Hasta 150 metros, cuatro veces más que la distancia actual y sin riesgo de deslumbramiento, iluminará las carreteras un nuevo sistema desarrollado por Bosch y basado en dos faros infrarrojos que reciben la información de una cámara de infrarrojos situada en la parte superior del parabrisas, desde donde calcula el trazado de la carretera, los obstáculos y la situación del tráfico. Una imagen en blanco y negro se proyecta en una pantalla situada en el habitáculo.