Un estudio promovido por el RACC ha analizado la actitud y comportamiento ante el volante de los adultos a partir de 600 encuestas realizadas a niños con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años. Con este estudio, encuadrado en un trabajo más amplio sobre el uso de sistemas de retención presentado en septiembre de 2004, el RACC ha querido conocer también las fuentes de educación vial de este colectivo desde dentro y no, como en otras ocasiones, a partir de los padres.
Son 150 los menores de 14 años que mueren anualmente en nuestro país y 6.300 los que resultan heridos de diversa consideración en accidentes de tráfico, fundamentalmente por irrumpir o cruzar la calzada de forma no reglamentaria o por no utilizar los pasos de peatones, de ahí la importancia de la investigación.
Según los resultados de este estudio, el 32% los niños y niñas madrileños reconoce cruzar con el semáforo en rojo en alguna (30,5%), o muchas ocasiones (1,5%), porcentajes que varían con la edad del menor. La franja que comprende desde los 9 a 12 años, donde el porcentaje de niños que cruza en rojo en ocasiones aumenta hasta el 56,2%, resulta, en comparación con el 36,5% detectado entre los 6 y 9 años, la más imprudente. En el 15,6% de los casos, los menores afirman encontrarse solos.
Los niños madrileños presentan un comportamiento significativamente más prudente que en el resto de la península. El 99,5% de los menores de la capital comprende que cruzar la calzada con el semáforo en rojo puede conllevar un accidente o un accidente.
El padre es, para el 34,8% de los consultados, la persona que más corre, mientras que tan sólo el 5,6% cita a la madre. Únicamente al 26,8% de los niños y niñas les gusta que el conductor del vehículo corra, frente a un 70,2% que no lo aprueba. El 98% es consciente del riesgo de accidente aparejado a la velocidad. Sólo un 1,5% señaló como posible consecuencia el riesgo de ser multado.
Para el 53% de los consultados el padre es quien mejor conduce. La madre fue citada por el 12% solamente.
El 97,5% conoce que no está permitido utilizar el teléfono móvil mientras se conduce, pero el 25,3% afirma que su padre o madre lo hace. Para el 62% de los niños conducir y hablar por teléfono móvil puede derivar en un accidente, mientras que un 26,5% reconoce la posibilidad de que quien conduce se distraiga.
Según muestra el estudio, los padres son la primera fuente de conocimiento para el menor en las actitudes en el vehículo, mientras las madres son las primeras educadoras en modos de comportamiento en trayectos a pie por la ciudad.
Son 150 los menores de 14 años que mueren anualmente en nuestro país y 6.300 los que resultan heridos de diversa consideración en accidentes de tráfico, fundamentalmente por irrumpir o cruzar la calzada de forma no reglamentaria o por no utilizar los pasos de peatones, de ahí la importancia de la investigación.
Según los resultados de este estudio, el 32% los niños y niñas madrileños reconoce cruzar con el semáforo en rojo en alguna (30,5%), o muchas ocasiones (1,5%), porcentajes que varían con la edad del menor. La franja que comprende desde los 9 a 12 años, donde el porcentaje de niños que cruza en rojo en ocasiones aumenta hasta el 56,2%, resulta, en comparación con el 36,5% detectado entre los 6 y 9 años, la más imprudente. En el 15,6% de los casos, los menores afirman encontrarse solos.
Los niños madrileños presentan un comportamiento significativamente más prudente que en el resto de la península. El 99,5% de los menores de la capital comprende que cruzar la calzada con el semáforo en rojo puede conllevar un accidente o un accidente.
El padre es, para el 34,8% de los consultados, la persona que más corre, mientras que tan sólo el 5,6% cita a la madre. Únicamente al 26,8% de los niños y niñas les gusta que el conductor del vehículo corra, frente a un 70,2% que no lo aprueba. El 98% es consciente del riesgo de accidente aparejado a la velocidad. Sólo un 1,5% señaló como posible consecuencia el riesgo de ser multado.
Para el 53% de los consultados el padre es quien mejor conduce. La madre fue citada por el 12% solamente.
El 97,5% conoce que no está permitido utilizar el teléfono móvil mientras se conduce, pero el 25,3% afirma que su padre o madre lo hace. Para el 62% de los niños conducir y hablar por teléfono móvil puede derivar en un accidente, mientras que un 26,5% reconoce la posibilidad de que quien conduce se distraiga.
Según muestra el estudio, los padres son la primera fuente de conocimiento para el menor en las actitudes en el vehículo, mientras las madres son las primeras educadoras en modos de comportamiento en trayectos a pie por la ciudad.