Un vehículo equipado con sensores ambientales de ayuda a la conducción y neumáticos run-flat de Continental se ha proclamado ganador del DARPA Grand Challenge 2007. Este peculiar reto, en el que los competidores son automóviles sin conductor que deben recorrer un trazado definido sin cometer errores o sufrir accidentes, es una buena muestra de la eficacia de las ayudas electrónicas a la conducción, un campo en el que Continental es líder destacado, como demuestra su victoria en el reto de 2007.
El DARPA Grand Challenge es la carrera más importante para coches completamente autónomos. En su tercera edición –la primera se celebró en 2004 en el desierto de Mojave–, el reto contó con una importante novedad. Mientras en las dos carreras previas la conducción se realizó a través del desierto de Nevada, sin obstáculos complicados de sortear, la prueba se hizo en 2007 mucho más exigente.
En esta ocasión, los organizadores eligieron un trazado completamente urbano, construido para la ocasión en una antigua base aérea, situada cerca de la californiana localidad de Victorville, donde los vehículos participantes tenían que circular por calles estrechas, tráfico denso, cruces, semáforos y aparcamientos. Este reto fue creado en 2004 por la Agencia de Investigación y Proyectos Avanzados para la Defensa (DARPA, en sus siglas en inglés), la organización central de investigación y desarrollo del Departamento de Defensa de Estados Unidos, posiblemente más conocida como ARPANET, una red creada en 1969 y que fue la predecesora directa de lo que hoy conocemos como Internet.
Así pues, su objetivo es conseguir crear vehículos completamente autónomos, que sean capaces de registrar accidentes medioambientales y, recientemente, también situaciones de tráfico o de elementos móviles y estáticos. Para eso convocan todos los años este reto al que acuden las principales universidades y equipos de ingenieros del mundo.
El DARPA Grand Challenge es la carrera más importante para coches completamente autónomos. En su tercera edición –la primera se celebró en 2004 en el desierto de Mojave–, el reto contó con una importante novedad. Mientras en las dos carreras previas la conducción se realizó a través del desierto de Nevada, sin obstáculos complicados de sortear, la prueba se hizo en 2007 mucho más exigente.
En esta ocasión, los organizadores eligieron un trazado completamente urbano, construido para la ocasión en una antigua base aérea, situada cerca de la californiana localidad de Victorville, donde los vehículos participantes tenían que circular por calles estrechas, tráfico denso, cruces, semáforos y aparcamientos. Este reto fue creado en 2004 por la Agencia de Investigación y Proyectos Avanzados para la Defensa (DARPA, en sus siglas en inglés), la organización central de investigación y desarrollo del Departamento de Defensa de Estados Unidos, posiblemente más conocida como ARPANET, una red creada en 1969 y que fue la predecesora directa de lo que hoy conocemos como Internet.
Así pues, su objetivo es conseguir crear vehículos completamente autónomos, que sean capaces de registrar accidentes medioambientales y, recientemente, también situaciones de tráfico o de elementos móviles y estáticos. Para eso convocan todos los años este reto al que acuden las principales universidades y equipos de ingenieros del mundo.