El fabricante de sistemas de refrigeración para automóviles Behr implantará a mediados de 2006 una nueva tecnología que sustituirá al actual refrigerante de sus climatizadores por CO2, cambio que incluye los tres centros de producción de su filial española Frape Behr, ubicados en Barcelona y Tarragona.
Behr explica que la utilización de CO2 tiene un impacto ambiental inferior en 1.300 veces al del refrigerante que utiliza en la actualidad (R134a), y además el dióxido de carbono no se tiene que producir químicamente, por lo que su uso en el aire acondicionado tiene efecto "neutral".
La multinacional asegura asimismo que el CO2 permite un enfriamiento más rápido del habitáculo del coche, y añadió que la utilización del dióxido de carbono obligará a rediseñar todos los componentes del circuito de refrigeración y a incluir otros nuevos.
Frape Behr, la filial española del grupo Behr, dispone de tres centros de producción, uno de ellos en la Zona Franca de Barcelona y los otros dos en la localidad de Montblanc (Tarragona). Su plantilla supera los 1.700 trabajadores y su facturación ascendió a 354 millones de euros en 2004.
De su lado, el grupo Behr dispone de una treintena de centros de producción y de desarrollo en todo el mundo, con una plantilla de 17.000 empleados. Su cifra de negocio se situó por encima de 3.000 millones de euros el pasado año.
Behr explica que la utilización de CO2 tiene un impacto ambiental inferior en 1.300 veces al del refrigerante que utiliza en la actualidad (R134a), y además el dióxido de carbono no se tiene que producir químicamente, por lo que su uso en el aire acondicionado tiene efecto "neutral".
La multinacional asegura asimismo que el CO2 permite un enfriamiento más rápido del habitáculo del coche, y añadió que la utilización del dióxido de carbono obligará a rediseñar todos los componentes del circuito de refrigeración y a incluir otros nuevos.
Frape Behr, la filial española del grupo Behr, dispone de tres centros de producción, uno de ellos en la Zona Franca de Barcelona y los otros dos en la localidad de Montblanc (Tarragona). Su plantilla supera los 1.700 trabajadores y su facturación ascendió a 354 millones de euros en 2004.
De su lado, el grupo Behr dispone de una treintena de centros de producción y de desarrollo en todo el mundo, con una plantilla de 17.000 empleados. Su cifra de negocio se situó por encima de 3.000 millones de euros el pasado año.
