La apertura del C42 (el espacio Citroën situado en el número 42 de los Campos Elíseos, en París) supone un acontecimiento importante y simbólico para la marca.
Al reinventar este espacio mítico, en la avenida más famosa del mundo, Citroën es fiel a su historia y consolida la dinámica iniciada hace diez años, con la renovación completa de la gama.
Además de encarnar la visión de una marca audaz e innovadora, el C42 también es el reflejo de los proyectos de una gran marca generalista para los próximos años, sobre todo en lo que se refiere a calidad de productos y servicios.
El objetivo de este escaparate excepcional, que es una auténtica proeza arquitectónica en los Campos Elíseos, es permitir que distintos públicos descubran, contemplen y comprendan la visión del automóvil de Citroën. En este sentido, el C42 se corresponde con la ambición de la marca: sorprender al mundo.
La vocación del C42, como reflejo del saber hacer de la marca, es hacer vivir las tendencias del momento a través de su historia, sus novedades y su visión sobre el futuro del automóvil.
Entrar en el C42 es descubrir la fuerte personalidad de las creaciones de Citroën y acercarse a los valores de placer, audacia e innovación propios de la marca.
Al reinventar este espacio mítico, en la avenida más famosa del mundo, Citroën es fiel a su historia y consolida la dinámica iniciada hace diez años, con la renovación completa de la gama.
Además de encarnar la visión de una marca audaz e innovadora, el C42 también es el reflejo de los proyectos de una gran marca generalista para los próximos años, sobre todo en lo que se refiere a calidad de productos y servicios.
El objetivo de este escaparate excepcional, que es una auténtica proeza arquitectónica en los Campos Elíseos, es permitir que distintos públicos descubran, contemplen y comprendan la visión del automóvil de Citroën. En este sentido, el C42 se corresponde con la ambición de la marca: sorprender al mundo.
La vocación del C42, como reflejo del saber hacer de la marca, es hacer vivir las tendencias del momento a través de su historia, sus novedades y su visión sobre el futuro del automóvil.
Entrar en el C42 es descubrir la fuerte personalidad de las creaciones de Citroën y acercarse a los valores de placer, audacia e innovación propios de la marca.