Según un estudio realizado por Jato Dynamics sobre la implantación de los sistemas de control de frenado ESP en el parque europeo, Alemania es el país donde los citados dispositivos están más generalizados. Un 60,8 por ciento de los vehículos los llevan incorporados. En Francia el porcentaje se queda en casi la mitad, 32,6 por ciento, mientras que en España no se llega a alcanzar el 24 por ciento.