Jornadas de Puertas Abiertas en el Instituto de Automática Industrial del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) los días 16 y 17 de noviembre
Comprobar en vivo y en directo los avances del Programa Autopía, que hace posible que un Citroën C3 Pluriel se conduzca a sí mismo, e incluso ir en él, será posible los próximos días 16 y 17 de noviembre, en las jornadas de puertas abiertas que se celebrarán en el Instituto de Automática Industrial del CSIC, dentro del marco de la V Semana de la Ciencia, que tendrá lugar en Madrid del 7 al 20 de noviembre.
Este Citroën C3 Pluriel, que responde al nombre de “Clavileño”, no es el único que se conduce a sí mismo, los Citroën Berlingo “Rocinante” y “Babieca” también lo hacen. Ninguno de ellos es un coche fantasma, aunque en un primer vistazo, cuando están en marcha, puedan parecerlo. Mirados con más detenimiento, se muestran tal cual son: coches de gama, adaptados para la conducción automática por un grupo de investigadores del CSIC.
El programa Autopía, que comenzó hace 7 años, trata de llevar toda la tecnología que se ha desarrollado sobre robots móviles al mundo del automóvil. De momento, para conseguir que los tres Citroën se conduzcan a sí mismos, estos científicos han sustituido el cerebro y las habilidades de un conductor humano por las de un ordenador, que controla la dirección y la velocidad del vehículo. Lo han conseguido sirviéndose de la técnica de “control borroso” o “lógica borrosa”, que permite procesar información sensorial sobre dónde se encuentra el coche, en qué dirección va y qué obstáculos hay en el camino.
De este modo, el C3 Pluriel y los dos Berlingo pueden realizar trayectos preestablecidos, detectar una curva y realizar el giro del volante adecuado, adelantarse entre sí o evitar una posible salida de carril accionando el volante para seguir la trayectoria correcta y llegar al destino final. Todo ello, con una precisión en la posición y trayectoria del vehículo prácticamente absoluta. Su margen de error es inferior a dos centímetros, gracias a un GPS diferencial, que en todo momento informa al ordenador de la posición en la que se encuentra el coche.
Los investigadores de Autopía se decidieron, en un primer momento, por dos Berlingo eléctricos por estar éstos construidos en España, en el Centro de PSA Peugeot Citroën de Vigo y por ser, además, eléctricos, motores con los que ellos ya trabajaban. Ahora, investigan sobre un C3 Pluriel 1.6i 16V SensoDrive, también fabricado en España, en este caso en Madrid. Este modelo de Citroën, destaca, entre otras cosas, por su originalidad, ya que permite distintas configuraciones de carrocería: de berlina pasa a convertirse en cabrio, spider o spider pick-up.
Por otra parte, los científicos tienen previsto continuar sus estudios con un Citroën C3 1.6i 16V SensoDrive. La marca colabora en el programa Autopía con la financiación de una beca de investigación, la cesión de un vehículo y prestándoles apoyo logístico. Este programa demuestra que no es una utopía pensar en coches que puedan detectar a otros vehículos en un cruce, coches con un piloto automático que se pueda conectar, por ejemplo, en los atascos, o en áreas de la investigación del automóvil, como en pruebas de resistencia de materiales o de componentes. Con la tecnología que incorpora el Programa Autopía ya es posible.
Comprobar en vivo y en directo los avances del Programa Autopía, que hace posible que un Citroën C3 Pluriel se conduzca a sí mismo, e incluso ir en él, será posible los próximos días 16 y 17 de noviembre, en las jornadas de puertas abiertas que se celebrarán en el Instituto de Automática Industrial del CSIC, dentro del marco de la V Semana de la Ciencia, que tendrá lugar en Madrid del 7 al 20 de noviembre.
Este Citroën C3 Pluriel, que responde al nombre de “Clavileño”, no es el único que se conduce a sí mismo, los Citroën Berlingo “Rocinante” y “Babieca” también lo hacen. Ninguno de ellos es un coche fantasma, aunque en un primer vistazo, cuando están en marcha, puedan parecerlo. Mirados con más detenimiento, se muestran tal cual son: coches de gama, adaptados para la conducción automática por un grupo de investigadores del CSIC.
El programa Autopía, que comenzó hace 7 años, trata de llevar toda la tecnología que se ha desarrollado sobre robots móviles al mundo del automóvil. De momento, para conseguir que los tres Citroën se conduzcan a sí mismos, estos científicos han sustituido el cerebro y las habilidades de un conductor humano por las de un ordenador, que controla la dirección y la velocidad del vehículo. Lo han conseguido sirviéndose de la técnica de “control borroso” o “lógica borrosa”, que permite procesar información sensorial sobre dónde se encuentra el coche, en qué dirección va y qué obstáculos hay en el camino.
De este modo, el C3 Pluriel y los dos Berlingo pueden realizar trayectos preestablecidos, detectar una curva y realizar el giro del volante adecuado, adelantarse entre sí o evitar una posible salida de carril accionando el volante para seguir la trayectoria correcta y llegar al destino final. Todo ello, con una precisión en la posición y trayectoria del vehículo prácticamente absoluta. Su margen de error es inferior a dos centímetros, gracias a un GPS diferencial, que en todo momento informa al ordenador de la posición en la que se encuentra el coche.
Los investigadores de Autopía se decidieron, en un primer momento, por dos Berlingo eléctricos por estar éstos construidos en España, en el Centro de PSA Peugeot Citroën de Vigo y por ser, además, eléctricos, motores con los que ellos ya trabajaban. Ahora, investigan sobre un C3 Pluriel 1.6i 16V SensoDrive, también fabricado en España, en este caso en Madrid. Este modelo de Citroën, destaca, entre otras cosas, por su originalidad, ya que permite distintas configuraciones de carrocería: de berlina pasa a convertirse en cabrio, spider o spider pick-up.
Por otra parte, los científicos tienen previsto continuar sus estudios con un Citroën C3 1.6i 16V SensoDrive. La marca colabora en el programa Autopía con la financiación de una beca de investigación, la cesión de un vehículo y prestándoles apoyo logístico. Este programa demuestra que no es una utopía pensar en coches que puedan detectar a otros vehículos en un cruce, coches con un piloto automático que se pueda conectar, por ejemplo, en los atascos, o en áreas de la investigación del automóvil, como en pruebas de resistencia de materiales o de componentes. Con la tecnología que incorpora el Programa Autopía ya es posible.