En tres meses, las operaciones canalizadas a través del Plan Vive apenas han superado el medio centenar
La industria del automóvil pide la vuelta a la fórmula del antiguo Prever con ayudas directas a la compra
El Gobierno, todavía sin precisar de qué manera, ha accedido a reformar un Plan Vive fracasado. El titular de Industria, Miguel Sebastián, ha reconocido ante el pleno del Congreso que éste “no funciona como debería”, por lo que ha anunciado que se reformará antes de que cumpla sus primeros cien días en vigor.
Entre las claves de su fracaso, afirma El Mundo, las condiciones tan restrictivas planteadas por el plan, (es necesario dar de baja un coche de más de 15 años y comprar un nuevo vehículo que con emisiones que no superen los 140 gramos de CO2/Km), la merma de la renta disponible para el consumo en las familias y la vinculación de las ayudas –concedidas para adquisiciones vía préstamo- a la salud de un sistema financiero que no facilita el crédito.
No obstante, Sebastián aseguró que el Gobierno no puede controlar la evolución de la demanda de automóviles teniendo en cuenta que el 80% de la producción de nuestro país se exporta. En este sentido, el ministro, que volvió a reiterar su apuesta por el coche eléctrico, explicó que las actuaciones del Gobierno en este sector pasan por solventar problemas relacionados con la logística, el absentismo laboral, la formación y la innovación.
La industria del automóvil pide la vuelta a la fórmula del antiguo Prever con ayudas directas a la compra
El Gobierno, todavía sin precisar de qué manera, ha accedido a reformar un Plan Vive fracasado. El titular de Industria, Miguel Sebastián, ha reconocido ante el pleno del Congreso que éste “no funciona como debería”, por lo que ha anunciado que se reformará antes de que cumpla sus primeros cien días en vigor.
Entre las claves de su fracaso, afirma El Mundo, las condiciones tan restrictivas planteadas por el plan, (es necesario dar de baja un coche de más de 15 años y comprar un nuevo vehículo que con emisiones que no superen los 140 gramos de CO2/Km), la merma de la renta disponible para el consumo en las familias y la vinculación de las ayudas –concedidas para adquisiciones vía préstamo- a la salud de un sistema financiero que no facilita el crédito.
No obstante, Sebastián aseguró que el Gobierno no puede controlar la evolución de la demanda de automóviles teniendo en cuenta que el 80% de la producción de nuestro país se exporta. En este sentido, el ministro, que volvió a reiterar su apuesta por el coche eléctrico, explicó que las actuaciones del Gobierno en este sector pasan por solventar problemas relacionados con la logística, el absentismo laboral, la formación y la innovación.