El 30% de los automóviles comercializados durante el pasado año en el mercado español incorporaban control electrónico de estabilida d (ESP), un elemento de seguridad que cumple ahora diez años desde que Bosch iniciara su producción en serie.
En la Unión Europea, el 36% de los coches matriculados en 2004 incorporaban ESP, de forma que España se sitúa por debajo de la media, del mismo modo que Reino Unido, con una cuota de penetración de este sistema del 24%, y de Italia con un 20%.
Alemania es el mercado en el que el control electrónico de estabilidad registra un mayor nivel de penetración, con el 64% de las matriculaciones contabilizadas el pasado ejercicio. Francia también se sitúa por encima de la media, con un 39%.
Pese a su significativa implantación en la Unión Europea, el ESP todavía no cuenta con una presencia destacada en los otros dos principales mercados automovilísticos del mundo: Estados Unidos y Japón.
Así, en Japón el nivel de penetración del ESP es inferior al 10%, mientras que Estados Unidos es ligeramente superior, si bien este último mercado es el que presenta un mayor potencial de crecimiento, dado que General Motors, Ford y Chrysler incluirán de serie el control electrónico de estabilidad en la mayor parte de sus "sport utility vehicles" (todoterrenos, monovolúmenes y "pick up") desde el año 2006.
En la Unión Europea, el 36% de los coches matriculados en 2004 incorporaban ESP, de forma que España se sitúa por debajo de la media, del mismo modo que Reino Unido, con una cuota de penetración de este sistema del 24%, y de Italia con un 20%.
Alemania es el mercado en el que el control electrónico de estabilidad registra un mayor nivel de penetración, con el 64% de las matriculaciones contabilizadas el pasado ejercicio. Francia también se sitúa por encima de la media, con un 39%.
Pese a su significativa implantación en la Unión Europea, el ESP todavía no cuenta con una presencia destacada en los otros dos principales mercados automovilísticos del mundo: Estados Unidos y Japón.
Así, en Japón el nivel de penetración del ESP es inferior al 10%, mientras que Estados Unidos es ligeramente superior, si bien este último mercado es el que presenta un mayor potencial de crecimiento, dado que General Motors, Ford y Chrysler incluirán de serie el control electrónico de estabilidad en la mayor parte de sus "sport utility vehicles" (todoterrenos, monovolúmenes y "pick up") desde el año 2006.
