Audi lanza al mercado el SUV Diesel más potente del mundo: el V8 del Audi Q7 4.2 TDI, que estará disponible en los concesionarios a principios de verano, rinde 326 CV (240 kW) de potencia y un par motor de 760 Nm. Sin embargo, el ocho cilindros de alta tecnología no sólo impresiona por su poderoso rendimiento, sino también por su elevada eficiencia: se conforma con un consumo medio de 11,1 litros de combustible Diesel por cada 100 km recorridos.
El nuevo Audi Q7 4.2 TDI alberga bajo su capó el motor Diesel V8 más potente que Audi haya montado jamás. El ocho cilindros, que ya incorpora la berlina de lujo A8, genera de sus 4,2 litros de cilindrada una potencia de 326 CV (240 kW) y un par motor de 760 Nm, disponibles de forma constante entre las 1.800 y las 2.500 rpm. De este modo, el Audi Q7 4.2 TDI consigue unas prestaciones en marcha similares a las de un deportivo. Capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos, alcanza una velocidad punta de 236 km/h; son estos valores que establecen un nuevo récord.
El Audi Q7 4.2 TDI transmite su fuerza a través del cambio automático tiptronic de seis etapas a una cadena de transmisión quattro de ajuste deportivo, que en condiciones normales transmite un 40% de la fuerza motriz a las ruedas delanteras y un 60% a las traseras. La suspensión neumática Audi adaptive air suspension se incluye en el equipamiento de serie de este Diesel de categoría superior. Gracias a ella se ha conseguido solucionar un conflicto de intereses ya clásico, ya que permite fusionar un manejo dinámico con el confort en marcha de la clase de lujo.
El Audi Q7 4.2 TDI presume de la impresionante potencia del gran motor Diesel de ocho cilindros, que lo convierte en un vehículo de versátil deportividad. El Audi Q7 marcó la pauta en el segmento de los vehículos SUV ya en el momento de su lanzamiento; sin embargo, el 4.2 TDI va aún más lejos.
El equipamiento confort que incorpora de serie también eleva a este Diesel de categoría superior a los puestos más elevados. El paquete de diseño en cuero otorga al interior del vehículo un toque de discreto lujo, mientras que el control automático de velocidad facilita la conducción en trayectos largos. Una de las novedades técnicas es el asistente Audi lane assist opcional, que informa al conductor mediante suaves vibraciones en el volante cuando éste, por descuido, pisa una de las líneas de la calzada detectadas por el sistema sin haber activado previamente el intermitente.
En el Audi Q7 4.2 TDI, el par motor fluye de serie a través del cambio automático tiptronic de seis relaciones. El programa de cambio dinámico DSP se encarga de gestionar los cambios de marcha, y para ello se basa en el estilo de conducción del piloto y en las condiciones de la calzada. Un programa deportivo especial permite realizar cambios de marcha especialmente dinámicos. El conductor puede participar en el proceso de cambio, bien mediante el nivel de cambios en la palanca de selección, bien con ayuda de las levas de cambio opcionales ubicadas en el volante. Debido a que el tiptronic ha sido adaptado desde un principio a regímenes de par elevados, no ha sido necesario reforzarlo especialmente para montarlo en combinación con el motor Diesel V8.
Como todos los Audi Q7, también el 4.2 TDI monta un diferencial central autoblocante que distribuye el par motor de forma asimétrica-dinámica. En condiciones normales, la distribución de par estándar se ha determinado en relación de 40 : 60 entre el eje delantero y trasero.
El tren de rodaje viene a completar el carácter dinámico del Audi Q7 4.2 TDI. Supera con maestría muchos retos, tanto sobre terreno sin asfaltar como en carretera, donde la maniobrabilidad, la seguridad en marcha y el confort marcan la pauta. La suspensión neumática adaptive air suspension de serie supone el colofón de este insuperable carácter. Su combinación de suspensión neumática y amortiguación electrónicamente controlada con estabilización dinámica del balanceo ofrece como resultado una síntesis perfecta de deportividad y elevado confort de rodadura.
El conductor puede ajustar la adaptive air suspension en tres campos característicos diferentes, dynamic, comfort y automatic, que abarcan desde una suspensión acentuadamente rígida a una marcadamente confortable. Junto con los modos offroad y lift, este sistema permite variar la altura de la carrocería hasta en cinco niveles. En el modo offroad, la distancia con respecto al suelo es de 205 mm, más que suficiente por norma general para enfrentarse a un terreno exigente. Además, para facilitar una carga más cómoda del vehículo, la parte trasera puede reducir su altura en 71 mm.
También el diseño básico del tren de rodaje brilla por su gran complejidad. Las cuatro ruedas están suspendidas de forma independiente en brazos transversales dobles; los componentes del eje se han fabricado en gran parte en aluminio. La dirección servotronic, con asistencia en dependencia de la velocidad y transmisión variable, aúna conductor y carretera de un modo extraordinariamente directo y preciso.
El Audi Q7 4.2 TDI monta de serie llantas deportivas de aleación ligera de 18 pulgadas con neumáticos en dimensiones 255/55. Los cuatro discos de freno son autoventilados y de grandes dimensiones: en el eje delantero tienen un diámetro de 350 mm, en el eje trasero el diámetro es de 358 mm. En cada una de las pinzas de freno delanteras, seis pistones se encargan de trasladar la presión de frenado a los discos; también esta es una solución procedente de los vehículos deportivos.
El nuevo Audi Q7 4.2 TDI alberga bajo su capó el motor Diesel V8 más potente que Audi haya montado jamás. El ocho cilindros, que ya incorpora la berlina de lujo A8, genera de sus 4,2 litros de cilindrada una potencia de 326 CV (240 kW) y un par motor de 760 Nm, disponibles de forma constante entre las 1.800 y las 2.500 rpm. De este modo, el Audi Q7 4.2 TDI consigue unas prestaciones en marcha similares a las de un deportivo. Capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos, alcanza una velocidad punta de 236 km/h; son estos valores que establecen un nuevo récord.
El Audi Q7 4.2 TDI transmite su fuerza a través del cambio automático tiptronic de seis etapas a una cadena de transmisión quattro de ajuste deportivo, que en condiciones normales transmite un 40% de la fuerza motriz a las ruedas delanteras y un 60% a las traseras. La suspensión neumática Audi adaptive air suspension se incluye en el equipamiento de serie de este Diesel de categoría superior. Gracias a ella se ha conseguido solucionar un conflicto de intereses ya clásico, ya que permite fusionar un manejo dinámico con el confort en marcha de la clase de lujo.
El Audi Q7 4.2 TDI presume de la impresionante potencia del gran motor Diesel de ocho cilindros, que lo convierte en un vehículo de versátil deportividad. El Audi Q7 marcó la pauta en el segmento de los vehículos SUV ya en el momento de su lanzamiento; sin embargo, el 4.2 TDI va aún más lejos.
El equipamiento confort que incorpora de serie también eleva a este Diesel de categoría superior a los puestos más elevados. El paquete de diseño en cuero otorga al interior del vehículo un toque de discreto lujo, mientras que el control automático de velocidad facilita la conducción en trayectos largos. Una de las novedades técnicas es el asistente Audi lane assist opcional, que informa al conductor mediante suaves vibraciones en el volante cuando éste, por descuido, pisa una de las líneas de la calzada detectadas por el sistema sin haber activado previamente el intermitente.
En el Audi Q7 4.2 TDI, el par motor fluye de serie a través del cambio automático tiptronic de seis relaciones. El programa de cambio dinámico DSP se encarga de gestionar los cambios de marcha, y para ello se basa en el estilo de conducción del piloto y en las condiciones de la calzada. Un programa deportivo especial permite realizar cambios de marcha especialmente dinámicos. El conductor puede participar en el proceso de cambio, bien mediante el nivel de cambios en la palanca de selección, bien con ayuda de las levas de cambio opcionales ubicadas en el volante. Debido a que el tiptronic ha sido adaptado desde un principio a regímenes de par elevados, no ha sido necesario reforzarlo especialmente para montarlo en combinación con el motor Diesel V8.
Como todos los Audi Q7, también el 4.2 TDI monta un diferencial central autoblocante que distribuye el par motor de forma asimétrica-dinámica. En condiciones normales, la distribución de par estándar se ha determinado en relación de 40 : 60 entre el eje delantero y trasero.
El tren de rodaje viene a completar el carácter dinámico del Audi Q7 4.2 TDI. Supera con maestría muchos retos, tanto sobre terreno sin asfaltar como en carretera, donde la maniobrabilidad, la seguridad en marcha y el confort marcan la pauta. La suspensión neumática adaptive air suspension de serie supone el colofón de este insuperable carácter. Su combinación de suspensión neumática y amortiguación electrónicamente controlada con estabilización dinámica del balanceo ofrece como resultado una síntesis perfecta de deportividad y elevado confort de rodadura.
El conductor puede ajustar la adaptive air suspension en tres campos característicos diferentes, dynamic, comfort y automatic, que abarcan desde una suspensión acentuadamente rígida a una marcadamente confortable. Junto con los modos offroad y lift, este sistema permite variar la altura de la carrocería hasta en cinco niveles. En el modo offroad, la distancia con respecto al suelo es de 205 mm, más que suficiente por norma general para enfrentarse a un terreno exigente. Además, para facilitar una carga más cómoda del vehículo, la parte trasera puede reducir su altura en 71 mm.
También el diseño básico del tren de rodaje brilla por su gran complejidad. Las cuatro ruedas están suspendidas de forma independiente en brazos transversales dobles; los componentes del eje se han fabricado en gran parte en aluminio. La dirección servotronic, con asistencia en dependencia de la velocidad y transmisión variable, aúna conductor y carretera de un modo extraordinariamente directo y preciso.
El Audi Q7 4.2 TDI monta de serie llantas deportivas de aleación ligera de 18 pulgadas con neumáticos en dimensiones 255/55. Los cuatro discos de freno son autoventilados y de grandes dimensiones: en el eje delantero tienen un diámetro de 350 mm, en el eje trasero el diámetro es de 358 mm. En cada una de las pinzas de freno delanteras, seis pistones se encargan de trasladar la presión de frenado a los discos; también esta es una solución procedente de los vehículos deportivos.