El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado que obligará a la industria del automóvil a impulsar la producción de vehículos menos contaminantes, permitiendo a los estados fijar sus propios límites a las emisiones, en el marco de un conjunto de medidas para lograr la independencia energética del país apostando por las energías renovables.
La intención de Obama es que el parque estadounidense limite el consumo en los próximos años, y para ello establecerá unos criterios estándar que deberán cumplir todos los vehículos de aquí al año 2011 para ser más eficientes, limitando el consumo a una media de 35 millas por galón de gasolina (56 kilómetros por cada 3,78 litros).
Las primera de las tres órdenes ejecutivas firmadas por Obama este lunes ordena revisar el veto que el anterior gobierno de George W. Bush impuso en diciembre de 2007 a 13 estados del país, liderados por California, que habían solicitado permiso para imponer sus propios límites a las emisiones de gases contaminantes de los vehículos.
Esta medida de la nueva administración obligará a las principales empresas constructoras a impulsar de forma decidida la producción de vehículos más eficientes, algo que se venía mencionando desde que el ex presidente Bush salió al rescate de General Motors y Chrysler con parte de los fondos del plan aprobado en septiembre para salvar a Wall Street y que a partir de ahora tendrán que hacer por ley.
La intención de Obama es que el parque estadounidense limite el consumo en los próximos años, y para ello establecerá unos criterios estándar que deberán cumplir todos los vehículos de aquí al año 2011 para ser más eficientes, limitando el consumo a una media de 35 millas por galón de gasolina (56 kilómetros por cada 3,78 litros).
Las primera de las tres órdenes ejecutivas firmadas por Obama este lunes ordena revisar el veto que el anterior gobierno de George W. Bush impuso en diciembre de 2007 a 13 estados del país, liderados por California, que habían solicitado permiso para imponer sus propios límites a las emisiones de gases contaminantes de los vehículos.
Esta medida de la nueva administración obligará a las principales empresas constructoras a impulsar de forma decidida la producción de vehículos más eficientes, algo que se venía mencionando desde que el ex presidente Bush salió al rescate de General Motors y Chrysler con parte de los fondos del plan aprobado en septiembre para salvar a Wall Street y que a partir de ahora tendrán que hacer por ley.
