Tráfico intensificará los controles sobre el uso del teléfono móvil entre el lunes 20 de febrero y el domingo 5 de marzo. Se pretende incidir sobre este factor que multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un accidente
Durante el pasado año ocurrieron 2.875 accidentes mortales en carretera, que produjeron la muerte de 3.329 personas y heridas a otras 3.000. En un 27,7% de estos accidentes la distracción fue el factor desencadenante. Es decir que 798 de esos accidentes, en que murieron 937 personas, podrían haberse evitado si el conductor no hubiera sufrido una distracción.
Conducir y hablar por teléfono al mismo tiempo, está demostrado que es una circunstancia que distrae la atención de la conducción. Según diversos estudios, la posibilidad de sufrir o provocar un accidente se multiplica por cuatro.
Por ello durante el periodo de tiempo comprendido entre los días 20 de febrero y el 5 de marzo la Dirección General de Tráfico llevará a cabo una campaña especial de concienciación a través de divulgación de mensajes y de intensificación de controles sobre el uso de teléfonos móviles mientras se conduce y otras conductas que provocan distracción durante la conducción, con la intención de trasladar a la sociedad la idea de que “hablar por el móvil mientras se conduce puede ser una cuestión de vida o muerte”.
Los controles en las carreteras se acompañarán con emisión de cuñas divulgativas en radio, anuncios en prensa y mensajes en los paneles de información en carretera, con el slogan “Conduciendo…las llamadas pueden costar vidas”.
Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil aumentarán los controles sobre este factor de riesgo, con el establecimiento de servicios de vigilancia con el objetivo de realizar unos 7.000 controles diarios a conductores que circulen por las carreteras, con un total aproximado previsto de al menos 100.000 en dicho periodo.
LO QUE DICE LA NORMATIVA
- La Ley 17/2005, de 19 de julio, por la que se reforma la Ley de Seguridad Vial, modifica la calificación de algunas infracciones y las sanciones que les corresponden. Además, regula el sistema del permiso y licencia de conducción por puntos y en su articulado se fija: Art.65: Es infracción grave “conducir utilizando cascos o auriculares conectados a aparatos receptores o reproductores de sonido, el uso durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil o cualquier otro medio o sistema de comunicación que implique su uso manual…” Corresponde a este tipo de infracción grave una sanción de 91 a 300 euros y una suspensión del permiso para conducir por un tiempo mínimo de un mes y máximo de tres meses.
Además cuando el 1 de julio entre en vigor el sistema de permiso por puntos se fija que “conducir utilizando manualmente el teléfono móvil, cascos, auriculares o cualquier otro dispositivo incompatible con la obligación de atención permanente a la conducción supone la pérdida de 3 puntos”.
- Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento General de Circulación para la aplicación y desarrollo del Texto Articulado de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
Art. 18.2: “…Se prohíbe la utilización durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil y cualquier otro medio o sistema de comunicación, excepto cuando el desarrollo de la comunicación tenga lugar sin emplear las manos ni usar cascos, auriculares o instrumentos similares”.
UN RIESGO ASUMIDO
Los conductores saben que conducir y hablar por el móvil a la vez supone un riesgo importante y reconocen abiertamente que lo utilizan.
De una reciente encuesta (diciembre 2005) realizada para la Dirección General de Tráfico, sobre hábitos y comportamientos de los conductores, se desprenden los siguientes datos:
○ El 85,1% dice que nunca habla por el móvil cuando conduce. Un 14,4% lo hace en alguna ocasión, y de ellos un 2% reconoce hablar frecuentemente por móvil mientras conduce, sobre todo los hombres, los jóvenes, los grupos de estatus alto y quienes trabajan por cuenta propia.
Según otro estudio anterior de la DGT, más de un 30% de los conductores confesaba esta práctica. Y en 6 de cada 10 casos, el aparato utilizado era manual, el más peligroso. Sólo un 14% era “manos libres”.
Las conclusiones de dicho estudio resultan preocupantes: 5 de cada 10 conductores reconoce haber usado el móvil por lo menos una vez a lo largo del trayecto para hacer o recibir una llamada. Otras fuentes de investigación coinciden en los datos y señalan, en números absolutos y como media, que más de 3.300.000 conductores usa el móvil mientras conduce.
Sin embargo, los conductores son conscientes del riesgo que asumen con esta práctica, hasta el punto de que el 10% dice haber sufrido algún percance. Marcar un número, según los encuestados, es lo más peligroso y puntúan con una nota de 8,2 sobre 10 el riesgo que, en general, el móvil añade a la conducción.
DISTRACCION FATAL
El momento de mayor peligro es, según los expertos, cuando se recibe una llamada. La misma sorpresa que produce el sonido se traduce en una aceleración del ritmo cardiaco del conductor y el cerebro, desde ese momento, tiene que dividir su atención entre el desarrollo de la conversación y las circunstancias del tráfico.
En mayor o menor medida y en función del contenido de la conversación, la tarea de conducir es la que sale perjudicada de esta dualidad. Mientras habla y conduce, el conductor pierde la capacidad de mantener una velocidad constante, de guardar la distancia de seguridad suficiente con el vehículo que circula delante y su tiempo de reacción aumenta considerablemente: entre medio a dos segundos, según los reflejos de cada uno. En este tiempo, que parece mínimo, se recorren entre 23 y 70 metros a 120 km/h lo que, evidentemente, es distancia más que suficiente para sufrir un accidente.
El nivel de distracción que sufre el conductor en algunas llamadas es equivalente a haber ingerido alcohol, hasta el punto de que el 40% de las señales le pueden pasar desapercibidas. Tampoco es menos peligroso hacer una llamada en la que, para marcar un número, la vista se desvía de la carretera y la mano del volante.
Durante el pasado año ocurrieron 2.875 accidentes mortales en carretera, que produjeron la muerte de 3.329 personas y heridas a otras 3.000. En un 27,7% de estos accidentes la distracción fue el factor desencadenante. Es decir que 798 de esos accidentes, en que murieron 937 personas, podrían haberse evitado si el conductor no hubiera sufrido una distracción.
Conducir y hablar por teléfono al mismo tiempo, está demostrado que es una circunstancia que distrae la atención de la conducción. Según diversos estudios, la posibilidad de sufrir o provocar un accidente se multiplica por cuatro.
Por ello durante el periodo de tiempo comprendido entre los días 20 de febrero y el 5 de marzo la Dirección General de Tráfico llevará a cabo una campaña especial de concienciación a través de divulgación de mensajes y de intensificación de controles sobre el uso de teléfonos móviles mientras se conduce y otras conductas que provocan distracción durante la conducción, con la intención de trasladar a la sociedad la idea de que “hablar por el móvil mientras se conduce puede ser una cuestión de vida o muerte”.
Los controles en las carreteras se acompañarán con emisión de cuñas divulgativas en radio, anuncios en prensa y mensajes en los paneles de información en carretera, con el slogan “Conduciendo…las llamadas pueden costar vidas”.
Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil aumentarán los controles sobre este factor de riesgo, con el establecimiento de servicios de vigilancia con el objetivo de realizar unos 7.000 controles diarios a conductores que circulen por las carreteras, con un total aproximado previsto de al menos 100.000 en dicho periodo.
LO QUE DICE LA NORMATIVA
- La Ley 17/2005, de 19 de julio, por la que se reforma la Ley de Seguridad Vial, modifica la calificación de algunas infracciones y las sanciones que les corresponden. Además, regula el sistema del permiso y licencia de conducción por puntos y en su articulado se fija: Art.65: Es infracción grave “conducir utilizando cascos o auriculares conectados a aparatos receptores o reproductores de sonido, el uso durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil o cualquier otro medio o sistema de comunicación que implique su uso manual…” Corresponde a este tipo de infracción grave una sanción de 91 a 300 euros y una suspensión del permiso para conducir por un tiempo mínimo de un mes y máximo de tres meses.
Además cuando el 1 de julio entre en vigor el sistema de permiso por puntos se fija que “conducir utilizando manualmente el teléfono móvil, cascos, auriculares o cualquier otro dispositivo incompatible con la obligación de atención permanente a la conducción supone la pérdida de 3 puntos”.
- Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento General de Circulación para la aplicación y desarrollo del Texto Articulado de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
Art. 18.2: “…Se prohíbe la utilización durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil y cualquier otro medio o sistema de comunicación, excepto cuando el desarrollo de la comunicación tenga lugar sin emplear las manos ni usar cascos, auriculares o instrumentos similares”.
UN RIESGO ASUMIDO
Los conductores saben que conducir y hablar por el móvil a la vez supone un riesgo importante y reconocen abiertamente que lo utilizan.
De una reciente encuesta (diciembre 2005) realizada para la Dirección General de Tráfico, sobre hábitos y comportamientos de los conductores, se desprenden los siguientes datos:
○ El 85,1% dice que nunca habla por el móvil cuando conduce. Un 14,4% lo hace en alguna ocasión, y de ellos un 2% reconoce hablar frecuentemente por móvil mientras conduce, sobre todo los hombres, los jóvenes, los grupos de estatus alto y quienes trabajan por cuenta propia.
Según otro estudio anterior de la DGT, más de un 30% de los conductores confesaba esta práctica. Y en 6 de cada 10 casos, el aparato utilizado era manual, el más peligroso. Sólo un 14% era “manos libres”.
Las conclusiones de dicho estudio resultan preocupantes: 5 de cada 10 conductores reconoce haber usado el móvil por lo menos una vez a lo largo del trayecto para hacer o recibir una llamada. Otras fuentes de investigación coinciden en los datos y señalan, en números absolutos y como media, que más de 3.300.000 conductores usa el móvil mientras conduce.
Sin embargo, los conductores son conscientes del riesgo que asumen con esta práctica, hasta el punto de que el 10% dice haber sufrido algún percance. Marcar un número, según los encuestados, es lo más peligroso y puntúan con una nota de 8,2 sobre 10 el riesgo que, en general, el móvil añade a la conducción.
DISTRACCION FATAL
El momento de mayor peligro es, según los expertos, cuando se recibe una llamada. La misma sorpresa que produce el sonido se traduce en una aceleración del ritmo cardiaco del conductor y el cerebro, desde ese momento, tiene que dividir su atención entre el desarrollo de la conversación y las circunstancias del tráfico.
En mayor o menor medida y en función del contenido de la conversación, la tarea de conducir es la que sale perjudicada de esta dualidad. Mientras habla y conduce, el conductor pierde la capacidad de mantener una velocidad constante, de guardar la distancia de seguridad suficiente con el vehículo que circula delante y su tiempo de reacción aumenta considerablemente: entre medio a dos segundos, según los reflejos de cada uno. En este tiempo, que parece mínimo, se recorren entre 23 y 70 metros a 120 km/h lo que, evidentemente, es distancia más que suficiente para sufrir un accidente.
El nivel de distracción que sufre el conductor en algunas llamadas es equivalente a haber ingerido alcohol, hasta el punto de que el 40% de las señales le pueden pasar desapercibidas. Tampoco es menos peligroso hacer una llamada en la que, para marcar un número, la vista se desvía de la carretera y la mano del volante.