La serie especial Citroën C2 “Sport Chic” está dirigida a una clientela que, como los primeros “gentlemen drivers” del siglo XX, piensa que el carácter deportivo no está reñido con la elegancia y la clase.
El espíritu del Citroën C2 Sport Chic nos remonta a los pioneros del automóvil, los legendarios “gentlemen drivers”, conductores elegantes, románticos y caballerosos, que vestían impecablemente y preparaban sus propios vehículos para competir o realizar proezas, sólo por el placer de hacerlas. Eso sí, sin perder en ningún momento la compostura.
Así es el C2 Sport Chic. Su exterior es un compendio de elegancia y deportividad. Sus tonos negro, gris Aluminio metalizado y gris Fer metalizado hacen de él un auténtico dandy de la carretera, con una firma exclusiva: una C sobre un cuadro metálico en ambas aletas traseras.
El aspecto deportivo, sin romper con el buen gusto, faltaría más, lo aportan tanto el alerón en color carrocería como la calandra en negro y las llantas de aluminio Guepard de 16”, en la motorización diésel HDi de 70 CV, y Coyote de 15”, en la motorización gasolina 1.4i 75 CV.
Como en los míticos modelos de los “Gentlemen drivers”, el interior, es lujoso y confortable. Los asientos y reposacabezas están tapizados en cuero Claudia Alezan y están personalizados con la “C” que caracteriza a esta serie especial. Además, las nuevas tecnologías aportan elementos de confort que los pioneros sólo podían imaginar. Los C2 Sport Chic cuentan con radio CD, climatizador automático, encendido automático de luces, limpiaparabrisas automático y retrovisores calefactables.
El toque deportivo, sin perder la elegancia, lo dan varios detalles como el freno de mano en cuero y cromo o los cercos de los aireadores y los embellecedores de la base y el pomo de la palanca de cambios, que también están realizados en este metal. Los pedales de aluminio parecen sacados del coche de Dani Sordo.
El espíritu del Citroën C2 Sport Chic nos remonta a los pioneros del automóvil, los legendarios “gentlemen drivers”, conductores elegantes, románticos y caballerosos, que vestían impecablemente y preparaban sus propios vehículos para competir o realizar proezas, sólo por el placer de hacerlas. Eso sí, sin perder en ningún momento la compostura.
Así es el C2 Sport Chic. Su exterior es un compendio de elegancia y deportividad. Sus tonos negro, gris Aluminio metalizado y gris Fer metalizado hacen de él un auténtico dandy de la carretera, con una firma exclusiva: una C sobre un cuadro metálico en ambas aletas traseras.
El aspecto deportivo, sin romper con el buen gusto, faltaría más, lo aportan tanto el alerón en color carrocería como la calandra en negro y las llantas de aluminio Guepard de 16”, en la motorización diésel HDi de 70 CV, y Coyote de 15”, en la motorización gasolina 1.4i 75 CV.
Como en los míticos modelos de los “Gentlemen drivers”, el interior, es lujoso y confortable. Los asientos y reposacabezas están tapizados en cuero Claudia Alezan y están personalizados con la “C” que caracteriza a esta serie especial. Además, las nuevas tecnologías aportan elementos de confort que los pioneros sólo podían imaginar. Los C2 Sport Chic cuentan con radio CD, climatizador automático, encendido automático de luces, limpiaparabrisas automático y retrovisores calefactables.
El toque deportivo, sin perder la elegancia, lo dan varios detalles como el freno de mano en cuero y cromo o los cercos de los aireadores y los embellecedores de la base y el pomo de la palanca de cambios, que también están realizados en este metal. Los pedales de aluminio parecen sacados del coche de Dani Sordo.