La fábrica de BMW en Spartanburg ahora abastece sus hornos de pintado al 100% con gas metano. Enorme reducción en las emisiones de CO2.
La fábrica de BMW Spartanburg, en Carolina del Sur, EE.UU. ha transformado completamente los hornos de su zona de pintado para que funcionen con gas metano reciclado desde mayo de 2006. Ese gas es producto de la descomposición biológica de material de desecho de una planta de residuos que hay a 15 kilómetros de distancia. Así, la fábrica de BMW aprovecha una fuente de energía no utilizada y al mismo tiempo protege el medio ambiente.
Resultado: la fábrica de BMW en Spartanburg extraerá más del 50% de su energía del gas metano, reduciendo las emisiones de CO2 en unas 17.000 toneladas al año: aproximadamente el equivalente a los requisitos energéticos de 10.000 hogares americanos. Al mismo tiempo, el coste anual de energía de la fábrica se recortará en una cifra en euros de seis dígitos.
El gas metano fue usado en la fábrica por primera vez en 2002, llevado en tuberías directamente desde la planta de residuos de Palmetto a las turbinas en las instalaciones de BMW, que generan energía eléctrica y agua caliente. El resultado de este proyecto piloto fue impresionante, y dio pie para el abastecimiento del gas metano a la zona de pintado que está ahora funcionando. La planta de BMW es la primera fábrica de automóviles que utiliza el gas metano en procesos críticos de producción.
El proyecto de la planta de BMW en Spartanburg está reconocido por la EPA, la Agencia de Protección Medio Ambiental estadounidense, por su logro medioambiental. La EPA está promoviendo una utilización más generalizada del gas procedente de las plantas de residuos y apoya a las compañías que desean proteger el medio ambiente, asegurar un futuro sostenible y recortar de este modo sus costes operativos.
La fábrica de BMW Spartanburg, en Carolina del Sur, EE.UU. ha transformado completamente los hornos de su zona de pintado para que funcionen con gas metano reciclado desde mayo de 2006. Ese gas es producto de la descomposición biológica de material de desecho de una planta de residuos que hay a 15 kilómetros de distancia. Así, la fábrica de BMW aprovecha una fuente de energía no utilizada y al mismo tiempo protege el medio ambiente.
Resultado: la fábrica de BMW en Spartanburg extraerá más del 50% de su energía del gas metano, reduciendo las emisiones de CO2 en unas 17.000 toneladas al año: aproximadamente el equivalente a los requisitos energéticos de 10.000 hogares americanos. Al mismo tiempo, el coste anual de energía de la fábrica se recortará en una cifra en euros de seis dígitos.
El gas metano fue usado en la fábrica por primera vez en 2002, llevado en tuberías directamente desde la planta de residuos de Palmetto a las turbinas en las instalaciones de BMW, que generan energía eléctrica y agua caliente. El resultado de este proyecto piloto fue impresionante, y dio pie para el abastecimiento del gas metano a la zona de pintado que está ahora funcionando. La planta de BMW es la primera fábrica de automóviles que utiliza el gas metano en procesos críticos de producción.
El proyecto de la planta de BMW en Spartanburg está reconocido por la EPA, la Agencia de Protección Medio Ambiental estadounidense, por su logro medioambiental. La EPA está promoviendo una utilización más generalizada del gas procedente de las plantas de residuos y apoya a las compañías que desean proteger el medio ambiente, asegurar un futuro sostenible y recortar de este modo sus costes operativos.