas”, cambiará de forma constante. De esta manera, los aficionados de Porsche tendrán la oportunidad de descubrir algo nuevo cada vez que visiten las instalaciones.
Al igual que la zona de exhibición se asienta en tres soportes, también el contenido del nuevo museo se basa en tres líneas principales. Los productos históricos de Porsche cronológicamente colocados crean la estructura que dirige a los visitantes a lo largo de su recorrido. En combinación con esto, habrá zonas temáticas donde se podrán admirar elementos de distintos periodos. En esta parte se prestará atención a los vehículos más importantes, a los hitos más significativos en el mundo de la competición y a las grandes innovaciones técnológicas desarrolladas por Porsche. El nexo de unión entre la evolución histórica y las exposiciones temáticas individuales vendrá de la mano de una variedad de pequeñas exhibiciones que serán el tercer pilar del museo, sustentado en la inequívoca calidad de la marca, la “Idea Porsche”.
“La arquitectura abierta y el concepto de exhibición dan una gran sensación de libertad a los visitantes, tanto en términos de espacio como de contenido. Mientras se pasea alrededor del museo, uno puede hacer un viaje por la historia a través de los vehículos o se puede centrar en determinados temas concretos”, explicaba Christina Becker, directora del proyecto global.
El nuevo Museo Porsche combina la funcionalidad de la exposición con el espacio. Sus áreas de conferencias de generosas proporciones y un servicio de catering de gran calidad, también permiten que sea utilizado en reuniones de trabajo, para lo cual hay una gran flexibilidad de horarios, independientemente de los tiempos normales de apertura del museo.
La construcción de acero, con 5.600 metros cuadrados interiores de espacio de exhibición, fue instalada con éxito en otoño de 2007, sobre tres placas de hormigón armado con acero reforzado. Inmediatamente después de esta operación, comenzó la tarea en las actuales áreas de exhibición. Esto incluye techos de acero reforzado entre el suelo y las escaleras y rampas de generosas dimensiones.
Los sistemas de servicio para la edificación fueron instalados siguiendo un ingenioso plan logístico y, al mismo tiempo, se realizaron las paredes y techos, así como la cobertura de los suelos. Mientras se estaba con la parte del cableado y conductos para la calefacción, ventilación y servicios sanitarios en la zona oeste del edificio, la llamada construcción seca y el recubrimiento del suelo se iba realizando por la parte este. “El hecho de que se fueran solapando trabajos obligaba a grandes exigencias con las compañías involucradas, pues se requería una coordinación precisa y cumplir con las fechas de terminación”, explicaba Armin Wagner, director del proyecto de construcción. Los trabajos sobre las planchas de metal y cristales de las fachadas también se han llevado a cabo con rapidez en el nuevo Museo Porsche. Aunque todavía oculta detrás del alto andamio, la arquitectura va tomando una forma sólida gradualmente.
Tan pronto como los visitantes entren en el vestíbulo, la primera impresión será de fascinación, la misma que la marca Porsche transmite. Además del punto de información, restaurante, cafetería y tienda del museo, tendrán la oportunidad de echar un vistazo al taller de vehículos históricos de Porsche. No sólo los clientes de ese tipo de vehículos recibirán aquí la atención de un experto, sino que habrá también más de 300 automóviles en pleno proceso de preparación para ser expuestos en las continuas giras mundiales del “museo rodante”. Debido a que todos los automóviles pasarán algún periodo fuera del museo, el aspecto de la exposición en la Porscheplatz, con alrededor de 80 “joyas”, cambiará de forma constante. De esta manera, los aficionados de Porsche tendrán la oportunidad de descubrir algo nuevo cada vez que visiten las instalaciones.
Al igual que la zona de exhibición se asienta en tres soportes, también el contenido del nuevo museo se basa en tres líneas principales. Los productos históricos de Porsche cronológicamente colocados crean la estructura que dirige a los visitantes a lo largo de su recorrido. En combinación con esto, habrá zonas temáticas donde se podrán admirar elementos de distintos periodos. En esta parte se prestará atención a los vehículos más importantes, a los hitos más significativos en el mundo de la competición y a las grandes innovaciones técnológicas desarrolladas por Porsche. El nexo de unión entre la evolución histórica y las exposiciones temáticas individuales vendrá de la mano de una variedad de pequeñas exhibiciones que serán el tercer pilar del museo, sustentado en la inequívoca calidad de la marca, la “Idea Porsche”.
“La arquitectura abierta y el concepto de exhibición dan una gran sensación de libertad a los visitantes, tanto en términos de espacio como de contenido. Mientras se pasea alrededor del museo, uno puede hacer un viaje por la historia a través de los vehículos o se puede centrar en determinados temas concretos”, explicaba Christina Becker, directora del proyecto global.
El nuevo Museo Porsche combina la funcionalidad de la exposición con el espacio. Sus áreas de conferencias de generosas proporciones y un servicio de catering de gran calidad, también permiten que sea utilizado en reuniones de trabajo, para lo cual hay una gran flexibilidad de horarios, independientemente de los tiempos normales de apertura del museo.