Un clan familiar de origen argentino y apellidos griegos --"perfectamente estructurado", según las fuerzas de seguridad-- se dedicaba presuntamente a defraudar en los parquímetros de los aledaños de la estación de Sants. Pero no solo eso. La investigación de esa estafa ha revelado que sus presuntos autores también se dedicaban a la compra venta irregular de coches.
Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Urbana de Barcelona ha permitido detener a 24 miembros del clan. Los arrestados podrían haber estafado unos 24.000 euros pagando en los parquímetros con tarjetas de crédito manipuladas y estarían en disposición de vender unos 50 vehículos de segunda mano, que podrían haber sido robados o estar embargados, valorados entre 1.000 y 3.000 euros cada uno.
La operación, que aún no ha finalizado, se inició el pasado 28 de noviembre, cuando la empresa Barcelona Serveis Municipals (BSM), encargada de gestionar los parquímetros, denunció un fraude en las áreas de estacionamiento de zona verde y azul cerca de la estación de Sants.
De acuerdo con la policía, este doble negocio --fraude al parquímetro y compra venta de vehículos-- "iba al alza". La banda, de hecho, disponía de tres locales comerciales, dos en el distrito del Eixample, en Barcelona, y otro en L'Hospitalet de Llobregat. Allí guardaban algunos de los coches usados de los que disponían. Otros, en cambio, estaban estacionados en los alrededores de la estación de ferrocarril, donde había expuestos permanentemente una veintena de vehículos.
Un grupo de la banda se dedicaba a ir renovando con tarjetas trucadas los boletos de estacionamiento de los coches aparcados en las calles de Viriat, Numancia, Enric Bargés y Ronda de Sant Antoni, entre otras, así como a retirar los carteles de coche en venta de los vehículos cuando se acercaban agentes policiales por la zona, pues está prohibido por las ordenanzas municipales que un concesionario tenga coches en venta en la vía pública.
El pasado miércoles, tras avanzar en las investigaciones, la policía detuvo a los 24 integrantes del clan e inmovilizó cerca de 50 vehículos, desde furgonetas hasta modelos familiares y deportivos. Tras registrar tres domicilios particulares y los tres concesionarios, la policía se incautó de 24 tarjetas de crédito, 6.815 euros en efectivo y documentos preparados para la compra venta de más de 100 vehículos. Ahora se investiga si los concesionarios reunían los permisos necesarios.
Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Urbana de Barcelona ha permitido detener a 24 miembros del clan. Los arrestados podrían haber estafado unos 24.000 euros pagando en los parquímetros con tarjetas de crédito manipuladas y estarían en disposición de vender unos 50 vehículos de segunda mano, que podrían haber sido robados o estar embargados, valorados entre 1.000 y 3.000 euros cada uno.
La operación, que aún no ha finalizado, se inició el pasado 28 de noviembre, cuando la empresa Barcelona Serveis Municipals (BSM), encargada de gestionar los parquímetros, denunció un fraude en las áreas de estacionamiento de zona verde y azul cerca de la estación de Sants.
De acuerdo con la policía, este doble negocio --fraude al parquímetro y compra venta de vehículos-- "iba al alza". La banda, de hecho, disponía de tres locales comerciales, dos en el distrito del Eixample, en Barcelona, y otro en L'Hospitalet de Llobregat. Allí guardaban algunos de los coches usados de los que disponían. Otros, en cambio, estaban estacionados en los alrededores de la estación de ferrocarril, donde había expuestos permanentemente una veintena de vehículos.
Un grupo de la banda se dedicaba a ir renovando con tarjetas trucadas los boletos de estacionamiento de los coches aparcados en las calles de Viriat, Numancia, Enric Bargés y Ronda de Sant Antoni, entre otras, así como a retirar los carteles de coche en venta de los vehículos cuando se acercaban agentes policiales por la zona, pues está prohibido por las ordenanzas municipales que un concesionario tenga coches en venta en la vía pública.
El pasado miércoles, tras avanzar en las investigaciones, la policía detuvo a los 24 integrantes del clan e inmovilizó cerca de 50 vehículos, desde furgonetas hasta modelos familiares y deportivos. Tras registrar tres domicilios particulares y los tres concesionarios, la policía se incautó de 24 tarjetas de crédito, 6.815 euros en efectivo y documentos preparados para la compra venta de más de 100 vehículos. Ahora se investiga si los concesionarios reunían los permisos necesarios.